Cómo guardar semillas de tomate

Cómo guardar semillas de tomate

Si has plantado tomateras este año, sabrás que no duran para siempre. Llega un momento en que la planta no da para más y acaba muriendo. Pero si esos tomates te salieron muy buenos y aún tienes alguno, ¿qué tal si te enseñamos cómo guardar semillas de tomate para plantar en primavera?

Lo cierto es que es muy fácil hacerlo, pero a la hora de guardarlas puedes cometer algún error que haga que, después, no germinen. Por eso, vamos a hablarte paso a paso de todo lo que debes tener en cuenta.

Elegir las semillas de tomate

tomateras con tomates colgando

Lo primero y principal, es que si has tenido tomates te habrás dado cuenta que son más ricos que los que puedes comprar en las tiendas, sobre todo si los has cuidado bien. El sabor, la consistencia, el aroma… todo ello, al ser natural, se nota después. Sin embargo, cada tomatera es diferente, no solo porque puede ser de distintas variedades, sino también porque dé mejores o peores tomates.

Por eso, el primer paso que debes tomar es escoger los mejores tomates, aquellos que provengan de la planta que mejor los ha dado. De esta manera, conseguirás que se repita cuando las plantes y que están tan buenos como estos.

Dejar madurar el tomate

Muchos prefieren sacar las semillas independiente del estado en que se encuentre el tomate. Pero nosotros te recomendamos que lo hagas cuando el tomate esté bastante maduro. Solo necesitarás un tomate porque este contendrá semillas más que suficientes.

Al madurar, las semillas se habrán nutrido bien del tomate. Obviamente, no hay que llegar a que esté podrido, pero sí que el tomate tenga la pulpa suave.

Sacar las semillas

Para sacar las semillas necesitas una cuchara y también un recipiente no muy grande para depositarlas (puede ser un vaso de cristal, el vaso de cristal de un yogur limpio…). Una vez lo tengas todo será hora de empezar.

Lo primero es cortar el tomate por la mitad. Con la cuchara, saca la parte donde están las semillas (no te preocupes si también te llevas la parte gelatinosa, de hecho es mucho mejor que lo hagas así).

Esas cucharadas debes depositarlas en el vaso o recipiente de cristal (no uses plástico porque puede crear moho). A continuación, échale un poco de agua pero a temperatura ambiente.

A este respecto te recomendamos que no uses agua del grifo, sino agua mineral porque así evitas que el cloro y la cal le afecten.

El objetivo es que el agua cubra las semillas con su gelatina.

Tendrás que dejar las semillas ahí unas 48 horas. Te darás cuenta de que ya está listo cuando veas que en la superficie se forma una película como si fuera moho. En ese momento debes sacarlas del agua y lavarlas. Para que te sea más fácil usa un colador, vuelca el líquido del vaso y se quedarán las semillas y algo de gelatina. Ahora, con el grifo del agua, lávalas bien.

Seleccionar las semillas que estén bien

No, no vamos a ponerte ahora a ver, una por una, si la semilla es buena. Esto es más sencillo de lo que crees.

Coge otro vaso y llénalo de agua (si puede ser mejor mineral). Ahora echa las semillas y espera unos minutos. ¿Se quedan semillas flotando? Esas fuera, porque no van a germinar. Quédate solo con las que se hayan hundido.

Con esas, deberás volver a colarlas y darle otro lavado suave. Y a continuación pásalas a una servilleta para que esta absorba el agua. Trata de distribuirlas bien para que se puedan secar al 100%. Esto puede tardar varios días, no seas impaciente porque lo importante es que estén secas.

Cómo guardar semillas de tomate

tomate verde

Y ahora sí, las semillas de ese tomate tan rico ya están listas para guardarlas o para plantarlas. Si es lo primero lo que vas a hacer, debes asegurarte de marcar la fecha en que las cogiste, sobre todo si tienes más, porque normalmente se deben plantar como mucho un año después (para que tengan la fuerza y vitalidad, porque en realidad te aguantarán hasta 4 años).

A la hora de guardar semillas de tomate debes tener en cuenta que van a estar varios meses sin ser usadas, y para conservarlas en el mejor estado has de asegurarte no solo que estén en un buen recipiente, sino que también influirá el lugar en que las coloques.

Empezamos por el recipiente a usar para las semillas. Una vez te asegures de que están perfectamente secas, has de colocarlas en una zona que de verdad sepas que van a estar protegidas.

Y a este respecto tienes varias opciones: la primera, y que muchos utilizan, es una bolsa hermética. Eso sí, asegúrate de quitarle bien el aire; la segunda opción es una bolsa de papel.

En ambos casos las semillas quedarán bien protegidas y no tendrás problema de que aguanten.

Ahora bien, ¿y dónde guardarlas? Algunos piensan que deben estar en el frigorífico pero lo cierto es que no es así. Basta con que las coloques en una zona a temperatura ambiente. Eso sí, te recomendamos que mejor no les dé la luz, para que así no inicien el proceso de germinación (si bien necesitan agua, como tendrán algún acúmulo dentro podrían intentarlo).

Cuando llegue la primavera podrás recuperar esas semillas y plantarlas (ya sabes, dejándolas unas 24 horas en agua para que inicien el proceso de germinación y después plantándolas en la tierra). Lo bueno de sacar semillas de los tomates que sabes que son buenos es que la planta que obtendrás de esas semillas será similar y volverás a disfrutar del mismo sabor y aroma que el año anterior.

germinacion de semillas de tomate

Además, todas las variedades de tomate siguen el mismo proceso para sacar semillas, con lo que si te haces con distintos tomates podrías sacar semillas de todos ellos y así tener un pequeño huerto para ahorrarte comprarlos (y además que estarán mucho mejores de sabor que los de las tiendas).

¿Tienes alguna duda sobre cómo guardar semillas de tomate? Si es así, puedes consultarnos sin problema e intentaremos ayudarte. ¡Hagamos un huerto en casa!


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