Si te gustan las plantas es posible que en alguna ocasión te hayas encontrado con los claveles del aire. También son conocidas como tillandsias o plantas aéreas, y hay miles de especies diferentes. Si tienes, sabrás que lo mejor es colgarlas para decorar. Pero, ¿cómo colgar el clavel del aire para que quede bonito?
A continuación te vamos a dar algunas ideas que puedes hacer en tu propia casa o que no te van a costar demasiado dinero para disfrutar de un clavel del aire (o de varios). ¿Empezamos?
Por qué se debe colgar el clavel del aire
Como te hemos dicho antes, el clavel del aire es también conocido como tillandsias y estas se caracterizan por no necesita maceta para vivir sino que apenas desarrollan raíces y pueden mantenerse bien solo viviendo del aire y la humedad que haya en el ambiente. Ahora bien, hay un elemento primordial que necesitan para desarrollarse correctamente: la luz.
No estamos diciendo que necesiten sol directo, sino más bien necesitan una iluminación para poder nutrirse de ella. Y el problema es que, cuando la tienes en un recipiente puede pasar que solo le dé la luz por una parte, pero si no te dedicas a ir cambiándola o dándole vueltas, siempre va a ser así.
Por eso, la mejor opción es colgarlas porque de esta forma la luz le llegaría a todos los rincones (aun cuando le cuelgues en una zona, siempre puedes cambiarla para que le dé la luz a toda la planta).
Pero, ¿y cómo la colgamos para que decoren? Si tenemos en cuenta que no tienen raíces, tampoco tallo, y son solo hojas, puede resultar difícil hacerlo. Por eso, te proponemos algunas opciones.
Con alambre
Imagina que tienes una tillandsia que es un bultito del que salen muchas hojas largas. Perfectamente la puedes poner en un lugar, tumbada o de pie, pero a la de colgar, es posible que, hagas lo que hagas, se caiga.
Salvo que uses alambre. El objetivo es que la planta esté bien cogida, y lo que hacen muchos expertos en clavel del aire es rodear toda la planta con el alambre de tal forma que queda bien sujeta y al mismo tiempo tenemos una sujeción por donde colgarla. De hecho, en la parte inferior de la planta se hace una especie de “cama”, una base para depositar dentro la planta y después, con ese mismo alambre se le va dando vueltas (no demasiado pequeñas entre sí) para albergar la planta, al menos lo suficiente para darle consistencia.
Es cierto que esto puede quitarle algo de belleza a la planta, por eso se recomienda usar un alambre de un color parecido al de la planta. Por defecto, que sea verde. De esta manera se llega a mimetizar de alguna forma con el verdor de la planta.
Con lana
Otra de las opciones que tienes para colgar el clavel del aire es con lana. Es posible que en tu casa tengas, o bien la compres porque no es demasiado cara. Eso sí, te recomendamos que sea algo gruesa y de un color parecido al de la tillandsia.
La forma de trabajar con la lana puede ser la misma que hemos visto con el alambre, pero también, y dependiendo de la tillandsia, podrías cubrir con ella parte de la planta (por ejemplo, en el caso que te poníamos antes, envolviendo parte de ese bulto) que parezca que tiene una especie de “maceta de lana” y atando a esta parte unas tiras de la misma lana podrías colgarla sin peligro a que se fuera a caer.
De hecho, es bastante original, y pocas veces se hace así pero el resultado es bastante curioso y de alguna forma proteges a la planta al mismo tiempo que permites que la luz pase por entre las fibras de lana.
Eso sí, solo para algunas porque no todas se pueden poner así.
Usando hueveras
Las tillandsias tienen la habilidad de adaptarse donde las pongas. Y lo cierto es que no necesitan de sujeciones específicas para ellas. Así que una que se nos ocurre (y que hemos puesto en práctica) es comprar hueveras. Sí, esas que son de alambre y que dejan espacio entre las líneas.
Colgar un clavel del aire con esta técnica no es difícil. Para empezar, coge la huevera y, con alambre, lana, hilo o lo que se te ocurra, haz una especie de columpio donde la huevera es el asiento y el resto las cuerdas que atarás en una rama o donde quieras.
Ahora, sitúa la tillandsia. Si ves que se mueve o no tiene mucha consistencia podrías probar a poner más alambre (haciendo una especie de jaula) de tal forma que, aunque se mueva, va a quedarse en ese sitio.
Esto te permite jugar un poco con el color. Porque podrías poner las cuerdas o alambres con el color de las flores de esa tillandsia de tal forma que, cuando florezca, todo se mimetizará y realmente parecerá suspendida en el aire.
Usando recipientes de cristal
Si tienes recipientes de cristal estos van a ser ideales para las tillandsias más pequeñas o aquellas que son más difíciles de atar.
Por ejemplo, aquellas tipo musgo o de mata.
¿Cómo se haría? Primero debes limpiar bien el recipiente de cristal. Asegúrate que le has quitado las etiquetas si las llevaba para que la luz entre en toda la zona. Ahora, puedes usar un poco de silicona por fuera y pegar una cuerda para atar el recipiente, o, si tiene asa, hacerlo por ahí más fácilmente.
Que no te asuste que se quede ladeado, de hecho es mejor y queda más bonito que si lo pones el bote recto con la abertura hacia arriba.
Lo único que te quedaría es poner el clavel del aire dentro y colgarla.
Al estar dentro de un cristal la luz se reflejará y eso hará que reciba por todos los puntos.
Sobre una rama vieja
Si tienes una rama vieja, un tronco o algo parecido, teniendo en cuenta que estas plantas son epífitas, podrías colocarlas y fijarlas con alambre a este haciendo que parecieran que han nacido de esa rama o tronco.
Eso sí, ten en cuenta que va a pesar bastante más con ese elemento, por lo que es posible que tengas que colgarlo con cuerda fuerte o con alambre grueso, la lana seguramente se acabaría rompiendo.
Como ves, hay muchas formas de decorar con clavel del aire. Ya dependerá de ti cómo quieras ponerla. Pero seguro que quedará genial. ¿Se te ocurren más ideas para que queden bonitas?