Estas plantas herbáceas se han ganado un sitio destacado en jardines y terrazas. Y es que, no es para menos: poseen unas flores de una belleza sin igual, pueden estar tanto en zonas soleadas como en aquellas donde tienen algo de sombra, y por si fuera poco, su cultivo y mantenimiento es apto para cualquier persona, independientemente de la experiencia que tenga con el cuidado de plantas. ¿No te parece genial?
Si la respuesta es afirmativa, no dudes en seguir leyendo. Vamos a ver cómo plantar salvia, ya sea directamente en tierra o en maceta.
Plantar en tierra
Aunque lo ideal es plantarla en primavera, lo cierto es que estamos ante una planta muy resistente que soporta trasplantes fuera de época sin dificultad. Tanto es así que es frecuente que los jardineros planten Salvia durante el verano. Lo único que se ha de tener en cuenta es que se debe de sacar la planta de la maceta intentando que no se desmorone el cepellón de raíces.
Por lo demás, sólo tendrás que hacer un pequeño agujero de plantación -de unos 30 a 40cm de profundidad- allá donde quieras tenerla, mezclar la tierra de jardín con mantillo o abono orgánico (como humus de lombriz), y posteriormente introducir la Salvia en el interior. Finalmente, sólo quedará regar.
Cambiar de maceta, o plantarla en una jardinera con otras plantas
La Salvia se puede utilizar para hacer composiciones con otras plantas, siempre y cuando la jardinera sea grande -de 1m de longitud mínimo-. Trasplantarla es muy sencillo. Sólo tienes que seguir estos pasos:
Rellena la maceta (o jardinera) nueva, hasta un poco más de la mitad, con una mezcla de turba negra y perlita.
Saca la Salvia de la antigua maceta. Si ves que te cuesta, puedes darle un par de golpecitos a los lados, o regarla.
Introdúcela en su nuevo tiesto.
Y por último, sólo queda regar.
Como siempre, si te han quedado dudas, no dudes más y escríbenos 😉 . ¡Que pases una feliz semana!
