Los fertilizantes foliares son muy útiles si lo que queremos es que nuestras plantas estén bonitas, sanas y tengan una floración abundante y espectacular. Sin embargo, no siempre los utilizamos correctamente.
Para que no te queden dudas y no incurras en un mal uso que acabe dañando a tus plantas, te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre este producto. Así le sacarás el máximo partido posible con toda la seguridad necesaria.
¿Qué son los fertilizantes foliares?
Los fertilizantes son productos, de origen natural o industrial, que le aportan a las plantas los nutrientes que estas necesitan para crecer y florecer.
La particularidad de los fertilizantes foliares es que se aplican directamente sobre las hojas, en forma líquida. De manera que puedan complementar o corregir las deficiencias nutricionales de forma rápida y eficiente.
Las hojas poseen unas estructuras microscópicas (estomas) que permiten la entrada de los nutrientes previamente disueltos en el agua, garantizando así una absorción más rápida que si los aplicamos en el sustrato.
Haciendo un símil con la medicina, un fertilizante de los que se aplican en el sustrato sería como una pastilla. En cambio, el fertilizante foliar sería para la planta como lo es para nosotros la aplicación de una medicina por vía intravenosa. Es decir, que es su efecto se nota de manera mucho más rápida.
¿Cuándo se recurre a los fertilizantes foliares?
Hay que tener en cuenta que este producto es más bien una solución de urgencia. Lo ideal es que apliquemos de forma habitual un fertilizante de suelo durante la época de crecimiento activo de las plantas. Si notamos que algo va mal, entonces es cuando podemos recurrir a este producto.
Lo habitual es utilizar este tipo de fertilización:
Cuando hay deficiencias nutricionales visibles
Si las hojas tienen clorosis (se amarillean), o han aparecido manchas, deformaciones o bordes secos.
Estos síntomas suelen ser consecuencia de una carencia de micronutrientes como el hierro, el zinc, el magnesio o el manganeso. Al aplicar el fertilizante foliar lo que buscamos es intentar corregir esa deficiencia de forma rápida y localizada.
En etapas críticas del desarrollo del cultivo
Por ejemplo, durante la floración, la fructificación o la formación de semillas. Y también si queremos lograr un crecimiento vegetativo acelerado.
Porque en estas etapas la demanda de nutrientes es muy alta, y al aplicarlos directamente sobre las hojas mejoramos el rendimiento del cultivo.
Cuando el suelo presenta limitaciones
Si nuestras plantas están en un suelo demasiado compacto, salino, con un pH inadecuado o que no puede gestionar bien la humedad, es más interesante aplicar el fertilizante en las hojas que en el sustrato.
Como complemento a la fertilización del suelo
La sobrefertilización de las plantas nunca es buena, porque podemos conseguir el resultado contrario al que estábamos buscando.
No obstante, si tienes plantas que requieren de muchos nutrientes para su desarrollo, de forma esporádica puedes aplicar fertilizantes foliares como complemento a la fertilización del suelo.
En situaciones de estrés
Las plantas pueden ser más o menos resistentes al estrés, pero todas ellas muestran signos de debilitamiento ante cambios como el trasplante o una nueva ubicación.
Una buena manera de conseguir una recuperación más rápida ante el estrés es aplicar un poco de fertilizante en las hojas.
¿Cómo se aplican los fertilizantes foliares?
Hay que seguir siempre las instrucciones del fabricante, pero aquí tienes una guía de carácter general.
Diluye el fertilizante correctamente
Lo habitual es que el fertilizante foliar venga en forma líquida o en polvo soluble. En cualquier caso, tienes que mezclarlo con agua en la dosis concreta indicada por el fabricante.
Procura no excederte, porque de hacerlo puedes llegar a causar quemaduras en las hojas.
Aplica con un pulverizador
Pon la mezcla en un pulverizador que permita una dispersión fina y uniforme del producto sobre todas las hojas.
Estas deben quedar mojadas, pero sin un goteo excesivo. Además, asegúrate de aplicar también el producto por la cara inferior (en menor medida que en el anverso de la hoja).
Elige el momento adecuado del día
Lo ideal es aplicar el producto en las primeras horas de la mañana o ya al atardecer. Porque es entonces cuando la temperatura es más baja y hay más humedad. Los estomas están más abiertos en ese momento y esto facilita la absorción del producto.
Evita en todo caso aplicar este fertilizante los días de viento o de mucho sol, porque el producto será arrastrado o se evaporará rápidamente y no obtendrás los resultados esperados.
Ten en cuenta el clima
Presta atención también al tiempo que hace. No apliques el fertilizante en días muy secos y calurosos, tampoco si sabes que va a llover pronto.
Respeta la frecuencia y la dosis
La frecuencia de aplicación de los fertilizantes foliares depende de las necesidades que tenga la planta y de lo que indique el fabricante con respecto a esta cuestión.
Como decíamos antes, es mejor que no te excedas, porque puedes dañar las hojas o provocar desequilibrios nutricionales.
Riesgos de un uso inadecuado de los fertilizantes foliares
Usar más producto del debido o utilizarlo con más frecuencia de la recomendada pone en riesgo a tus plantas:
- Fitotoxicidad. Si la concentración de fertilizante es muy alta se producen quemaduras en las hojas, amarilleamiento, necrosis y hasta caída prematura de las mismas. Esto reduce la capacidad de la planta para hacer la fotosíntesis y la debilita.
- Desequilibrios nutricionales. El exceso de un nutriente puede bloquear la absorción de otros, lo que genera un crecimiento desbalanceado. Por ejemplo, que tengamos muchas hojas y pocas flores.
- Pérdida de eficacia. Si fertilizas con mucha frecuencia las hojas, al final la planta genera resistencia y el producto acaba por no servir de nada.
- Contaminación ambiental. Los fertilizantes pueden contaminar el suelo y fuentes de agua cercanas, lo cual puede provocar problemas en el ecosistema.
- Residuos en los cultivos. Si lo usas en plantas como los árboles frutales, un exceso de producto puede hacer que los frutos no se puedan comer.
Los fertilizantes foliares deberían ser siempre una solución de urgencia. Si no hay un motivo importante para recurrir a ellos, es mejor que abones tus plantas a la manera tradicional.