Cómo regar árboles frutales

pues de la correcta hidratación dependerá el buen desarrollo de los frutos. Así es que si quieres saborear manzanas dulces y limones en su acidez perfecta presta atención a este post pues te ayudaremos a saber cómo regar árboles frutales.

Lo primero que hay que saber es que en el caso de árboles jóvenes el riego debe ser abundante pero a medida cuando el árbol ya está asentado y bien desarrollado es posible reducir el riego.

Frecuencia del riego

Si lo que buscas es una regla estricta pues debo decirte que es momento de renunciar a ella pues hay múltiples factores que intervienen en el riego y a los que hay que prestar atención para saber cuándo hay que regar árboles frutales.

Lo mejor que puedes hacer es tener en cuenta la especie que tienes pues cada especie tiene diferentes necesidades. Además, incidirá el tamaño del árbol pues los árboles más pequeños necesitan menos agua que los grandes. También es importante estudiar la época del año pues, como ocurre con todas las plantas, los meses más cálidos son también aquéllos que exigen un mayor riego pues el agua evapora más rápido. Si bien la primavera es una temporada agradable y de temperaturas medias también es una época de desarrollo intenso en la que nacen flores y frutos por lo que hay que regar en abundancia para favorecer el esfuerzo del árbol.

Por último, ten en cuenta el tipo de suelo pues los terrenos más arenosos son más exigentes en agua que aquéllos más ligeros en donde hay una mayor humedad debido a que el agua es retenida durante más tiempo.

¿Un consejo para ayudar al riego? Coloca una capa de acolchado en la base del árbol para así ayudar a retener el agua y lograr un riego más espaciado. Por otra parte, recuerda que si cultivas árboles frutales en macetas debes regar con una mayor frecuencia dado que el agua se conserva durante menos tiempo en la tierra debido a que es poca la cantidad.

Tipo de riego

De todos los tipos de riego, lo mejor para los árboles frutales es el riego localizado. Hay cuatro alternativas para ponerlo en marcha. El método más utilizado es el riego por goteo, que consta de una serie de emisores que se colocan alrededor del árbol (entre 4 y 6 dependiendo del tamaño del ejemplar) y se ocupan de humedecer la zona de las raíces.

También es posible practicar el riego con cingtas de exudación, un sistema elegido en el caso de árboles frutales que viven en suelos arenosos pues este método permite que la humedad permanezca en una porción amplia del terreno.

Por último está el riego por microaspersores, en donde éstos impregnan al árbol en forma de lluvia.