Durante el invierno puede hacer frío, pero esa no es necesariamente una excusa para no poder disfrutar del jardín. Hoy en día puedes conseguir que el tiempo pase volando cuidando de tus plantas o leyendo un buen libro, por ejemplo, mientras estás rodeado de tus queridas plantas. Además, piensa que es la estación del año en la que menos mosquitos hay, hasta el punto de que si el clima es templado lo normal es que no haya ni uno, así que ¿por qué no aprovechar el tiempo libre haciendo aquello que más te gusta?
Pero si no tienes claro qué puedes hacer para que las bajas temperaturas no te detengan, no te has de preocupar por eso. A continuación te vamos a dar una serie de consejos que te serán de utilidad para que tu jardín sirva también como lugar de ocio y/o desconexión en invierno.
Pon calefacción en el jardín
Lo primero es lo primero. Si en tu zona suele haber heladas, o si las temperaturas bajas se combinan con una humedad ambiental alta, la sensación térmica puede ser muy incómoda. Así que, aparte de llevar ropa adecuada, es muy interesante poner alguna estufa de exterior o un brasero. Hay infinidad de modelos de distintos tamaños y precios, por lo que es importante que tengas en cuenta algunas cosas antes de decantarte por uno u otro.
Por ejemplo, si dispones de electricidad en el jardín o prefieres que funcione con leña o carbón, si quieres que tenga un diseño en vertical para ponerlo en un rincón o si por el contrario prefieres que tenga un porte bajo y compacto, o si vas a usarlo para otras cosas como para mantener las bebidas frías o como parrilla.
Con todo, nosotros te recomendamos este modelo de brasero (puedes verlo en la imagen superior), ya que tiene 3 funciones: cuenta con un pozo de fuego, una barbacoa y un cubo de hielo, de modo que te servirá tanto para el invierno como para el verano. Lo mejor es que no necesita suministro eléctrico, puesto que funciona con leña, madera o carbón; de modo que podrás usarlo donde quieras.
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Una carpa para celebrar fiestas y/o reuniones
Seamos sinceros: si un día llueve, habrá pocas ganas de cuidar plantas, ¿verdad? Pero… ¿eso significa que hay que quedarse en casa? ¡No! Tanto si tu jardín es pequeño como grande, podrás celebrar tus reuniones familiares en el interior de una carpa. Actualmente hay de muchos tipos distintos: unas que ofrecen más protección que otras, de colores muy diversos (blanco, verde y azul son los más comunes), y por supuesto de una interesante variedad de tamaños.
Los materiales con los que están hechas también varían. Es más, esto es en lo que más atención deberás de prestar si quieres que tu carpa dure años. Y es que, dependiendo del uso que le vayas a dar, las que tienen una estructura de acero inoxidable y paneles impermeables podrás dejarlas en el jardín todo el año; pero si la estructura es de plástico, por ejemplo, puede acabar bastante mal si se deja a la intemperie siempre, especialmente si es un modelo demasiado barato o de calidad baja.
Entonces, partiendo de esto, y si tu presupuesto es muy ajustado, lo mejor que se puede hacer es mirar de encontrar una carpa que tenga una buena relación calidad-precio. Que no sea excesivamente cara, pero que pueda tenerse fuera día tras día sin que se estropee. Y por eso, te aconsejamos la de la imagen superior, pues su estructura de acero inoxidable y sus paneles impermeables, te permitirán hacer lo que quieras en su interior, aunque fuera haga muy mal tiempo.
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Spa en el jardín o terraza
Después de un duro día en el trabajo, ya puede hacer todo el frío que quiera, que en tu spa vas a estar muy a gusto. Dependiendo del modelo, puedes ajustar la temperatura hasta 40ºC, más que suficiente para que tu jardín o terraza se convierta en el mejor lugar del mundo donde estar.
Para que tu elección sea la más acertada, asegúrate de que los materiales con los que está hecho son resistentes, impermeables y duraderos. Además, has de comprobar que el modelo que te gusta cabe en el sitio donde quieres ponerlo, ya que de lo contrario podría ser que tuvieras cambiarlo.
No te quedes sin el tuyo. Clica aquí para conseguir uno con un diámetro de 180 centímetros y una capacidad de 669 litros. ¡Tiene sistema de masaje de burbujas! ¿No te parece estupendo? 😉
Aumenta la temperatura del agua de la piscina
Una piscina en invierno suele ser el sitio más triste del jardín, puesto que son muy pocos los valientes que se atreven a darse un chapuzón cuando el agua está tan fría. Pero, espera, ¿debe de estar a temperatura ambiente siempre? No tiene por qué. En realidad, puedes bañarte en cualquier momento.
Si hace frío y el agua no te invita a entrar, puedes hacer algo que, sí, te llevará algo de tiempo, pero una vez hayas terminado ese lugar en el que ahora no va nadie volverá a llenarse de vida. Créeme. Solo necesitas un calentador de agua para piscinas. Pero cuidado: no todos son adecuados para todo tipo de piscina, y la mayoría además funcionan con luz eléctrica.
Por ejemplo, el que ves en la imagen es eléctrico, y es apto para piscinas de hasta 457 centímetros. ¿Lo quieres? Pincha aquí y hazte con él.
Protege tus manos con guantes de jardinería de invierno
Las manos son nuestra principal herramienta de trabajo. Como todos sabemos, la piel humana apenas está protegida, y si además somos muy frioleros (sensibles al frío) podemos pasarlo mal. Por eso, es necesario que las protejas cuando vayas a trabajar en el jardín, en cualquier época del año, pero especialmente en invierno.
Pero ojo: en esta estación no te servirán (no del todo) los guantes de jardinería normales, sino que te serán mucho más útiles los que están hechos especialmente para el invierno. Estos son térmicos, puesto que tienen un forro de poliéster y el revestimiento de látex, el cual es impermeable.
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Monta un invernadero y mantén tus plantas a salvo de las heladas
Si bien hay muchas plantas que pueden vivir dentro de casa, hay algunas otras que necesitan tanta luz que, para poder estar bien es recomendable tenerlas en un invernadero. Por ejemplo, la rosa del desierto (Adenium obesum), así como las plantas suculentas (cactus y crasas), tienden a crecer mal si se cultivan en casa; además, cuando llega el invierno, pueden pudrirse como consecuencia del exceso de humedad de la tierra y/o del ambiente.
Una manera de evitarlo es tenerlas en un invernadero doméstico. Hay grandes, medianos y pequeños, de plástico y de policarbonato (estos últimos son más caros, pero también mucho más duraderos), y de varias formas distintas. Así, elegir uno no será muy difícil, puesto que solo has de saber cuántas plantas quieres proteger, y si vas a darle uso todo el año o solo en otoño y/o invierno.
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Tus plantas de jardín jóvenes y/o exóticas requieren protección
Por último y no menos importante, si en tu jardín tienes plantas jóvenes o estás cultivando algunas que están un poco al límite en tu zona, no está de más tomar medidas para que ni el frío ni las heladas les hagan daño. Hemos mencionado antes los invernaderos, pero si están en tierra… ¿qué hacer?
Bueno, pues son varias las medidas que nos serán útiles, como la de ponerles un acolchado (por ejemplo, de arlita que puedes comprar aquí o piedras decorativas) o envolverlas con una tela antiheladas (en venta aquí) como si de un regalo se trataran. Asimismo, echarles abonos de liberación lenta, como el humus de lombriz, también ayudará a que más tarde en primavera puedan reanudar su crecimiento.
¿Qué te han parecido estos consejos para disfrutar del jardín en invierno?