Cómo preparar un huerto en primavera

Antes de cultivar es importante saber cómo preparar un huerto en primavera

El motivo por el cual está muy de moda a día de hoy tener un propio huerto es por las múltiples ventajas que ofrece: Cultivamos nuestras propias frutas y verduras, pasamos tiempo al aire libre y rodeados de naturaleza, empezamos a entender mejor a la tierra y a las plantas, etc. A pesar de ser un pasatiempo realmente bonito y admirable, conlleva también bastante esfuerzo y trabajo. En este artículo os vamos a explicar cómo preparar un huerto en primavera, así ya lo podréis dejar listo para cultivar vuestros vegetales y disfrutarlos durante los próximos meses.

Para aclarar todas las dudas que puedan surgir, vamos a comentar cuándo se puede empezar a preparar el huerto, cómo hacerlo paso a paso y además daremos algunos ejemplos de plantas que se pueden sembrar en primavera. Asique si estáis pensando en montar un huerto o queréis renovar el vuestro en primavera, os recomiendo que sigáis leyendo.

¿Cuándo se empieza a preparar la huerta?

Preparar un huerto en primavera conlleva mucho trabajo

Antes de explicar cómo preparar un huerto en primavera, primero debemos tener claro cuándo debemos empezar con esta tarea. Claro está que depende principalmente del país o de la región en la que nos encontremos, ya que el factor determinante para ir arreglando el terreno de cultivo es el clima. Generalmente se puede iniciar esta tarea e principios de primavera, pero dependerá del tiempo. Si todavía no han pasado las heladas, no servirá de nada, ya que las plantas se morirían de frío. Una vez que haya pasado el riesgo del frío extremo, es el momento ideal para comenzar a preparar la huerta.

¿Cómo se prepara el terreno para la siembra?

Una vez que el invierno llega a su fin, también lo hace el huerto de esta estación. Cuando ya no exista riesgo de heladas toca arreglar el terreno para los próximos cultivos. ¿Pero cómo? A continuación explicamos paso a paso cómo preparar un huerto en primavera para que podáis disfrutar de unas deliciosas verduras y frutas durante los próximos meses.

1. Retirar cultivos

En primer lugar debemos retirar los cultivos y las malas hierbas que no queramos del terreno para que este quede limpio y vacío para las próximas plantas. Es de suma importancia realizar esta tarea cuando el suelo esté en tempero. ¿Esto qué significa? Que deben haber pasado entre tres y cuatro días desde la última lluvia. Así evitamos romper la estructura del suelo, ya que la tierra no estará ni demasiado húmeda ni demasiado seca. En el caso de que nos encontremos en un lugar donde las lluvias son más bien escasas, podemos regar el suelo y dejar pasar los días, el efecto será el mismo. Para aprovechar los restos vegetales recogidos tenemos dos opciones: Echarlo al compost y así usarlo para abonar, o bien dárselo de comer a las gallinas, si tenemos.

2. Abonar

Una vez que el terreno esté limpio de plantas indeseadas, toca abonarlo. Para ello añadiremos entre cinco y diez centímetros de compost, humus de lombriz o estiércol curado a la superficie del suelo en el cual tenemos pensado cultivar vegetales nuevos. No es necesario que quede todo uniforme, ya que tocará mezclarlo, como explicaremos a continuación.

3. Remover y mezclar

Cuando ya hayamos esparcido el abono, toca quitar toda la tierra correspondiente al ancho de la pala hasta llegar a unos treinta centímetros de profundidad. Echamos lo extraído a una carretilla o a un cubo para utilizarlo más adelante. Después comenzaremos otra fila y echaremos la tierra extraída de ahí a la primera fila ya trabajada. Así vamos rompiendo los terrones, provocando que el suelo quede bien suelto. Como cabe esperar, en la última fila echaremos la tierra que hemos guardado en la carretilla o en el cubo. Mientras realizamos esta laboriosa tarea, es importante ir quitando todas las piedras que nos encontremos. Estas pueden molestar mucho a las plantas cuando tienen que crecer. Finalmente nos queda allanar el suelo con un rastrillo.

4. Acolchar

Un buen truco para evitar que salgan malas hierbas y que la tierra pierda humedad es acolcharla. Esto lo podemos hacer con cortezas, con pajas o con el material que mejor nos venga. Pero ojo: Si la plantación que queremos hacer es directamente de semilla, debemos esperar a que las plantas hayan salido de la tierra antes de acolcharla. Si no, lo más probable es que no lleguen a crecer.

5. Organizar las plantaciones

A pesar de que muchas personas no le dan mucha importancia al calendario de siembra, este puede ser realmente útil y nos ayudará a organizar las plantaciones. Además, existen varias aplicaciones a día de hoy que nos facilitan esta tarea. No sólo nos será más fácil saber cuándo plantar qué hortalizas, si no también planificar las rotaciones y asociaciones de cultivos. Esta tarea consiste básicamente en aprender a aprovechar el huerto al máximo.

6. Sembrar y regar

Por último ya sólo quedan la siembra y el riego. Generalmente la tierra retiene la humedad durante bastante tiempo, pero a medida que va haciendo más calor también hará falta echar más agua. Podemos instalar un sistema de riego por goteo o regar nosotros mismo cada dos o tres día, según el clima que haga. Obviamente, esta tarea no es necesaria cuando ha llovido.

¿Qué se puede sembrar en la huerta en primavera?

Hay muchas hortalizas que se pueden plantar en el huerto en primavera

Ahora que ya sabemos cómo preparar un huerto en primavera, toca elegir los vegetales que queremos cultivar. En primavera tenemos muchísimas opciones. A continuación enlistaremos las plantas más populares de los huertos que se pueden sembrar en esta época del año:

¡Ya sólo nos queda ponernos manos a la obra! Podéis dejarnos en los comentarios cuáles son vuestras hortalizas favoritas para el huerto de primavera.


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