Quien más quien menos se ha parado a ver los bonsáis que tienen en los viveros. Estas plantas son realmente curiosas ya que, recibiendo una serie de cuidados, adquieren el mismo aspecto que los árboles y arbustos que podemos encontrar en la naturaleza, aunque por supuesto, con un tamaño mucho menor.
Su salud depende en gran medida del mantenimiento que les dé su propietario, y según qué especie sea puede llegar a ser bastante demandante. No es de extrañar pues que, con el paso de los años, y sobretodo de las décadas, su precio se encarezca. Pero, ¿cómo cuidar un bonsái? Si acabas de adquirir uno, mi primer consejo es que tengas paciencia.
En los viveros los bonsáis suelen estar protegidos bajo techo la mayoría de las veces, quizás en el exterior, pero colocados en una estantería. Esto está bien, pues los mantiene verdes y sanos, pero a la larga los termina debilitando, sobretodo a las especies de climas templados o fríos, como arces, coníferas o ginkgos. Y es que como están bastante juntos unos de otros, y aparte tienen el techo y una pared, apenas están expuestos a los factores medioambientales (viento, lluvia, etcétera). Por no hablar de que los encargados los riegan con frecuencia.
Cuando compramos uno y lo llevamos a casa, ¿qué podemos esperar que ocurra? Bueno, si tenemos en cuenta que las condiciones para él han cambiado, lo normal es que se le caigan algunas hojas y, en caso de tenerlas, también flores. Asimismo, su ritmo de crecimiento se detendrá temporalmente. Pero aparte de eso, tendrá que acostumbrarse a los cuidados que le demos, y es por eso por lo que vamos a hablar de …:
Cuidados del bonsái
Cada planta tiene sus propios ciclos. Los bonsáis, aunque a simple vista sean árboles o arbustos en miniatura, no dejan de ser precisamente árboles o arbustos. No existen las semillas de bonsáis, es decir, si siembras una semilla te saldrá una planta normal. Nuestros protagonistas solo existen porque los humanos las trabajan, ya sea a partir de semillas, esquejes o acodos de otros seres vegetales que estén en su jardín o en su patio. Por eso, insisto: no te dejes engañar por su altura, pues tiene las mismas necesidades que cualquier otro árbol o arbusto.
Ten en cuenta que dependiendo del origen de cada especie, y como el clima y las condiciones de su hábitat natural son únicos, es imposible elaborar una lista que pueda aplicarse a todos las plantas que se trabajan como bonsái. Pero no te preocupes: la que hemos hecho para ti te servirá de guía orientativa:
Primavera
Durante la primavera se reanuda el crecimiento. Las yemas se hinchan y explotan de vida a medida que las hojas nuevas van abriéndose y alcanzando su tamaño definitivo. Algunas especies florecerán, como los Prunus por ejemplo, o los Chaenomeles (membrillero japonés). De modo que, las necesidades de tu árbol son:
- Ubicación: todos los bonsáis deben de estar en el exterior; tan solo habrá que proteger los tropicales en interior durante el invierno. Ponlos en semisombra, excepto si en el vivero los tenían a pleno sol.
- Trasplante: si tienes algún Ficus que necesite un cambio de maceta, ahora es buena época.
- Riego: las temperaturas son cada vez más cálidas, por lo que toca ir regando cada 2 o 3 días, a ser posible a última hora de la tarde.
- Abonado: abona tus bonsáis con un abono específico para ellos siguiendo las indicaciones que encontrarás en el envase.
- Pinzado: el pinzado consiste en cortar las hojas más nuevas con el fin de conseguir que la copa sea más densa. Se puede hacer a lo largo de la primavera y el verano.
Verano
Durante el verano muchos árboles y arbustos están en plena temporada de crecimiento. Por sus troncos y ramas circula gran cantidad de savia lista para alimentar a las hojas, y a los frutos en desarrollo si es que tuvieran, de modo que en esta época solo tendrás que preocuparte de:
- Riego: debe ser frecuente, a diario si vives en una zona con gran insolación y el sustrato que has utilizado pierde rápido la humedad.
- Plagas y enfermedades: cuidado con las plagas y enfermedades más comunes: araña roja, pulgones, mosca blanca, hongos… No dudes en realizar tratamientos preventivos con jabón potásico o aceite de neem para mantener alejados a los insectos, y con fungicidas naturales para prevenir infecciones por hongos.
- Abonado: continúa abonando tus bonsáis. Ahora es cuando más necesitan ese aporte extra de nutrientes.
- Pinzado: puedes continuar con el pinzado si lo ves necesario.
Otoño
Durante el otoño suele ocurrir que el ritmo de crecimiento se va ralentizando poco a poco y de forma gradual. Si han producido frutos, estos estarán pronto listos para su recolección, así que las necesidades de tus bonsáis no son tan altas como en verano. Los cuidados que precisarán son:
- Riego: disminuye la frecuencia de riego. Dependiendo del clima de tu zona y de lo húmedo que sea, debes regar una media de 2 o 3 veces por semana.
- Abonado: si no se registran heladas, continúa abonando como hasta ahora. En caso contrario, esta estación tienes que dejar de abonar.
- Ubicación: los bonsáis de especies de árboles y arbustos tropicales se han de proteger dentro de casa o en un invernadero antes de que la temperatura mínima baje de los 15ºC.
Invierno
Durante el invierno se instala el frío y las heladas en muchos puntos, de manera que la mayoría de plantas detiene su crecimiento. Esta es la mejor época para aquel cuidador de bonsáis que disfruta podando, pues es cuando hay menos riesgo de que algo salga mal. Por esto, los cuidados que necesitan son:
- Riego: riega cada vez que el sustrato se vaya secando con agua templada. Si hay previsión de heladas, evita hacerlo ya que de lo contrario las raíces sufrirían daños.
- Poda: si tienes que podar ramas para darle o mantenerle el estilo a tus bonsáis, hazlo a finales de la estación. Quita todas aquellas que se entrecrucen, las que crezcan hacia ti, las enfermas, las débiles y las rotas; y recorta aquellas que estén creciendo demasiado. Es aconsejable sellar las heridas con pasta cicatrizante para prevenir infecciones. Más información.
- Trasplante: si lleva más de dos años en la misma bandeja, es interesante pasarlo a otra. Trasplanta tus bonsáis hacia finales del invierno, poco antes de que reanuden su crecimiento.
- Plagas: es aconsejable tratarlos con aceite insecticida de invierno, ya que así se previenen las plagas.
- Ubicación: si todavía no lo has hecho y en tu zona el clima en esta estación es frío, protege tus bonsáis más delicados en invernaderos o dentro de casa.
Espero que te haya sido de utilidad 🙂 .
Excelente concejo