Muchas veces tenemos en casa macetas colgantes. O bien las ves en la tienda e, inevitablemente, te enamoras de ellas. Te la llevas a casa y empiezas a buscar un sitio donde ponerla. Pero, ¿sabes cómo colgar macetas en la pared?
En esta ocasión nos queremos centrar en darte ideas para colgarlas. Si tienes una maceta toda llena de ramas y hojas, sabrás lo difícil que puede ser ponerla en la pared sin perder una parte de ella (que tienes que aplastar). O bien quizá tengas macetas con las que decorar la pared pero no sepas cómo hacerlo. ¿Qué tal unas ideas?
Reciclando botellas de plástico
Desde hace un tiempo, el reciclaje está a la orden del día. Muchos se animan a darle una segunda vida a ciertos elementos del hogar. Por ejemplo, usar las botellas de plástico como macetas, o los rollos de papel gastado para guardar cables y que estos no se enreden en los cajones.
Pues bien, en el caso de colgar macetas en la pared, podrías usar botellas. Imagina que tienes una de un litro o de dos. Si la partes por la mitad a lo largo, conseguirás tener un recipiente. Este, con unos tornillos, podrías fijarlo en la pared y, con ello, colocarle macetas.
Tiene una ventaja, y es que al meterla, tienes hueco para regar y que el agua se aguante. Pero a la vez es un inconveniente, sobre todo si te pasas con el agua porque entonces será más difícil quitarla.
Creando estanterías
Otra de las formas sencillas de colgar macetas en la pared es usando estanterías. Pero no las habituales. Nos referimos a coger un tablero y fijarlo a la pared. Quedará suspendido en el aire y te dará el hueco para poner la maceta (eso sí, cuidado con el peso).
Más ideas pueden ser el usar, en lugar de un tablero de madera, un tronco. Si tienes en tu jardín árboles que has quitado, prueba a partir el tronco en pequeños círculos de tal forma que podrás colgarlos igual y colocar encima la maceta. Eso sí, córtale un poco para que quede bien pegado a la pared y no hay problemas de inestabilidad.
Con cuerdas y un soporte
Vamos con otra idea que es bastante más conocida. Se trata de utilizar un sistema de cuerdas (en Internet puedes encontrarlos de macramé, con madera, con cuero…) y colgarla en la pared. Hay dos opciones:
- Colgarla tal cual, y aquí puede pasar que la maceta se desarrolle solo dos tercias partes (porque la otra al estar pegada a la pared no recibe la luz y puede marchitarse por ahí).
- Colgarla con un soporte. La ventaja de esta forma es que separas la planta de la pared de tal forma que sí podría desarrollarse al 100% y no habría problema en ello.
Con aros de alambre y enganches
Vamos con otra idea para conseguir colgar macetas en la pared. Para ello, necesitas un alambre que tendrás que darle forma de aro con la maceta que quieras colgar. Ahora bien, necesitas que esas macetas tengan la parte superior más ancha que la inferior, de tal manera que si colocas el alambre, tenga un tope. Si el tiesto es totalmente liso el alambre se deslizará y se caerá (salvo que le pongas topes).
Una vez tienes colocado el alambre, necesitarás poner en la pared un enganche. Puede ser una hembrilla, un gancho o algo similar donde puedas enganchar el alambre y que no se mueva ni se vaya a caer.
De nuevo, debes tener cuidado con el peso de la planta puesto que si es muy pesada es posible que se caiga.
Con soportes en la pared
En las tiendas puedes encontrar fácilmente soportes para colgar las macetas en la pared. Algunos son colgadores, como el que te hemos comentado antes, pero hay otros que son soportes completos, para que solo tengas que meter el tiesto y ya está (de hecho, muchos vienen con un plato para distribuir mejor el peso de esta y también para que al regarla no se caiga el agua por abajo.
Lo cierto es que tienes muchos modelos donde elegir, y no suelen ser caros (salvo que te vayas a uno con muchos detalles, por supuesto). Requiere un poco de instalación, pero más allá de eso, nada más y te permiten colgar plantas algo más pesadas.
Jardineras verticales
Seguir con formas de colgar macetas en la pared y en este caso nos hemos fijado en las jardineras verticales. Tienen la ventaja de que te ofrecen varios huecos, de tal forma que con una simple instalación podrías meter varias plantas en el mismo artículo en lugar de ir una a una.
Los hay de múltiples tipos. Algunos hechos de madera (o con palets), otros de tela que son más livianos, etc. Ya dependerá de lo que quieras poner para usar uno u otro. Además, no conviene que te tomes a la ligera su compra sino que sopeses los pros y los contras de cada uno antes de elegir.
Con celosías o alambres
Usar una celosía o una pared de alambre puede darte justo lo que necesitas para colgar macetas. Sobre todo para las colgantes ya que puedes usar los hierros o el diseño de la celosía para poner enganches y de ahí colgar la maceta (puede ser con su enganche o haciendole unos pequeños agujeros para poder fijarla).
Eso sí, es posible que quede inclinada, con lo que debes tenerlo en cuenta a la hora de regar, porque el agua se saldrá más fácilmente sin haber regado bien la planta.
Con macetas para pared
Las macetas para pared tienen un diseño especial porque, en la zona que se pegan a esta, están planas, de tal forma que se pueden fijar con un gancho, una hembrilla o similar y estar seguro de que van a encajar a la perfección (no se moverán con el viento, como puede pasar con otras).
Sí es verdad que son más caras que las normales, pero tienes múltiples modelos, desde macetas pequeñas, medianas, jardineras, etc.
Como ves, hay muchas formas diferentes de colgar macetas en la pared. Solo tienes que escoger el método que más te guste o sea más práctico para ti y llevarlo a cabo. ¿Te animas a hacerlo? Cuéntanos cómo te va o si tienes otra forma de hacerlo.