Cómo plantar un olivo

Existen diferentes método para plantar un olivo

Si os estáis planteando adquirir un olivo para embellecer vuestro entorno, este artículo os resultará interesante. Este precioso árbol es sumamente atractivo y resulta ser muy resistente. Pero para poder disponer de él, primero debemos saber cómo plantar un olivo, ¿no?

No os preocupéis, pues aquí explicaremos cómo llevar a cabo esta tarea, ya sea en suelo o en maceta. Sí, es posible cultivar este árbol en maceta, así que podéis disfrutar de este hermoso vegetal también en vuestra terraza o balcón, sin necesidad de tener un jardín, huerto o terreno.

Cómo sembrar un olivo

Se puede plantar un olivo en tierra o en maceta

Antes de explicar cómo plantar un olivo, primero debemos destacar algunos aspectos a tener en cuenta. Cabe decir que estos árboles no soportan nada bien el frío. Por este motivo, la siembra se debe realizar en otoño o en primavera si los inviernos son muy fríos. Sea como fuere, siempre debemos intentar evitar las heladas. Este vegetal requiere unos climas templados, motivo por el cual prolifera tan bien en las regiones mediterráneas. Puede soportar bastante bien las temperaturas altas, pero lo ideal para su crecimiento son entre 18 y 22 grados centígrados.

Respecto al suelo, lo mejor para el olivo son los sueltos, calcáreos y volcánicos, siempre y cuando cuenten un buen nivel de permeabilidad. Cabe decir que, ya que no necesita mucha agua, este árbol puede ser sembrado tanto en zonas de secando como de regadío.

A la hora de sembrar un olivo, debemos usar aceitunas que sean recién recolectadas del árbol que se encuentran en el momento adecuado de maduración. De forma natural, cuando la aceituna cae al suelo, primero debe pasar un periodo de latencia, pero de esta manera conseguiremos que la semilla germine acortando este periodo. Veamos ahora paso a paso cómo sembrar un olivo:

  1. Remojar la semilla: Lo primero que debemos hacer es quitar toda la pulpa o carne de las aceitunas, asegurándonos de que no quede ningún resto. Después hay que colocar los huesos en agua y dejarlos en remojo durante unas 24 horas. Una vez transcurrido este tiempo, toca seleccionar aquellos huesos de aceituna que permanezcan en el fondo del recipiente y desechar aquellos que floten, puesto que estos no llegarían a agarrar.
  2. Escarificar: El siguiente paso es llevar a cabo el proceso de escarificación. Se trata de liberar la semilla. Para ello debemos romper la carcasa mediante unos alicates o unas pinazas, teniendo mucho cuidado de no dañar sin querer la semilla que se encuentra en su interior. Otra opción sería desgastar las cubiertas utilizando papel de lija.
  3. Estratificar: Por último queda el estratificado, proceso mediante el cual simularemos las condiciones naturales que necesita la semilla para poder germinar. Para conseguirlo debemos usar un recipiente de vidrio o un envase de plástico, colocar algodón en la base y humedecerlo con agua. Encima hay que poner las semillas separadas y rociar con un poco de fungicida. Finalmente toca cerrar el recipiente y guardarlo en un lugar fresco con luz solar.

Pasadas entre cuatro y seis semanas, las semillas deberían empezar a germinar. Es importante mantener la humedad del germinador para que esto ocurra. Cuando ya se hayan creado algunas hojas y la raíz, toca pasar la planta a una maceta con sustrato de pH neutro y tierra gruesa. Pasado un año ya podremos trasplantar el olivo aplicando el método por raíz.

Cómo plantar un olivo por raíz

También tenemos la opción de plantar un olivo por raíz. Para ello nos hará falta una planta joven. Se trata de un proceso muy rápido y sencillo. Simplemente debemos cavar un hoyo en el que introducir el vegetal y cubrir posteriormente las raíces con tierra. El siguiente paso es clavar un tutor al lado de la plántula, para que le sirva de guía. Lo más recomendable es dejar la superficie cóncava. Así recogerá el agua cuando reguemos. Por último queda abonar en abundancia y regar el olivo.

Cómo plantar un olivo en maceta

Plantar un olivo es posible mediante esquejes

Cuando pensamos en un olivo, nos imaginamos un árbol grande que debe ser cultivado en un espacio amplio en exterior con muchos frutos pequeños. Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen diferentes variedades de este vegetal, de las cuales algunas no dan aceitunas y/o pueden ser plantadas en macetas. ¿Pero cómo?

Primero debemos escoger una buena maceta. Debe ser grande y poseer agujeros de drenaje. En cuanto al material, lo más recomendable es que sea de arcilla gruesa. Una vez tengamos el recipiente, debemos rellenarlo con un sustrato de calidad. Este debe poseer una textura rocosa, por lo que podemos adquirir tierra para macetas y mezclarla con pequeñas piedras.

Hay que destacar que los olivos son árboles acostumbrados a climas calurosos y resistentes a la sequía, por lo que no hay que regarlos constantemente. Eso sí, cuando el nivel de agua sea bajo no está de más realizar un pequeño riego. En cuanto a los cuidados del olivo en maceta, podéis encontrar toda la información aquí.

El olivo se tiene en interior a veces
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Cómo plantar un olivo con estaca

Otra opción que tenemos es cultivar un olivo con estaca. En este caso necesitaremos un vástago recién cortado o un esqueje de olivo y una maceta con agujeros en la base. Ahí debemos añadir unos dos centímetros de tierra, colocar la estaca verticalmente en el centro junto al esqueje, asegurando que la orientación del crecimiento vaya hacia arriba. Después hay que echar el resto de la tierra hasta que sobresalgan únicamente dos centímetros de la planta. Finalmente queda regar hasta que la tierra quede bien humedecida. Al cabo de un mes debería empezar a brotar.

Sea cual sea el método que hayamos escogido, el olivo no empezará a florecer ni a dar frutos hasta haber alcanzado los cinco años de edad. Entonces, seguirá sin estar en su máxima plenitud. Cuando el vegetal cumpla entre veinte y cincuenta años será cuando llegará al máximo de su capacidad productiva de aceitunas, así que tendremos que ser un poco pacientes.

Como podéis ver, existen diferentes métodos para plantar un olivo. Ahora que ya sabéis cuáles son los más habituales, podéis escoger el que más os convenga, ya sea en suelo o en maceta.


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