Si tenéis un huerto y estáis pensando en introducir algún vegetal productivo pero sencillo de cuidar, uno de los más recomendables es el calabacín. Esta planta es fácil de cultivar y da bastantes frutos durante un período bien largo. Obviamente, primero tenemos que saber cómo plantar calabacín.
En este artículo explicaremos cómo hacerlo paso a paso, tanto en tierra como en maceta. Además, comentaremos cuánto tardan estos vegetales en dar fruto.
¿Cómo se planta el calabacín?
Antes de explicar cómo plantar calabacín, primero debemos saber cuándo es la mejor época para ello. Es importante tener en cuenta que las semillas de estos vegetales necesitan unas temperaturas cálidas y mucha luz para poder crecer bien, ya que no soportan nada bien las heladas. Sabiendo esto, ya podemos deducir que lo mejor es plantarlas en primavera si el clima es adecuado. En el hemisferio norte, los meses más recomendables son abril y mayo.
Cabe decir que en los climas más fríos el cultivo se tiene que atrasar. En el caso de climas más cálidos, lo más aconsejable es adelantar el cultivo un poco, ya que el sol en veranos extremadamente calurosos puede ser bastante dañino para los calabacines jóvenes. También tenemos la opción de plantar los calabacines en maceta o en semillero y cultivarlos inicialmente en casa para más adelante trasplantarlos. En este caso, adelantar la siembra unas semanas es perfectamente factible.
Teniendo en cuenta la época de siembra, veamos cómo plantar calabacines paso a paso:
- Preparar la tierra: Primero debemos escoger una zona con suficiente sol para plantar ahí los calabacines. Una vez seleccionado el sitio, tenemos que aportarle al suelo una gran cantidad de compost o de humus de lombriz. Para ello hay que remover la tierra bien y hacerlo como mínimo dos semanas antes de sembrar los vegetales.
- Introducir las plántulas: Después debemos cavar un agujero pequeño de aproximadamente quince centímetros. El fondo lo tendremos que llenar de nuevo con materia orgánica o humus. El aporte de nutrientes es de suma importancia a la hora de cultivar calabacines. Hay que tener en cuenta que debemos respetar un metro de distancia entre cada planta, ya que suelen crecer bastante. En cuanto a la profundidad del vegetal, debemos enterrarlo hasta la altura de sus dos primeras hoja. El objetivo es que se ubique con firmeza y pueda crecer así con más fuerza. Para ello podemos aplastar la tierra alrededor con las manos mismas. De esta manera eliminaremos las bolsas de aire que se hayan podido formar.
- Regar: Tras introducir las plántulas en la tierra, toca regar generosamente. A la hora de cuidar el calabacín, es necesario ir regándolo a menudo. Lo más recomendable es hacerlo alrededor del vegetal, sin que se moje el tallo. Haciéndolo de forma regular y aportando fertilizante orgánico, como por ejemplo el humos de lombriz líquido, la planta lo agradecerá enormemente.
- Acolchar el cultivo (opcional): Si bien es cierto que no es necesario acolchar el cultivo, sí que es muy recomendable ya que lo refuerza mucho. Mediante ello conseguiremos que la tierra mantenga una humedad y temperatura óptimas para los calabacines.
Cómo plantar calabacín en maceta
En el caso de que queráis plantar calabacín primero en una maceta o semillero para más adelanto trasplantarlo, podéis preparar las semillas ya a finales de invierno hasta principios de primavera. Aquí tenéis los pasos a seguir:
- Escoger el semillero: Podemos utilizar semilleros que venden en tiendas de jardinería o coger cualquier recipiente pequeño, siempre y cuando sea impermeable y le hagamos unos agujeros de drenaje. Un buen ejemplo serían los envases de yogur.
- Preparar el semillero: Una vez tengamos el semillero, toca prepararlo adecuadamente para que las semillas de calabacín puedan crecer. Para ello debemos rellenarlo con una mezcla universal para semillero. Generalmente, estas mezclas están hechas a partes iguales de fibra de coco, humus de lombriz y turba. Además, es aconsejable añadir algo de vermiculita y perlita.
- Introducir las semillas: Lo más recomendable es añadir las semillas de tres en tres. De esta manera nos aseguramos de que al menos una germina por cada grupo que hayamos plantado. Hay que enterrarlas a una profundidad que sea el doble de su tamaño y regar después abundantemente.
- Ubicar los semilleros: Cuando ya estén sembradas las semillas, toca colocar el semillero en un lugar cálido que cuente con luz abundante pero suave. Al cabo de una semana ya deberían estar germinando.
- Seleccionar plantas y trasplantar: Tras haber crecido un poco más, tenemos que seleccionar el ejemplar más fuerte de cada grupo. Cuando midan entre diez y quince centímetros, ya podremos trasplantarlas a su ubicación definitiva, que puede ser tanto un huerto como una maceta grande.
¿Cuánto tiempo tarda en dar fruto el calabacín?
Ahora que ya sabemos cómo plantar calabacín, veamos cuánto tiempo tenemos que esperar hasta poder cosechar los primeros frutos. Por suerte, este vegetal es de crecimiento rápido. En tan sólo seis semanas podremos hacer la primera cosecha de esta planta, siempre y cuando la hayamos cuidado bien. Y esto no es todo, las plantas de calabacín producen frutos durante todo el verano e incluso gran parte de otoño si el clima es lo bastante cálido. ¿Pero cómo sabemos si ya podemos cosechar los frutos? Hay un truco muy sencillo: Si clavamos la uña suavemente, sabremos si está listo y maduro si entra con facilidad. Si cuesta un poco, mejor esperar unos días más.
En cuanto a las cantidades, hay que destacar que los calabacines son generalmente unas plantas muy sanas y productivas. Por este motivo debemos andarnos con ojo a la hora de plantarlas y no excedernos para no acumular un número elevado de frutos que no vamos a poder consumir. Si todo va bien durante el cultivo, cada planta de calabacín puede llegar a darnos alrededor de seis frutos. Esto es más que suficiente para una familia compuesta por cuatro miembros. En el caso de que la cosecha sea demasiado abundante, lo mejor que podemos hacer es almacenar los frutos en una zona bien ventilada y fresca cuyas temperaturas oscilen entre los diez y los veinte grados. Así se conservarán mejor.
Como podéis ver, los calabacines son plantas sencillas de cultivar y muy productivas. Así que no os lo penséis más e introducidlas en vuestro huerto, seguro que no os arrepentiréis.