Si tienes césped artificial sabrás que, uno de los cuidados que tienes que proporcionarle a menudo si quieres que mantenga ese aspecto como si estuviera recién puesto es el cepillado. Dicho de otra manera, saber cómo peinar el césped artificial.
Esto, que puede ser muy fácil de hacer, en realidad no lo es tanto. Y aquí es donde puedes encontrarte con errores y problemas que hagan que tu césped pierda ese brillo y cuerpo que tenía antes. ¿Qué tal si te echamos una mano para conseguir que te dure mucho tiempo?
Por qué se debe cepillar el césped artificial
Lo primero que debes tener en cuenta es que cepillar el césped artificial es una tarea muy importante para conseguir un buen mantenimiento de este.
El objetivo de un buen cepillado es eliminar cualquier residuo que exista en él, pero no sólo algo físico, sino también zonas donde se ha aplastado el césped, por ejemplo huellas de pisadas o de muebles colocados. Esto permite que las briznas que forman parte del césped se enderecen y que el césped parezca como nuevo.
En general, debes cepillarlo cada 3-4 semanas para mantenerlo sano. No es sólo que hagas que alargue en el tiempo el aspecto natural, sino que además lo mantendrás limpio. Si tardas mucho entre el cepillado, no sólo te puede costar más enderezar las fibras, sino que podrías no lograrlo.
Cómo peinar el césped artificial
Ahora que te queda claro el motivo por el que tienes que barrer o cepillar el césped artificial, es hora de conocer cómo hacerlo. Porque no vale cualquier cosa. Necesitas algunos materiales para conseguirlo.
El más habitual es un cepillo de fibras duras, ya que es el que te permitirá enderezar las briznas del césped. Eso sí, debes asegurarte de que su uso es para césped artificial. De lo contrario, las fibras se pueden romper y, al final, lo único que conseguirás es que tenga «calvas».
Si la superficie del césped artificial es bastante, quizá un simple cepillo no sea suficiente para acabar pronto. En esos casos, puedes optar por un cepillo eléctrico. Estos los encontrarás en las tiendas como barredora o peinadora eléctrica y sí, es mucho más rápida que el cepillo. Además, al ser una máquina, es posible que obtengas resultados más eficientes y rápidos.
Por el contrario, no te recomendamos que uses un rastrillo de jardín de metal, porque, al igual que ocurre con los cepillos no aptos para césped artificial, lo único que conseguirás es romper las fibras y dañar el césped.
Cómo barrer el césped artificial
Una vez te hayas decantado por una de las dos herramientas habituales, ya sea el cepillo manual o la barredora eléctrica, tienes que aprender a utilizarlas para obtener los mejores resultados.
Y eso implica, de primeras, cepillar siempre a contrapelo. Esto te ayudará a poder levantar las fibras y a borrar las huellas, pisadas, además de quitar cualquier resto.
Eso sí, te recomiendo que, si son restos grandes, mejor quitarlos con las manos para evitar problemas.
Otro punto que debes tener en cuenta a la hora de cepillar el césped artificial es organizarte por bandas o por zonas. En lugar de cepillarlo todo, ve por partes. De esta manera no sólo te ayudará a ir borrando tus propias huellas al ir cepillándolo (y pisándolo), sino que también te organizarás mucho mejor.
Tienes que ser paciente en esto, porque cuanto más lo cepilles, más natural se verá. Así que tómate tu tiempo.
Hay un pequeño truco que utilizan muchos expertos y es el añadir, cuando se instala, o cuando se va a cepillar, arena de sílice. Esto se hace porque ayuda a que las fibras del césped artificial se recuperen mucho más rápido (y con mejor calidad). De ahí que, si no obtienes buenos resultados, puede ser una solución.
El acabado final
Una vez hayas terminado de cepillarlo, muchos expertos recomiendan que lo riegues. No igual que si fuera un césped natural, pero sí lo suficiente para eliminar el polvo de las fibras y así darle un mejor aspecto. Esto, sobre todo, se recomienda hacer en verano, porque así también lo refrescas.
Eso sí, tendrás que ver si el polvo se le va del todo, ya que si tiene manchas, es posible que tendrás que limpiar de manera manual. Para ello, lo mejor es usar un trapo húmedo con agua y jabón neutro.
Aquí tendrás que armarte de más paciencia, porque tendrás que ir trocito a trocito, pero el resultado merecerá la pena porque se verá mucho más nuevo.
¿Qué pasa si tiene chicle pegado o cualquier resto animal?
Puede ocurrir el caso de que en tu jardín tengas animales, como perros o gatos, y que estos hagan sus necesidades, o incluso vomiten, en el césped. Si lo limpias de inmediato, no pasará nada. Pero si no es así, puede ocurrir que esto se pegue a las fibras.
Cuando eso pasa, además de retirar los restos, tendrás que probar con el trapo húmedo e incluso con un pequeño estropajo para conseguir eliminar todos los restos.
En el caso de que sea chicle, tu mejor aliado es, sin duda, un hielo. Cuando lo aplicas en el chicle, consigues que este se congele. Al hacerlo, las propiedades adherentes que tiene las pierde, y se puede despegar mucho más fácilmente.
Qué pasa si no cepillo el césped artificial
Puede ocurrir que, bien por falta de tiempo, porque desconocías el mantenimiento, o por cualquier otro motivo, no cepilles el césped artificial. Cuando eso pasa, te enfrentas a varias consecuencias. La primera, es que la amortización de la inversión se va a ver afectada. Imagina que te has gastado 10000 euros en colocar el césped artificial. Y no lo cuidas. En lugar de durarte 20 o más años, puede que antes de los 10 años ya se vea mal y tengas que renovarlo si no quieres que tenga ese aspecto.
Otra de las consecuencias es la acumulación de polvo y suciedad. Si el césped es verde, con el paso del tiempo sin barrerlo o cepillarlo se convertirá en un verde ceniza, o incluso un gris. Y eso lo único que consigue es que se vea con un aspecto desvencijado.
La tercera consecuencia tiene que ver con las briznas. Al no enderezarlas, estas harán que el césped se vea hundido y aplastado. Dicho de otra manera, no será agradable a la vista.
Así que, si tienes césped artificial, te recomendamos que sepas cómo cepillarlo para que puedas mantenerlo en buen estado todo el tiempo posible.