Cómo cuidar un ficus variegata: Las claves para que esté sano

Como cuidar un ficus variegata

Dentro de las plantas dispones de las versiones “normales” y de las variegata. Estas se caracterizan por tener colores diferentes, pero también cuidados. Por ejemplo, un ficus y un ficus variegado son totalmente diferentes. ¿Sabes cómo cuidar un ficus variegata?

No te preocupes, si consigues hacerte con uno de ellos (y ya te decimos que algunas variedades son bastante baratas) nosotros te echamos una mano para que sepas cuáles son todos los cuidados que debes proporcionarle. De hecho, aquí tienes una guía.

Cómo es un ficus variegata

detalles de hojas grandes

El ficus variegata, también conocido como el ficus variegado o el árbol de goma variegado, no difiere demasiado de los ficus habituales. Es decir, es originario, igual que la versión normal, de Asia tropical, crece hasta los 30 metros y tiene las mismas características que la versión verde.

Pero sí que hay una cosa en la que difiere: sus hojas. Los ficus variegata disponen de hojas grandes y ovaladas, como los verdes, pero el color no es igual. En estos casos, las hojas son verdes en el centro pero en los bordes pueden ser, bien blancas o bien amarillas irregulares. De hecho, incluso puede tener hojas con manchas blancas o amarillas, que le dan un aspecto único.

Cómo cuidar un ficus variegata

hojas de ficus variegata benjamina

Si tienes la suerte de tener un ficus variegata, o te lo regalan, seguro que buscas información sobre sus cuidados. Sin embargo, en pocos sitios se encuentran las particularidades que tienen estas plantas. Y si bien no difieren demasiado de los cuidados de un ficus, la verdad es que sí hay algunas cosillas que debes tener en cuenta.

¿Quieres saber cuáles son? Pues vamos a ello.

Ubicación y temperatura

Como sabes, el ficus es una planta que adora el sol y a la que le gusta estar muchas horas con luz solar, incluso algunas de ellas con sol directo. Pues bien, en el caso del ficus variegata has de tener cuidado con los rayos de sol porque, al ser blancas (o amarillas) principalmente, se quemarán muy fácilmente, lo que hará que pierda esa belleza que tiene.

Lo mejor es ponerle en un lugar donde pueda disfrutar de la luz, pero no le dé de forma directa. De hecho, el primer año te recomendamos que no lo haga (salvo que lo hayas adquirido de una tienda de tu misma ciudad y esté acostumbrado a ello). El motivo es que ha de adaptarse al nuevo clima y ambiente para tolerar poco a poco cambios así.

En cuanto a la temperatura, no le gustan nada las corrientes de aire, así que procura protegerlo de estas o te arriesgarás a que se le caigan las hojas y se quede pelón. Además, debes controlar la temperatura porque es un poco delicado en cuanto a estas. Cuando está a menos de 13ºC empieza a sufrir, por lo que en invierno hay que colocarlo en un invernadero o similar (ese sería su mejor sitio por la humedad, de la que te hablaremos un poco más adelante).

Sustrato

La tierra que necesita el ficus variegata ha de ser de las que aguantan la humedad. Por tanto, una mezcla con turba y drenaje (como perlita) podría ser lo ideal. Y es que si solo le pones turba las raíces pueden pudrirse al mantener demasiada agua. Intenta mezclar en una proporción de 60-40 de tierra y perlita respectivamente.

Riego y humedad

Como te hemos dicho que necesita una tierra que ayude a aguantar la humedad te habrás dado cuenta que el riego es uno de los cuidados del ficus variegata más importante. Y no es para menos. No le gusta estar demasiado seco, por eso, en verano tendrás que regar 2-3 veces a la semana, incluso más cuando haga demasiado calor.

En invierno, por su parte, podría reducirse el riego a 1-2 veces a la semana; todo dependerá de dónde esté ubicado y del clima que tengas.

Lo que sí es importante es que dejes que se seque el sustrato entre riego y riego para evitar dañar las raíces.

En cuanto a la humedad, esta es muy necesaria. El ficus variegata tiene una necesidad de humedad alta, sobre todo en la parte de las hojas. Así que tendrás que ponerlo al lado de un humidificador o rociar a diario las hojas para que se mantengan sanas. De lo contrario, empezará a perder las hojas.

Abonado

hojas de ficus pumila variegata

El abonado, como a cualquier ficus, va a ser necesaria. Pero al contrario de otros, que se abonan de modo mensual, los ficus variegata solo tendrás que hacerlo cada dos meses. Además, se les aplica solo la mitad de la dosis que establezca el fabricante del producto.

Esto solo se debe hacer durante primavera y verano, dejando el resto de la temporada sin abonar. Algunos expertos sí recomiendan abonar una sola vez en otoño e invierno, pero no te lo recomendamos si lo has trasplantado porque podrías sobrefertilizarlo y entonces estaría peor.

Poda

Al igual que el ficus verde, los variegata también van a crecer, y bastante. Por eso, en primavera, deberás recortarle las ramas que estén demasiado largas para darle un poco de forma.

Elimina aquellas hojas y ramas muertas o dañadas.

Plagas y enfermedades

En cuanto a plagas y enfermedades, estas no difieren del ficus de hojas verdes. Pero sí es cierto que afectan más negativamente (y grave) a los variegata. Por eso es importante prevenir y estar pendiente de ellos.

En general, en cuanto a plagas, deberías tener cuidado de ácaros, cochinillas y escamas. Por su parte, las enfermedades que pueden atacarle son la podredumbre de la raíz (provocada por un mal riego habitualmente), el mildiu polvoriento o la antracnosis.

Multiplicación

¿Quieres propagar tu ficus variegata? En cuanto lo veas seguro que quieres hacerlo y la mejor manera para hacerlo es, sin duda, mediante esquejes. De hecho, estos puedes cogerlos de la época de poda ya que muchos pueden servirte.

Primero de nada has de saber que los esquejes que se deben coger han de ser siempre de nuevos brotes. Las ramas más antiguas no te van a servir igual (son más difíciles de reproducir).

Además, tienes que asegurarte de que midan entre 10 y 15 centímetros de largo.

Una vez lo tengas, has de quitarle todas las hojas que haya por debajo del brote y ponerlo en agua. Puedes echarle un poco de enraizante para ayudarle a formarlas raíces ya que, hasta que no las tenga, no podrás trasplantarlo a una maceta (o al suelo).

Otra de las formas de multiplicar los ficus variegata es a través de la estratificación aérea. Es decir, cubrir con musgo una rama, humedecerlo y enrollarlo con papel transparente para hacer que forme raíces en la herida que se le hace.

Finalmente, también tendrías la opción de las semillas, pero estas son muy lentas y a veces no garantizan que el ficus salga variegado.

Ya tienes las claves para saber cómo cuidar un ficus variegata, así que ahora solo tienes que encontrar un ejemplar que te guste y llevarlo a casa. ¿Tienes alguno ya? ¿Nos cuentas algún truco para cuidarlo y que esté saludable y feliz? Te leemos.


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