Seguramente sabrás que el plástico es el material que más se utiliza (al menos en Occidente), y es también el que más se tira. Pero, ¿sabías que es, también, uno de los más recomendados para hacer recipientes para plantas? Es impermeable, ligero, y puede durar bastante. Es por eso por lo que aquella botella de plástico que estás a punto de desechar puede convertirse en un nuevo ‘hogar’ para tus fresas.
Y es que estas plantas son perfectas para tener en recipientes pequeños, ya que no necesitan de mucho espacio para producir una interesante cantidad de frutos. Así que, sin más dilación, descubre cómo plantar fresas en botellas de plástico.
¿Cómo elegir la botella de plástico?
Como bien sabes, hay botellas de plástico de varios tamaños: de medio litro, de un litro, de litro y medio, de dos, etcétera. ¿Cuál es la mejor para la planta de fresa? Bien, pues para ello tenemos que saber qué dimensiones llega a tener la planta una vez es adulta. Y para ello, te diré que, por lo general -siempre puede haber pequeñas variaciones dependiendo de los ejemplares que tengamos delante- las fresas una vez llegan a la madurez miden unos 30-35 centímetros de altura por unos 20 centímetros de ancho. Te pongo un dibujo para que entiendas mejor lo que quiero decir:
En el dibujo, el cuadrado representa a la maceta, y el círculo a la planta. El sistema radicular de la fresa no ocupa mucho espacio, que es por lo que tiene tanto éxito en el cultivo en macetas o incluso en los hidropónicos. Y es por esto también por lo que no necesariamente tendrás que plantarlas en bidones o en recipientes de plástico especialmente grandes. De hecho, las botellas de litro y medio o de dos te pueden ser muy útiles como semillero, y las de 6l como macetas definitivas.
¿Cómo se plantan las fresas en botellas de plástico?
¿Has elegido ya la botella que acogerá a tu planta de fresa? Entonces ahora tienes que hacer lo siguiente:
Límpiala un poco
Este paso es importante solo si dicha botella está sucia y no es de agua potable. Quiero decir, si contenía un líquido que no era agua apta para consumo, tendrás que limpiarla. Para ello, llénala con agua a la que le echarás unas gotas de jabón lavavajillas. Después, ciérrala y remuévela bien, hasta que se haga espuma. Una vez hecho esto, tira el agua, y enjuágala bien. Para acabar, es muy, muy recomendable que la dejes secar al sol, pero si el agua que has usado se puede consumir, podrás pasar ya al siguiente paso.
Córtala por más o menos la mitad
Con unas tijeras afiladas, como las que se usan para cortar las uñas por ejemplo, te será muy sencillo cortarla por la mitad. Como medida de precaución, te aconsejo ponerte guantes, más que nada para evitar que puedas cortarte o bien con las tijeras, o bien con el plástico. Lo sé, es un poco difícil cortarse si se va con cuidado, pero ponerse guantes solo te llevará un momento y, además, puede reducir muchísimo el riesgo de que te hagas alguna herida.
Hazle un o varios agujeros en su base
Es imprescindible que tenga al menos un agujero en la base para que el agua no se quede estancada en las raíces de la planta, de lo contrario, podrían pudrirse y, con ellas, el resto de la fresa. Para que te sea más fácil, pon la mitad de la botella boca abajo, y con las tijeras haz el o los agujeros. Esto no tienen que ser muy grandes; basta que claves la punta de la tijera en el recipiente hasta que veas un pequeño agujero. Piensa que cuanto más grande sea el orificio, más tierra se perderá tras cada riego. De todas formas, si se te ha ido un poco la mano (a todos nos puede pasar) y lo has hecho muy grande, no te preocupes porque con una malla de drenaje se soluciona.
OPCIONAL: Pinta tu nueva maceta
Ahora es el momento, si así lo deseas, de pintar la botella de plástico. Como las raíces de las fresas no quieren estar expuestas a la luz directa, es muy interesante pintar el recipiente si este es transparente. Para ello, puedes usar pinturas acrílicas con base agua y sin disolvente. Aprovecha y deja volar tu imaginación: dibuja flores, insectos o lo que prefieras. Si tienes hijos, anímate a dejarte aconsejar por ellos, o incluso, deja que exploren su vena artística decorando ellos mismos la nueva maceta para la planta.
Planta tu fresa en la botella de plástico
Y llegamos al paso final. Una vez que la botella ya está lista para ser usada como maceta, es momento de plantar la fresa en ella. ¿Cómo se hace? Muy sencillo:
- Primero que todo, si hay algún agujero demasiado grande, ponle encima un trozo de malla de drenaje para que así no se pierda tierra.
- Ahora, has de rellenar la botella con sustrato de cultivo hasta algo menos de la mitad. Aconsejo usar uno específico para huerto urbano (como este) pues tiene los nutrientes necesarios para que la fresa pueda desarrollarse bien durante unas semanas, pero también puedes usar el sustrato universal.
- El siguiente paso es extraer la planta con cuidado e introducirla en la botella. Si ves que ha quedado muy alta o muy baja, no dudes en quitar o en echar más sustrato.
- Para acabar, echa más sustrato hasta que quede bien rellenada, y riega.
Lo único que te queda por hacer ahora es ponerla en un sitio donde haya mucha claridad. Si has pintado la maceta, es interesante ponerla en una zona donde le dé el sol directo unas horas para que la planta pueda tener un mejor desarrollo.
¿Qué te ha parecido esta idea? ¿Sabías que podías usar botellas de plástico como macetas?