¿Pensabas que necesitarías tener un jardín para poder disfrutar de una gran variedad de plantas? Si es así, tengo que darte una buena noticia: hay muchas aromáticas y culinarias que pueden ser cultivadas en recipientes. Al ser herbáceas, tienen un sistema radicular superficial que no necesita de mucho espacio para poder desarrollarse; además, el tamaño que llegan a alcanzar es el óptimo para que puedas utilizarlas siempre que lo desees.
Así que, ¿te animas a tener algunas? Sigue leyendo para saber cómo cultivar hierbas en macetas .
¿Qué necesito para cultivar hierbas en macetas?
Para que la experiencia sea mucho más agradable, es importante primero preparar todo aquello que vamos a necesitar, que es:
- Maceta: tiene que ser de al menos 30cm de diámetro. La hay de dos tipos:
- Plástico: es un material ligero, impermeable y muy económico. Pero tiene dos inconvenientes: uno es que con el paso de los años se estropea, a no ser que se compren macetas de plástico de exterior; y el otro es que al no pesar mucho si sopla el viento fuerte podría llevársela consigo.
- Barro: es un material rugoso, lo cual es ideal para que las raíces puedan enraizar mejor. Pesa bastante más que el plástico, y es muy decorativo. Pero también tiene inconvenientes: es duradero, aunque frágil. Si se cae al suelo se rompe enseguida.
- Greda volcánica
- Sustrato a base de turba negra o mantillo
- Regadera con agua
- Un lugar en el exterior donde llegue la luz
- Plantas o semillas: orégano, tomillo, lavanda, salvia, albahaca, tomillo, melisa, mejorana, hierbabuena,… o cualquier otra que nos interese.
El siguiente paso: plantarlas
Una vez que lo tenemos todo, es momento de pasar a la parte más interesante: plantar (o sembrar, si hemos optado por adquirir semillas). Los pasos a seguir son los siguientes:
- Primero, echaremos una capa de greda volcánica en el interior de la maceta. Esto ayudará a que el agua pueda drenarse bien y rápido.
- A continuación, rellenamos un poco la maceta con el sustrato que hayamos escogido.
- Después, vamos plantando los plantones dejando una distancia entre ellos de unos 5cm, o sembrando las semillas en la superficie de la tierra dejando una distancia de 2-3cm.
- Luego, terminamos de rellenar.
- Y finalmente, regamos.
Ahora sólo es cuestión de colocar la maceta en un lugar luminoso, e ir regando de manera que la tierra esté siempre húmeda (pero no encharcada).
Fácil, ¿verdad?