Jasminum polyanthum
Los jazmines son unos arbustos trepadores muy recomendables para tener en el interior del hogar, ya que su tamaño una vez que alcanza la edad adulta no es superior a los cinco metros altura. Por si fuera poco, se pueden podar durante toda la temporada de crecimiento para evitar que sus tallos crezcan demasiado.
Durante los meses más fríos del año hay que protegerla mucho del frío. Veamos cómo cuidar jazmines en invierno.
Jasminum nudiflorum
El jazmín, un arbusto que pertenece al género botánico Jasminum, es originario de las regiones tropicales de Asia. Tiene hojas perennes, lo cual quiere decir que las mantiene durante todo el año, y unas flores que, dependiendo de la especie, pueden ser amarillas o blancas. Cuando se cultiva en una zona donde el termómetro baja de los -2ºC es conveniente tenerla en el interior del hogar para que no se nos hiele. Pero, ¿dónde?
Lo ideal sería colocarla en una habitación muy luminosa, pero lejos de las corrientes de aire (frías y cálidas), ya que de lo contrario sus hojas empezarían a verse dañadas, con las puntas secas, e incluso podrían llegar a caer.
Jasminum multiflorum
Como el crecimiento será mínimo, el riego tiene que ser ocasional. Es importante dejar que el sustrato se seque casi por completo antes del próximo riego; así evitamos el encharcamiento y, como consecuencia, también a los hongos. Estos microorganismos aparecen cuando la humedad de la tierra es más alta de lo que la planta puede soportar; así, su estado se debilita.
Además de regar, también podemos podar en el caso de que sea necesario. Normalmente, los jazmines se podan en primavera y verano, pero durante los meses más fríos, especialmente cuando ya se va terminando el periodo hibernal, se puede aprovechar para recortar algunos tallos o quitar aquellos que se vean enfermos.
Con estos consejos, tu jazmín sobrevivirá a estos meses sin problemas. Ya nos lo contarás 😉 .
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