El Aloe vera es una de las plantas crasas más sencillas de mantener, ya que no se ha de regar con demasiada frecuencia, y además, puedes colocarlo tanto en el patio o balcón, como en el interior de tu vivienda. Pero a veces puede surgir algún problema que haga que sus hojas se vuelvan de color marrón.
Claro, cuando eso pasa, es habitual que nos surja la duda de si estaremos cuidándolo mal, o de si le ocurre algo. Por ello, quiero contarte cuáles son las causas más habituales de ese amarronamiento de las hojas, y cómo debemos actuar para que pueda recuperarse.
¿Cuáles son las causas?
Cuando optamos por adquirir un áloe vera, también llamado sábila, es muy recomendable informarse sobre los cuidados que requiere. Bajo mi punto de vista, y sin ningún ánimo de ofender a nadie, pienso que solemos quedarnos con »es que es una planta fácil de cuidar», y creemos que eso ya nos lo dice todo. Yo misma lo he hecho en varias ocasiones. He comprado una que supuestamente era una todo terreno, muy resistente, y al cabo de unos días o semanas preguntarme qué estoy haciendo mal para que su estado de salud esté empeorando.
Nuestra protagonista no es demasiado exigente, eso es verdad, pero como todas las plantas tiene unas necesidades básicas que, si no quedan cubiertas, podría acabar enferma. En el caso concreto de la sábila, esta se puede volver marrón por cualquiera de estos motivos:
- Sol directo: si ponemos la planta en una exposición soleada nada más comprarla, o si la sacamos fuera después de haberla tenido dentro una larga temporada, las hojas se quemarán rápidamente, en cuestión de horas o pocos días, dependiendo del grado de insolación (por ejemplo, en verano se quemará con más rapidez que en invierno, ya que dicho grado de insolación es más alto).
- Exceso de riego: el Aloe vera es una crasa a la que no le gusta nada tener las raíces constantemente húmedas. Por eso, cuando riega con frecuencia, no le damos tiempo a la tierra para que se seque, y la planta sufre.
- Falta de riego: no es muy habitual, puesto que hablamos de una planta que soporta bastante bien la sequía, especialmente cuando está en el suelo, pero puede ocurrir. Si esto pasa, las hojas se terminarán volviendo marrones, pero también perderán fuerza.
- La tierra no es la adecuada: cuando la tierra, o el sustrato en caso de tenerla en maceta, es muy pesado, el aire no puede circular bien entre los poros por lo que las raíces tiene problemas para respirar. Además, la tierra o sustrato permanece húmedo/a mucho más tiempo del que sería necesario.
¿Cómo recuperar un áloe vera marrón?
Ahora que conocemos las causas, veamos cómo podemos recuperar nuestra planta y lograr que vuelva a sacar hojas verdes y por lo tanto sanas:
Protégela del sol directo
Si se acostumbra poco a poco, exponiéndola de forma gradual al sol directo, puede llegar un momento en el que resista la exposición directa al sol. Pero como es una planta que se quema rápido si no está acostumbrada, y que crece bien en semisombra, es preferible tenerla ahí, protegida del astro rey. Es decir, le puede dar el sol directo un ratito por la mañana temprano o a última hora de la tarde, pero no durante el mediodía.
En el caso de que la tengamos en casa, será igualmente importante mantenerla un poco alejada de las ventanas, ya que al producirse el efecto lupa, las hojas se quemarían también.
Controla el riego
Te he hablado del exceso y de la falta de riego. Pues bien, ahora veremos cuáles son los síntomas de ambos problemas y cómo solucionarlo:
- Exceso de riego: las hojas pierden fuerza, y se terminan volviendo marrones. Además, la tierra se verá y se notará muy húmeda, y podrían surgir hongos (moho) los cuales se deben combatir con fungicidas como este.
- Falta de riego: aparte de que las hojas se volverán marrones, también veremos que la tierra se ve muy, muy seca y que incluso puede costarle absorber el agua. Asimismo, otra cosa que puede suceder es que aparezcan algunas plagas, como cochinillas las cuales pueden combatirse con insecticidas ecológicos como la tierra de diatomeas (en venta aquí).
En el caso de que hayamos regado poco o nada a nuestra planta, lo que haremos será, por supuesto, echarle agua. Tenemos que rehidratarla lo antes posible. Si vemos que la tierra no absorbe dicha agua, tendremos que sumergir la maceta -solo la maceta, no la planta- en un recipiente con agua durante unos treinta minutos y luego la sacaremos.
Por otro lado, si tenemos una sábila cuyas raíces se están ahogando literalmente, tendremos que sacarla de la maceta y quitarle la tierra con cuidado de no dañar su sistema radicular. A continuación, la trataremos con fungicida y la plantaremos en una maceta con agujeros en su base a la que echaremos sustrato para suculentas como este.
A partir de entonces, regaremos cuando la tierra esté completamente seca.
Cambia la tierra si no es la adecuada
El Aloe vera, como decía, no soporta el exceso de agua en sus raíces. Es por eso por lo que tenemos que evitar plantarla en tierras muy pesadas, como lo son muchos de los sustratos comerciales que se venden en prácticamente cualquier sitio y que suelen tener precios realmente bajos.
Si queremos que crezca bien, lo mejor será ponerle sustrato para suculentas, o bien mezclar turba con perlita al 50%. Para mejorar el drenaje de la maceta o del suelo, recomiendo poner en su interior greda volcánica (en venta aquí) o arlita (en venta aquí).
Espero que tu áloe vera marrón se recupere lo antes posible.