Cómo evitar que los gatos hagan sus necesidades en el jardín

Los gatos tienden a hacer sus necesidades en el jardín

Me encantan los gatos. De hecho, vivo con tres, y en el jardín hay seis más. Todos son de raza común europea, y todos están castrados. Pero aunque te acabas acostumbrando a que hagan sus necesidades donde estás cultivando las plantas (no podemos olvidar que, como animales que son, también necesitan deshacerse de los residuos orgánicos que su cuerpo no va a utilizar), no gusta ver excrementos entre ellas.

Y gusta aún menos cuando esos felinos no son tuyos. Por lo que a veces puede ser urgente saber cómo evitar que los gatos hagan sus necesidades en el jardín. Si ese es tu caso, pon a prueba estos trucos para que no tengas que estar recogiendo sus residuos, o al menos, no tan seguido.

7 trucos para evitar que los gatos entren en el jardín

Los gatos que van al jardín tienen que estar identificados

Hay varias cosas que se pueden hacer para que los gatos dejen de hacer sus necesidades en el jardín, o en algunos rincones, como por ejemplo:

Poner una red

Si lo que quieres es proteger una zona concreta del jardín, poner una red es la solución más rápida y económica, además de eficaz. Es verdad que no quedará muy bonito visualmente, pero mantendrá las plantas de ese rincón a salvo de los felinos.

Objetos puntiagudos (pero no peligrosos)

A los gatos, como a cualquier animal sensible al tacto, no les gustan los objetos que pinchan. Teniendo esto en cuenta, es interesante colocar conos de pinos, cáscaras de huevo, clavos o tornillos largos, tenedores de plástico, o esquejes de acebo por ejemplo en las zonas por donde caminan, y/o en las macetas de las plantas.

Repelentes naturales

Una forma de evitar que vayan al jardín es aprovechar que no les gustan ciertos olores para disuadirlos. Por ejemplo, a ellos les disgustan mucho los olores fuertes como el que tienen los cítricos (naranjas, limones, mandarinas, etcétera), así que puedes extraer el líquido de estos y rociarlo por las zonas por donde pasan.

Otra opción es colocar las cáscaras de esas frutas esparcidas por el jardín. Es una solución fácil, que además servirá para fertilizar la tierra.

Rociador de agua

Cuando el jardín es grande es un poco complicado mantenerlo limpio del todo. Una manera es colocando un rociador de agua que detecta el movimiento, como este que venden aquí. Por ello, no solo es útil para evitar a los gatos, sino a cualquier otro animal. Después de unas pocas veces, dejarán de ir.

Figura de metal con forma de animal con ojos que brillan

Para un gato común, con un peso medio de unos 4-5 kilos, ver un animal más grande que él con los ojos que le brillan, es una experiencia que le incomoda, máxime si es un búho o similar. Por lo tanto, colocar algunas figuras de metal con forma de animal y con los ojos que le brillen, le disuadirá de acercarse al jardín. Pero eso sí, tendrás que ir cambiándola de lugar para que no se acostumbre.

Valla a prueba de gatos

Es una solución más costosa, pero duradera. Evita tanto que los gatos de los vecinos entren, como que tus gatos salgan del jardín. Lo que se hace es poner una barrera de red, o picos anti-gato con forma de romo en la parte superior de la valla.

Disuasor con sonido ultrasónico

El sonido ultrasónico es audible para los gatos, pero casi nada para los humanos. Para ellos, es un ruido fuerte, y por ello desagradable. Estos disuasores son perfectos para cubrir zonas concretas, por lo que es posible que te lleve un poco de tiempo saber dónde colocarlos. Puedes comprar uno desde aquí.

Consejos para que plantas y gatos puedan convivir bien

Es posible tener gatos en el jardín y no tener problemas

Hemos visto cómo repeler o disuadir a los gatos, pero también es posible crear zonas atractivas para ellos. Y es que, asumámoslo, a veces es muy difícil evitar tenerlos de visitantes. Ya sea porque vives en un pueblo donde los vecinos dejan que sus felinos salgan a la calle, o porque tú mismo cuidas de una colonia de gatos en tu jardín.

Así que ¿por qué no ponerse manos a la obra y crear un lugar donde ellos puedan estar sin perjudicar a las plantas, ni a ti? Créeme, no es imposible. Sigue estos consejos y lo verás:

Identifica la zona de entrada y salida de los gatos al jardín

Esto es esencial, muy especialmente si tienes plantas en maceta y estas están sobre un mueble. Mucha gente se queja de que los gatos las dejan caer al suelo o de que sacan la tierra de los recipientes, pero eso no va a pasar más si sabes por dónde entran y por dónde salen.

Los que van a mi jardín siempre llegan saltando la pared y de ahí a mi patio, siempre en la misma esquina. Antaño tenía una mesa con macetas, y no eran pocas las veces que me encontraba alguna en el suelo. Pues bien, cansada de que se repitiera esa situación, lo que hice fue poner una silla sin nada encima. Desde entonces no he vuelto a ver ninguna maceta en el suelo, ya que usan esa silla.

Y es que a menudo las soluciones más sencillas son las que mejores resultados dan. Una silla, una mesa. Cualquier cosa que facilite la entrada y salida de los gatos al jardín va a conseguir que las plantas estén mejor.

Crea un WC para gatos

O dicho de otro modo: rellena un área con arena. No hace falta que sea muy grande, con uno o dos metros cuadrados es más que suficiente. A los gatos les encanta hacer sus necesidades en terrenos arenosos, ya que estos les permiten hacer sus agujeros y luego tapar sus excrementos con gran facilidad.

El inconveniente que tiene esto es que tendrás que limpiarla a menudo. Pero al menos sabrás que solo defecan en esa área, y no en ninguna otra. Ayúdales a ir hasta allí plantando hierba gatera en el perímetro de la zona, ¡les encantará!

No dejes comida fuera

Si tienes una colonia en el jardín, es posible que quieras dejarles comida a libre disposición. Yo misma lo hago. Pero eso, aunque puede estar muy bien, puede atraer a otros gatos, y esos otros gatos harán sus necesidades. Así que si no quieres que esto pase, es recomendable que les lleves de comer unas 3 veces al día (mejor si son 4 o más, puesto que estos animales comen entre 4 y 6 veces por día), o que les dejes la comida por el día pero por la noche se la quites.

Habla con los vecinos

¿Estás harto de que los gatos del vecindario vayan a tu jardín? Entonces lo ideal es hablar con sus cuidadores para que ambos podáis buscar soluciones que os beneficien. No todos estarán dispuestos a ayudar, e incluso es posible que ignoren el problema, pero al menos deben de conocer lo que pasa.

En cualquier caso, es importante saber que también cuenta el bienestar del gato, y por ello, bajo ningún concepto se debe de hacerle daño (es más, de hacerlo se estaría cometiendo un delito de maltrato animal).

¿Cómo evitar que mi gato vaya al jardín de otros?

Los gatos pueden ir mucho al jardín

La respuesta más corta es: no dejándolo salir de casa. Un gato que desde siempre ha estado con personas dentro de una vivienda, aunque salga de vez en cuando, puede acostumbrarse bien a no salir. Lo único que hay que hacer es mantenerlo entretenido durante esos ratos que esté despierto, por ejemplo jugando con él y una pelota pequeña (del tamaño de las de golf) hecha con papel de aluminio, o con una cuerda. Si gasta energía en casa, no querrá salir al aire libre, pues estará muy cansado para ello.

Además, es importante que esté castrado (NO esterilizado). Con la castración se extirpan las glándulas reproductoras, y con ello, se evita que la gata tenga el celo y que el gato vaya en busca de pareja; con la esterilización solo se evita que los óvulos y los espermatozoides salgan del cuerpo de la gata y del gato, respectivamente, pero el celo y las conductas asociadas a él se mantienen.

El tiempo de recuperación es bastante rápido: más o menos a los 7 días la gata estará casi totalmente recuperada, y el gato a los 3 días. De modo que vale mucho la pena.

Si aún y así quieres que salga, pero solo a tu jardín, no dudes en poner a prueba los trucos que hemos comentado al comienzo del artículo, como el de poner una valla a prueba de gatos.

Por último y no menos importante, por lo que pudiera pasar, es aconsejable identificar al gato. No solo con el microchip, que es obligatorio, sino también con un collar con placa que lleve tu número de teléfono, o uno con GPS. Asimismo, no está de más hablar con los vecinos, para que vean que tienes voluntad de ayudar en caso de que surjan problemas.

Esperamos que con estos consejos tanto los gatos como tú podáis estar tranquilos.


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