Los bonsáis son árboles que, cultivándose en una bandeja, consiguen llevarnos a la naturaleza más salvaje, donde el viento y la tierra determinan el crecimiento de las plantas. A menudo, en los bosques y selvas, nos podemos encontrar con especies que son ligeramente más bajas o con una copa más o menos densa de lo que deberían de ser.
Estas especies terminan siendo las mejores fuentes de inspiración que podemos tener todos aquellos que queremos un precioso árbol en miniatura. Y, también, observándolas, aprenderemos cómo formar el tronco de un bonsái, ya que es fácil que nos surjan ideas a través de estas maravillosas plantas. Pero, ¿cómo definir el estilo de nuestro árbol? Mediante la técnica del alambrado.
¿Cómo alambrar un bonsái?
Elegir el alambre adecuado
La técnica del alambrado es la más recomendable para darle forma al tronco de nuestro bonsái, pero también es una de las complicadas. Es muy importante que se realice en primavera y que la distancia entre los giros sea exactamente la misma para que, primero, no causar daños al árbol, y segundo, para que no pierda demasiado su estética. ¿Cómo se hace?
Bueno, antes que nada, hay que elegir un alambre adecuado, que sea más o menos flexible y que tenga el grosor correcto. En las ferreterías, así como en las tiendas de bonsái, encontraremos dos tipos de alambre: de aluminio anodizado y de cobre recocido. Si somos principiantes, es mucho mejor el de aluminio, pues es mucho más fácil de trabajar. Pero, independientemente de cuál usemos, veremos que hay de diferentes grosores, que van de 1 a 8mm. No es necesario comprarlos todos: para la mayoría de los trabajos nos serán más que suficientes de 1, 1.5, 2.5 y 4mm.
Alambrar el tronco del bonsái
Para alambrar el tronco, podremos usar un alambre de 4mm. Cortamos un trozo de una longitud que sea ligeramente superior al tronco más un tercio, e insertamos la punta del alambre en el sustrato, en el lado menos vistoso del bonsái. Así, se mantendrá bien sujeto.
Ahora, en el sentido contrario a las agujas del reloj, colocamos el alambre de forma ascendente en ángulos de 45º hasta llegar al inicio de las ramas. Una vez puesto, podremos mover el tronco a la posición que queramos, siempre sin forzarlo demasiado.
Si es necesario, se puede añadir un segundo alambre, de la misma forma que hemos colocado el primero. Para que sea más sencillo enrollarlo, lo pondremos justo por debajo del primer alambre, y luego lo iremos girando evitando que se crucen.
¿Cuánto tiempo debe de tener puesto el alambre?
Depende. Por lo general, los árboles de hoja perenne pueden tardar unos 9 meses hasta que finalmente adquieren la forma que queremos; los de hoja caduca en cambio necesitan de 3 a 6 meses. De todas formas, es muy importante ir revisándolo de tanto en cuando para que el alambre no se quede marcado en el tronco, ya que de lo contrario sería muy difícil disimularlo.
Esperamos que te haya sido de utilidad 🙂 .