Las plantas, con sus bellos colores y formas, consiguen que el hogar se vea mucho más vivo y alegre de que lo estaría sin ellas. Y lo más interesante es que hay muchas especies que podemos encontrar en los viveros que se adaptan muy bien a vivir en el interior de la vivienda, como la palmera kentia o la aspidistra.
Aún así, es necesario saber cómo cuidar una planta de interior para que pueda mostrarse tan bella como siempre.
Las plantas de interior son aquellas que provienen de lugares donde no se producen heladas o éstas son muy débiles y de corta duración. La mayoría viven en las selvas tropicales húmedas, en zonas donde las precipitaciones son tan abundantes que la vida, tanto vegetal como animal, puede adoptar diferentes formas y ser de diversos colores.
Antes de llegar a nuestras manos, aquellas que nos encontramos a la venta en los viveros y tiendas de jardinería han estado siendo cultivadas en invernaderos climatizados y por personas que las abonaban regularmente. Así, con una buena temperatura, un alto grado de humedad y un abonado regular, han podido crecer y ponerse muy bonitas. ¿Cómo cuidarlas en casa?
Las condiciones que tenemos en el hogar son muy diferentes: la temperatura y el grado de humedad son por lo general más bajos, y el modo en el que son cuidadas es distinto. Para que se vean sanas como el primer día, lo primero que tenemos que hacer es cambiarlas de maceta en primavera, ya que es probable que han tenido el mismo recipiente durante varios años y que, debido a ello, las raíces hayan ocupado todo el espacio disponible.
Como tierra podemos usar sustrato de cultivo universal mezclado con un 20% de perlita. Ahora bien, si se trata de una planta acidófila (gardenia, camelia, azalea) es importante usar uno específico para este tipo de plantas. En el caso de que sean carnívoras, usaremos turba rubia mezclada con perlita; y si son orquídeas les pondremos corteza de pino.
Una vez trasplantadas, debemos de regarlas con agua de lluvia, sin cal o destilada (ésta última para las carnívoras). La frecuencia variará dependiendo del tipo de planta que sea. Por lo general, habrá que regar unas dos o tres veces por semana en verano, y entre una y dos el resto del año. A los 15 minutos de haber regado, les quitaremos el agua sobrante del plato para evitar que las raíces se pudran.
Además, durante toda la primavera y el verano será importante abonarlas (excepto a las carnívoras), usando un abono específico para cada planta. Habrá que seguir las indicaciones especificadas en el envase del producto, pero así lograremos que tengan un buen desarrollo.
Para terminar, de tanto en cuando habrá que limpiarles el polvo que se va depositando en las hojas, usando un trapo seco o, aún más recomendable, un paño humedecido con un poco de leche. De esta manera, tendrán un brillo precioso 😉 . Si tiene muchas hojuelas o es una planta grande, podremos usar un plumero pequeño.
Así el hogar lucirá como nunca.
4 comentarios, deja el tuyo
hola tenía una azalea divina y en dos días se puso fea y el color verde esta medio marron que puedo hacer?
Hola Patricia.
Las azaleas tienen que protegerse del sol directo, y regarse con agua de lluvia o sin cal, ya que de lo contrario las hojas se ponen feas.
Mi consejo es que le des hierro en forma de varitas -las encuentras en los viveros-, y que la riegues con agua sin cal. Si no puedes conseguirla, puedes echarle el líquido de medio limón a 1l de agua.
Un saludo.
Muchas gracias así lo haré un saludo
A ti, que vaya bien 🙂