Cómo recuperar una tomatera con hojas amarillas

Los tomates puede sufrir diversas enfermedades que cambian el color de sus hojas

Cuando se trata de plantas y cultivos, detectar hojas amarillas no es buena señal. Es una manera de la que nos podemos dar cuenta bastante rápido de que algo no va bien. Una tomatera con hojas amarillas puede tener problemas leves o bastante graves, por lo que debemos ser capaces de detectar la causa lo antes posible y ponerle remedio.

En este artículo hablaremos sobre los motivos por los cuales las hojas de una tomatera se pueden volver amarillas y cómo recuperar la planta. Asique si estáis pensando en cultivar tomates o ya tenéis algunas tomateras con este problema, os recomiendo que sigáis leyendo.

¿Por qué se vuelven amarillas las hojas de una tomatera?

tomatera con hojas amarillas puede tener problemas leves o graves

Si somos novatos en el huerto y estamos cultivando tomateras, es bastante probable que en algún momento detectemos una o varias hojas de color amarillo. ¿Pero a qué se debe? Antes de explicar cómo recuperar una tomatera con hojas amarillas, hablaremos primero de los motivos por los cuales puede ocurrir, puesto que el tratamiento dependerá de ello.

Son muchas las razones por las cuales se pueden volver amarillas las hojas de la tomatera. En algunas ocasiones no es nada preocupante, pero en otras puede ser algo importante que debemos solucionar cuanto antes. Hablamos de motivos tan simples como un exceso de agua o tan graves como, por ejemplo, una plaga o enfermedad. A continuación hablaremos de los diferentes motivos por los cuales las tomateras pueden presentar hojas amarillas.

Riego inadecuado

Un motivo muy común por el cual las hojas de la tomatera se vuelven amarillas es por el agua, cuando esta no es adecuada. Si cultivamos tomates, es de suma importancia tener en cuenta que necesitan más agua después del trasplante y cuando todavía son plántulas jóvenes. Además, cuando las temperaturas son muy altas requieren más riego, sobre todo cuando estos vegetales están dando fruto. Generalmente bastará con un riego bien profundo al día cuando estamos en verano, o cuando la tomatera esté dando fruto.

Shock del trasplante

¿Alguna vez habéis oído hablar del shock del trasplante? Por muy raro que parezca, las plantas también pueden estar bajo shock. Se trata de un proceso biológico que sufre el vegetal tras haber sido replantado. Básicamente, aquellas plantas que acaban de ser replantadas no son capaces de absorber bastante agua a través de sus raíces. Por lo tanto, es un estado de estrés hídrico. Los vegetales no siempre padecen el shock del trasplante, sólo se da en aquellos casos en los que la plantación no se ha llevado a cabo de manera correcta.

En muchas ocasiones se realiza el trasplante demasiado temprano, cuando el sistema de raíces de las plantas todavía no está muy desarrollado. Interferir demasiado o dañar estos sistemas de raíces durante el proceso del trasplante puede tener como consecuencia un shock del trasplante. 

El shock del trasplante es un motivo de la tomatera con hojas amarillas

Por lo tanto, esta patología aparece habitualmente después de que hayamos trasplantado por primera vez las tomateras al suelo. Estas pasarán por un período de ajuste de trasplante. Entre una y dos semanas después de la plantación, sus hojas pueden volverse amarillas y claras. Sin embargo, las hojas más nuevas que aparecen en la parte superior del tallo se verán sanas y crecerán correctamente.

Si bien es cierto que algunas variedades de tomates pueden ser más o menos susceptibles que otras, lo ideal para prevenir que sufran un shock de trasplante es esperar al momento óptimo para hacerlo. Eso implica un correcto desarrollo del sistema de raíces y temperaturas nocturnas idóneas para el vegetal.

Tizón temprano

Otro motivo por el cual las hojas de una tomatera se pueden volver amarillas es por el tizón temprano. Se trata de una patología causada por un hongo del suelo. Este viaja desde el suelo donde se encuentra hasta las hojas inferior de la tomatera. Durante la etapa más temprana de esta infección aparecerán unas manchas amarillas irregulares en las hojas inferiores más viejas de la planta. Estas manchas pasan a ser marrones con el tiempo, manteniendo un tipo de halo amarillo a su alrededor.

Como pasa con todos los hongos, la mejor manera de prevenirlos es evitar que las condiciones sean favorables para su proliferación. Generalmente se desarrollan en ambientes cálidos y húmedos. Mantener un espacio adecuado entre las plantas, en el caso de las tomateras de mínimo tres pies, permitirá una mejor ventilación y dificultará la aparición de hongos.

Mancha de la hoja o Septoriosis

También la mancha de la hoja, conocida como Septoriosis, es causada por un hongo. Al igual que en el tizón temprano, la Septoriosis provoca unas manchas amarillas en las hojas inferiores viejas. Sin embargo, la evolución de dichas manchas es un poco distinta. Pasan de un color amarillo a uno marrón, y después a gris o bronceado. Generalmente, las manchas de la Septoriosis son más numerosas y pequeñas que las manchas del tizón temprano, y su forma es más circular.

hoja con manchas negras infectada por un hongo
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Como cabe esperar, los métodos de prevención son iguales para todos los hongos: Evitar ambientes óptimos para su desarrollo y facilitar una buena ventilación de las plantas.

Marchitamiento por Verticillium

Entre los hongos que provocan hojas amarillas en las tomateras se encuentra también el Verticillium. Cuando un vegetal se ve afectado por este agente fúngico, las hojas lucirán áreas marrones y amarillas desde su vena media hasta el borde. La mayoría de veces, estas manchas tienen forma de V. En cuanto a la planta afectada, esta se marchita en el momento más caluroso del día. El progreso del marchitamiento por Verticillium es muy lento y se lleva a cabo de manera uniforme por todo el vegetal.

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Verticillium

Si sospechamos de que la tomatera puede estar sufriendo marchitamiento por Verticillium, podemos asegurarnos de una manera muy sencilla: Raspar el tallo a nivel del suelo. Por dentro, el tejido vascular se ve marrón aunque debería ser blanco. En el caso de que se confirme nuestra sospecha, lo mejor que podemos hacer es rotar los tomates para que ocupen otra área el próximo año y utilizar semillas resistentes a esta enfermedad fúngica, puesto que este hongo puede permanecer en el suelo durante varias estaciones.

Marchitamiento por Fusarium

Habitualmente, el marchitamiento por Fusarium aparece una vez que la fruta de la tomatera haya madurado en el vegetal. En este caso, las hojas inferiores adoptan un color amarillento y en algunas ocasiones se limita a un único brote o tallo. Al principio, este marchitamiento parece recuperarse durante la noche.

Planta enferma de Fusarium
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Cuando una planta está afectada por este hongo, su crecimiento se atrofia. Una parte del cultivo puede llegar a alcanzar la madurez antes de que el vegetal sucumbe. Para confirmar la presencia de este hongo, también podemos averiguarlo raspando el tallo y viendo el color del tejido vascular, que será marrón, al igual que con el marchitamiento por Verticillium. De la misma manera, si nuestra sospecha se confirma tendremos que llevar a cabo una rotación de cultivos y adquirir semillas resistentes.

Otros motivos

A parte de la falta de agua o de enfermedades, puede haber otros motivos por los cuales la tomatera presenta hojas amarillas:

  • Planta muy tupida: Las hojas superiores privan de la luz solar a las hojas inferiores, que acaban volviéndose amarillas. No es nada preocupante.
  • Falta de nutrientes: Alcalinidad desequilibrada, deficiencia de nitrógeno, falta de potasio, deficiencia de magnesio, falta de calcio, deficiencia de azufre, falta de zinc.

¿Qué hacer cuando las hojas del tomate se ponen amarillas?

La solución para una tomatera con hojas amarillas dependerá de la causa

Obviamente, lo primero que debemos hacer para saber cómo recuperar una tomatera con hojas amarillas es averiguar el motivo por el cual ha pasado. ¿Y cómo lo hacemos? Es muy sencillo: Por descarte. Para ello debemos fijarnos en indicios como la presencia de insectos dañinos, la aparición de otros síntomas que puedan indicar ciertas enfermedades, el estado de las demás plantas, etc. Una vez tengamos claro de qué se trata podremos ponerle remedio:

  • Riego inadecuado: Es fundamental que el suelo cuente con un buen drenaje. Aplicar un mantillo alrededor de los vegetales ayudará a la causa. También el uso de una buena mezcla de trasplante o de compost ayudará a mejorar el drenaje del suelo.
  • Shock del trasplante: Una vez que aparezcan hojas verdes y sanas en la parte superior de la tomatera, debemos cortar las hojas amarillas que se encuentran en la parte inferior del tallo. Estas no le aportan ningún tipo de beneficio a la planta, de hecho aumentarán el riesgo de que el vegetal en cuestión contraiga alguna enfermedad. Lo mejor es aplicar también un poco de fertilizante.
  • Tizón temprano: Nada más detectar el hongo hay que cortar todas las hojas afectadas. Cuanto más tiempo las dejemos, más probable es que el hongo se extienda por toda la planta, incluyendo las hojas sanas.
  • Mancha de la hoja o Septoriosis: Como también se trata de un hongo, debemos hacer lo mismo que con el tizón temprano, que es cortar las hojas afectadas lo antes posible.
  • Marchitamiento por Verticillium: A día de hoy no existe ninguna cura para este hongo. Lo mejor que podemos hacer es retirar y destruir el vegetal afectado.
  • Marchitamiento por Fusarium: Tampoco existe ninguna cura. Lo único que podemos hacer es retirar y destruir la planta afectada.

Ojalá vuestro caso no sea grave y tenga fácil solución. Sea como sea, ahora ya sabéis cómo recuperar una tomatera con hojas amarillas.


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