Cómo cuidar un almendro

como cuidar un almendro en maceta

El almendro es muy común en las zonas del sur de España. Se trata de un árbol de secano cuya fruta es la almendra. La almendra es muy utilizada por ser un fruto seco saludable tanto para la alimentación como para la repostería. Muchas personas quieren tener un almendro en casa tanto en maceta como en el jardín. Sin embargo, no saben cómo cuidar un almendro. Los cuidados deben ser algo estrictos al principio y más ligeros conforme se desarrolla.

Por ello, vamos a dedicar este artículo a contarte cómo cuidar un almendro paso a paso y qué aspectos debes tener en cuenta.

Características del almendro

como cuidar un almendro

El almendro es un árbol que, en la edad adulta, tiene un tronco marrón muy típico con la corteza partida y una altura de entre tres y cinco metros. Sus hojas son lanceoladas, alargadas, estrechas y puntiagudas de color verde intenso y brotan en invierno, después de la floración sus ramas se llenan de hermosas flores de cinco pétalos en tonos blancos o rosados ​​a finales de invierno, y posteriormente frutos y las semillas (almendras que comemos después) crecen.

Los almendros florecen en invierno, entre finales de enero y febrero (dependiendo de la climatología), y los frutos se recogerán 9 meses después. Dependiendo de lo bien que florezca, esta será la cosecha del año en curso. Cuantas más flores, más frutos.

Cómo cuidar un almendro

flores del almendro

En comparación con otros árboles frutales, los almendros requieren una lista de cuidados relativamente corta. Es resistente a la sequía, pero es mejor tener esto en cuenta para no causar molestias. De todos modos, lo veremos en detalle más adelante.

Para que prospere, debe estar en un clima con temperaturas cálidas e inviernos no demasiado fríos, ya que las heladas son mortales. Dado que tiene raíces grandes para expandirse, es necesario asegurarse de que el suelo sea ligero y suelto, preferiblemente arenoso. Lo último a tener en cuenta en la primera parte es mantenerlo libre de plagas y enfermedades ya que pueden acabar con él.

El método más rentable para obtener almendros de gran calidad y rendimiento es el riego por goteo. Las investigaciones han demostrado que los almendros pueden lograr la máxima productividad siempre que disfruten de un riego adecuado. Cuando el consumo medio de agua de riego es de 3.000 metros cúbicos, se pueden sembrar hasta 3.500 kg de semillas por hectárea de media.

Aunque ilógico por el sistema de temperatura en el que se encuentra, la primavera es la época de mayor preocupación que se debe establecer para optimizar los cultivos. Es en este momento que el árbol pasa por sus procesos más importantes, como el desarrollo vegetativo, la floración y el cuajado, por mencionar algunos.

Consideraciones del riego y la luz

almendras

El riego de los almendros se basa en una serie de consideraciones formuladas en función de las condiciones ambientales. En primer lugar, hay que tener en cuenta que si se producen precipitaciones suficientes y suficientes para mantener bien hidratado al árbol, no se requiere riego.

El período de mayor necesidad de riego es la primavera, que puede necesitar ajustarse para regar cada dos días. Después de eso, se debe continuar con el riego en verano y detenerlo 4 o 5 días antes del inicio de la cosecha para evitar problemas en el cultivo. Cuando finaliza el proceso, el riego debe reiniciarse en serio, incluso en el otoño. Esto va de la mano con la obtención de abundantes flores en el próximo ciclo.

Los almendros tienen estructuras grandes, por lo que están constantemente expuestos a la luz solar durante toda su vida. Esta es una condición que les beneficia mucho, ya que es una planta que crece mejor en climas cálidos. Eso no significa que pueda prosperar en climas tropicales, ya que también necesita ser frío. Durante esta estación fría, los almendros son capaces de romper la latencia de los cogollos. Por supuesto, tampoco hace mucho frío, ya que las heladas podrían dañar gravemente su estructura.

Cómo cuidar un almendro en maceta

Si bien el almendro es grande en su forma natural, también ofrece la oportunidad de plantarlo en una maceta y mantenerlo en un espacio pequeño en su hogar. En este caso, hay que tener en cuenta que debe gozar de unas condiciones similares a las que puede estar expuesto en su medio natural.

En estas condiciones tenemos:

  • Disfrutando de un clima templado, con estaciones cálidas y estaciones frías, se dedica a los restos vegetales.
  • La luz solar directa está disponible durante la mayor parte del día. Tenemos que tener mucho cuidado de cumplir con este requisito ya que no es negociable.
  • Asegura un sistema de riego eficiente, preferiblemente simulando el goteo (se puede usar una regadera). La buena noticia es que puede tolerar un breve período de secado, en caso de que lo olvide.
  • Controlar la humedad presente en el ambiente ya que puede provocar la aparición de plagas o enfermedades.
  • Recorta regularmente (aproximadamente cada 5 años) para garantizar que siga siendo productivo por más tiempo. Una temporada favorable para esto son las vacaciones de invierno.

Los requerimientos nutricionales de un almendro estarán muy relacionados con las condiciones del terreno en el que se cultive. En general, los almendros requieren macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) y micronutrientes (principalmente calcio, magnesio y zinc).

Por tanto, la estrategia adoptada es evaluar el terreno y determinar qué carencias de nutrientes debe suplir. Con esta información, todo lo que tienes que hacer es ir a la tienda de productos y comprar el fertilizante adecuado para aplicar.

Si este sistema más preciso no está disponible, la mejor estrategia es utilizar fertilizantes orgánicos. Estos fertilizantes deben aplicarse a principios de primavera, cuando son más demandados, y continuar durante todo el verano. Ser propietario de un almendro no es solo disfrutar de un árbol noble que te llenará de frutos, sino también enamorarte de sus espectaculares flores.

Es un enfoque pequeño en comparación con la cantidad de beneficios que ofrece, así que no olvide tenerlos todos en cuenta para promover el cumplimiento. Al final del día, todo se reduce al riego, la exposición al sol, la fertilización, la poda y los cambios de estación.

Espero que con esta información puedan conocer más sobre cómo cuidar un almendro, sus características y mantenimiento.


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