Cómo cuidar una palmera en maceta

La palmera de salón puede tenerse en el dormitorio

Imagen – Wikimedia/Pluume321

Las palmeras son plantas que se suelen tener en macetas, especialmente cuando son jóvenes y/o miden menos de dos metros de altura. Aunque no todas se pueden tener en recipientes durante toda su vida, la gran mayoría se adapta muy bien a vivir en uno durante muchos años. Pero así y todo habrá que tener presente que más tarde o más temprano lo más recomendable será plantarlas en el suelo.

Ahora bien, mientras llega ese momento, voy a explicarte cómo cuidar una palmera en maceta, e independientemente de si la tienes en interior o en el patio.

Guía de cuidados de las palmeras en macetas

Las palmeras que crecen en macetas necesitan una serie de cuidados para estar bien, ya que si no se les da, al final terminarían por debilitarse y enfermar. Por eso, si nos interesa decorar la casa o alguna zona del exterior con ellas, es importante que sepamos lo que te contaré a continuación:

Ponlas en una zona con mucha luz natural

La palmera areca necesita mucha luz

Imagen – Wikimedia/Mokkie

Todas las palmeras necesitan luz, y son muchas las que han de estar en un lugar soleado, como las Phoenix, Parajubaea, Butia o Washingtonia por ejemplo. De hecho, de entre las que más se cultivan, solo las Chamaedorea, Licuala, Livistona y Pritchardia pueden estar (y en el caso de las Chamaedorea es algo que necesitan, ya que de lo contrario se quemarían rápidamente) en sombra.

Vista de la Chamaedorea elegans
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La falta de luz hace que sus hojas pierdan color, y que su ritmo de crecimiento se vuelva más lento, o que incluso se pare. Y si la palmera se queda sin energía, no producirá hojas nuevas ni se fortalecerá.

La maceta ha de tener oficios en su base y ser del tamaño adecuado

No hay nada peor para prácticamente cualquier planta, exceptuando las acuáticas, que se ponga en una maceta sin agujeros. Centrándonos en las palmeras, estas son muy sensibles al exceso de agua, hasta el punto de que si se ponen en un macetero o recipiente sin agujeros de drenaje, el agua que quede estancada pudrirá las raíces.

Además, es importante que sea del tamaño adecuado; es decir, que sea lo suficientemente ancha y alta para que puedan crecer un par de años o tres, pero no más. Si se ponen en una demasiado grande, el riesgo de que se pudran también es muy alto, porque tendrán demasiada tierra húmeda cada vez que riegues o llueva. Por eso, para que no haya problemas, lo ideal es escoger una que mida entre 5 y 10 centímetros más de ancho y alto que la que ya tiene.

Ponle tierra ligera y fértil

La tierra en la que crezcan nuestras palmeras en maceta ha de ser de buena calidad. Por ello, vamos a plantarlas en macetas con sustrato para plantas verdes, o con una mezcla de tierra universal para plantas con un 30% de perlita. Existen muchas marcas en el mercado, pero por propia experiencia aconsejo las siguientes: Flower (en venta aquí), Fertiberia (en venta aquí) y Weedness (en venta aquí), ya que aunque se compacten un poco siguen absorbiendo el agua sin problemas.

He probado otros sustratos que, cuando se secan por completo, dejan de absorber el agua, y para que vuelvan a hacerlo tienes que meterlas macetas en un barreño durante un rato (una media hora o así).

Riégalas de vez en cuando

Las palmeras son plantas que pueden estar en macetas

No puede faltarles agua. El riego será más frecuente en verano que en invierno, y además, hay que regar más seguido a las palmeras que estén en el exterior que a las que están dentro de casa. Por lo tanto, y teniendo presente que no soportan el exceso de agua, lo más aconsejable será utilizar un medidor de humedad como este, al menos al principio hasta que tengamos más experiencia.

Por otro lado, si le tenemos puesto un plato debajo, tenemos que escurrirlo después de cada riego. Así evitaremos que las raíces mueran como consecuencia del exceso de humedad.

Abónalas en primavera y verano

Es importante abonar a las palmeras en macetas mientras estén creciendo, aunque nuestra intención sea tenerlas en recipientes durante muchos años. Si las abonamos, conseguiremos que estén mucho más fuertes, más sanas, y verdes. Así que no hay que dudar ni un momento en abonarlas por ejemplo con fertilizantes líquidos específicos para palmeras (como este), o con abonos, también líquidos, como el guano.

Pero eso sí: hay que seguir siempre las indicaciones del envase, pues de lo contrario las plantas sufrirán daños.

Que no les falte humedad ambiental

Para que puedan estar bien las palmeras necesitan que la humedad ambiental sea alta, o por lo menos superior al 50%. Si el lugar en el que las tenemos hay una humedad alta, no hay que hacer nada; pero si la colocamos por ejemplo en un ambiente muy seco, entonces tendremos que pulverizar sus hojas a diario cuando ya no le dé el sol, o colocarle recipientes con agua alrededor. De esta forma evitaremos que las puntas de las hojas se vuelvan marrones, y que la palmera se vea mal.

Cámbialas a una maceta mayor cada vez que sea necesario

Y es que una palmera que se mantiene en una misma maceta por siempre, al cabo de unos años termina secándose debido a la falta de espacio. Para que eso no pase, hay que acordarse de plantarla en una más grande cada vez que se le salgan las raíces por los agujeros de drenaje, o cada 3 años de media. Si es de muy lento crecimiento, como una Arenga o una Caryota, se podrán cambiar cada 5 años.

Problemas más habituales de las palmeras cultivadas en maceta

Las palmeras pueden quemarse o enfermar

Imagen – Flickr/Scot Nelson

Hay una serie de cosas que pueden sucederles a nuestras palmeras que tenemos en maceta, y son:

  • Hojas con puntas marrones: puede deberse a una humedad ambiental baja, a la exposición de corrientes de aire o calefacción. En estos casos, se debe pulverizar con agua, así como alejarla de las dos últimas.
  • Las hojas más jóvenes se vuelven amarillas: es un síntoma claro de falta de agua. Hay que regar más.
  • Las hojas más viejas amarillean: si la planta está bien, no es un problema. Las hojas más viejas van muriendo a medida que brotan nuevas. Pero, si hay muchas amarillas, entonces es porque se está regando demasiado. Para corregirlo, hay que regar menos y aplicar fungicida polivalente.
  • Las hojas se vuelven marrones de un día para otro: puede ser debido a la exposición al sol. Y es que si la palmera ha estado toda su vida en sombra, y al llegar a casa la ponemos en un lugar soleado, se quemará porque no estará acostumbrada. Para evitarlo, hay que aclimatarla poco a poco, y exponerla a la luz solar solo si es de una especie de sol.
  • La hoja central se muere: suele ser porque ese ejemplar es más débil que los otros. Esto ocurre cuando se plantan muchos plantines en una misma maceta, como ocurre con las Chamaedorea elegans y la Dypsis lutescens. Puede solucionarse si se trasplantan a una maceta más grande, pero esto no asegurará la supervivencia de todos los plantines.
    Otra posible causa es el exceso de agua, la cual causa la aparición de hongos que pudren las raíces primero y el tronco con hojas después. Por desgracia, no existe tratamiento.
  • Plagas: araña roja y cochinilla. Ambas son especialmente comunes en interiores, pero también aparecen en palmeras de exterior. Se pueden tratar con tierra de diatomeas, la cual es un insecticida ecológico muy efectivo.

Espero que ahora sepas cómo cuidar una palmera en maceta.


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