Cuando hablamos de los cuidados esenciales que necesita cada tipo de planta, no es extraño que hagamos referencia al nivel de pH idóneo para el sustrato. Y es que esta es una condición que puede influir mucho en el bienestar de las especies vegetales. Por eso, si quieres que tus plantas estén todavía más sanas, fuertes y bonitas, vas a descubrir cómo medir el pH de la tierra.
Además, vamos a ver un poco más en profundidad que es el pH y qué tipos existen, para que entiendas bien de qué estamos hablando y la importancia que tiene esta condición para el desarrollo de tus plantas.
¿Qué es el pH y qué tipos existen?
El pH es una medida que nos indica la acidez o alcalinidad de una sustancia o una solución. Cuando hablamos de plantas, el pH se refiere al grado de acidez o alcalinidad que tiene el sustrato en el que estas viven. Se valora en una escala de 0 a 7, y esto nos permite hablar de diferentes tipos:
pH ácido. Decimos de un suelo que es ácido cuando el pH está por debajo de 7. El suelo ácido resulta ideal para plantas como los arándanos y las azaleas.
pH neutro. La neutralidad se produce cuando es igual a 7. Es un tipo de suelo adecuado para la gran mayoría de las plantas. De hecho, la casi la totalidad de los sustratos comerciales tienen un nivel neutro.
pH alcalino o básico. En este caso el pH se sitúa por encima del 7. Son los preferidos por plantas como la lavanda y algunas hierbas de origen mediterráneo.
Cómo afecta el pH de la tierra a las plantas
Si tienes una planta a la que le estás dando todos los cuidados básicos y no consigues sacarla adelante, es posible que el fallo esté en el sustrato, y que este no tenga el nivel de acidez o de alcalinidad que esa especie necesita.
El nivel de pH que tiene el sustrato influye en las plantas de muchas maneras, y estas que repasamos son las más importantes:
Disponibilidad de nutrientes
En función de cómo sea el suelo, habrá más o menos disponibilidad de ciertos nutrientes. Por ejemplo, los suelos alcalinos tienen menos cantidad de fósforo, calcio y magnesio. Por el contrario, en los suelos ácidos el hierro y el manganeso se vuelven más solubles.
Esto quiere decir que, una planta que requiere suelos ácidos y que vive en un sustrato alcalino, y viceversa, puede tener deficiencias nutricionales que afectarán a su desarrollo.
Absorción de nutrientes
Incluso cuando los nutrientes están ahí, el nivel de acidez o alcalinidad del suelo puede afectar a la capacidad que tiene la planta para absorberlos. De nuevo, esto puede hacer que esa planta que tanto nos gusta y que con tanto cariño cuidamos, no termine nunca de mostrar su mejor aspecto.
Toxicidad
En los suelos ácidos suele haber mayor liberación de aluminio, mientras que en los alcalinos se acumulan las sales solubles. En ambos casos esto puede suponer un problema de toxicidad para especies de plantas que no toleran bien estas sustancias.
Actividad microbiana
El tipo y cantidad de microorganismos que hay en el suelo, como bacterias y hongos, también dependen del pH. Y sabemos que las plantas necesitan de la acción de estos para que se encarguen de descomponer la materia orgánica y liberar nutrientes.
De esta forma, si el suelo no es el adecuado para ella, la planta tendrá problemas para acceder a los nutrientes que se derivan de la descomposición de la materia orgánica.
Germinación de semillas
¿Te ha ocurrido alguna vez plantar semillas y que no crezcan? Esto puede deberse al pH del suelo. Si no es el adecuado para el tipo de planta, la semilla no va a germinar.
Consideraciones importantes sobre el pH para las plantas
Para la inmensa mayoría de las plantas, el rango ideal de pH oscila entre 6.0 y 7.5, es decir, entre ligeramente ácido y ligeramente alcalino. A pesar de ello, muchas responden bien si están en un suelo con pH neutro, que es el más habitual cuando utilizamos sustrato de origen industrial.
No obstante, es importante valorar el pH que necesitan nuestras plantas en su sustrato, porque esto nos ayudará a darles lo que de verdad requieren para crecer y alegrarnos con su belleza.
Cómo medir el pH de la tierra
Puedes elegir entre dos alternativas muy sencillas:
Kit de prueba de pH
Lo puedes encontrar en cualquier tienda de productos de jardinería y es muy fácil de utilizar. Se trata de impregnar las tiras con una solución y ponerlas en el suelo. Su color cambiará en función del nivel de acidez o alcalinidad detectado.
Medidores de pH electrónicos
Te van a dar una lectura mucho más precisa que el kit manual. Son unos dispositivos con una sonda que se inserta en la tierra para hacer la medición, y que muestran los resultados en una pantalla digital. Eso sí, para garantizar un buen funcionamiento, hay que calibrarlos de forma periódica.
¿Cómo hacer un suelo más ácido?
Si ahora que ya sabes cómo medir el pH de la tierra has comprobado que tu sustrato es muy alcalino para tus plantas, puedes añadirle un mayor grado de acidez aportando lo que se conoce como enmiendas ácidas, que son la turba y el musgo de turba. También puedes añadir azufre elemental o utilizar fertilizantes ácidos, así como incorporar corteza y agujas de pino al sustrato.
En todo caso, ten en cuenta que la acidificación del suelo es un proceso que puede llevar un tiempo. El cambio no se va a operar de un día para otro.
¿Cómo hacer un suelo más alcalino?
En este caso le puedes añadir a la tierra sustancias como caliza molida, ceniza de madera, bórax, cal agrícola o fertilizantes alcalinos.
No te sobrepases al añadir estas enmiendas. Añádelas poco a poco, deja que actúen y ve midiendo el pH para evaluar los resultados.
Teniendo claro cómo medir el pH de la tierra y cómo hacer ajustes en la misma, puedes conseguir que tus plantas estén más sanas y bonitas que nunca.