¿Cómo regar un bonsái?

El riego de un bonsái es delicado

Los bonsáis son plantas que, tras haberlas trabajado durante mucho tiempo (a veces décadas), los humanos han conseguido darles un estilo y una elegancia sin igual. De hecho, cuesta creer que en realidad sean árboles; no en vano, cuando pensamos en ellos nos viene a la mente plantas grandes y muy altas que parecen querer tocar el cielo con sus ramas. Pero quizás sea por eso por lo que nos llamen tanto la atención y decidamos adquirir uno.

Ahora bien, las dudas nos asaltan desde el primer momento en el que llegamos a casa con él, siendo la más importante la de cómo regar un bonsái. El agua es el elemento esencial para la vida, pero ¿cada cuánto hay que darle y en qué cantidad?

¿Cuándo regar un bonsái?

El riego del bonsái ha de ser seguido

El riego es, no vamos a engañarte, la tarea que más cuesta dominar. Por un lado, si se riega de más las raíces se pudrirán, pero si se riega de menos … las raíces se secarán. A ello hay que sumarle que los bonsáis crecen en bandejas por lo general de poca altura y más bien estrechas, en las que cabe muy poco sustrato. Este sustrato, si está expuesto al sol de manera directa, va a perder su humedad rápidamente, tanto es así que si el humano no está atento podría quedarse sin planta en cuestión de horas en pleno verano.

¿Se puede hacer algo para evitar ese disgusto? Sí, claro, pero no es sencillo. Para saber cuándo regarlos es importante tener en cuenta varios factores:

  • Clima: la temperatura, las lluvias, la humedad ambiental, el viento… todo esto influye directamente en las plantas, y por supuesto también en los bonsáis. En principio, hay que saber que cuanto más cálido y seco, la frecuencia de riego será más alta que si por el contrario es fresco y húmedo.
  • Ubicación: aquellos bonsáis que se cultiven en el exterior requerirán riegos más seguidos que los que estén dentro de casa. Esto es así porque al aire libre el sustrato tarda menos en secarse al estar expuesto al astro rey. En la vivienda apenas corre el aire (en comparación con lo que ocurre fuera de ella), y además el sol no llega de forma directa al sustrato, por lo que este permanece húmedo más tiempo.
  • Sustrato: los sustratos como las turbas o los mantillos absorben la humedad y se mantienen así por un periodo de tiempo más largo que la akadama, el pómice u otros sustratos minerales. Más información.
  • Tamaño de la maceta: es cierto que las bandejas de bonsáis son todas más o menos iguales de tamaño, pero es necesario saber que cuanto más pequeña sea, menos sustrato tendrá y, por lo tanto, más habrá que regar.

Entonces, partiendo de lo dicho, ¿cuándo hay que regarlos? Bueno, la respuesta corta pero no por menos aclaratoria es: cuando sea necesario. Sí, lo sé, no te estoy diciendo nada con eso, de modo que voy a explicarme: durante el verano puede ser que tengas que regar cada día, incluso dos o tres veces por día, sobretodo si los tienes en el exterior, al sol, y el clima es muy cálido y seco. En invierno esos riegos serán muy espaciados, cada 4-5 días o así. El resto del año tienes que seguir viendo y comprobando la humedad del sustrato para no excederte con el riego.

¿Cómo regar el bonsái?

A la hora de regar tu bonsái es necesario que prepares aquello que vas a utilizar, que en este caso es una regadera específica para bonsáis (en venta aquí), y agua de lluvia, o en su defecto embotellada para consumo humano o sin cal. ¿Lo tienes? Entonces el siguiente paso es llenar la regadera de agua y proceder a humedecer bien todo el sustrato.

Riega bien por toda la superficie, hasta que veas que se sale por los agujeros de drenaje, quedando bien empapado. En el caso de que utilizaras un sustrato a base de turba y el agua se dirigiera hacia los lados en vez de ser absorbida, no dudes en coger el bonsái e introducir la maceta o bandeja dentro de un barreño con agua durante unos minutos. De este modo, el sustrato volverá a recuperar su capacidad para drenar correctamente el preciado líquido.

Y si le tienes puesto un plato debajo, acuérdate de retirar el agua que sobre después de cada riego.

Falta y exceso de riego en el bonsái: ¿cómo solucionar estos problemas?

Los bonsáis secos se pueden recuperar a veces

A menudo los bonsáis pueden tener problemas, tanto por falta como por exceso de riego. ¿Qué medidas tomar para que vuelvan a estar sanos? Hablemos de ello:

Falta de riego

La falta de riego es un problema que puedes identificar al observar los bonsáis. Los síntomas más comunes son los siguientes:

  • Puntas de las hojas secas
  • Caída de hojas, tallos y flores
  • Aborto de las flores
  • Sustrato seco

Para solucionarlo, has de cortar las partes secas con unas tijeras previamente desinfectadas, y luego meterla maceta o bandeja en un recipiente con agua unos minutos.

Exceso de riego

El exceso de agua es muy frecuente en bonsáis, sobretodo en aquellos que están cultivándose dentro de casa. Sepamos cuáles son los síntomas:

  • Las hojas jóvenes se vuelven marrones
  • Las hojas inferiores amarillean
  • Caída de hojas
  • Aparición de hongos en raíces, tallos o en el resto de la planta

Recuperarlos cuando han sufrido exceso de agua no es sencillo; sin embargo, se puede intentar. Para ello, hay que seguir este paso a paso:

  1. Cortar las partes que estén amarillas y/o marrones con unas tijeras limpias.
  2. Luego sacar la planta de la bandeja para envolver el cepellón o pan de tierra con papel de cocina absorbente, y dejarla así una noche.
  3. A continuación, volver a plantarlo en la bandeja de bonsái y tratar con fungicida.
  4. Por último, colócalo en una zona luminosa, y no riegues hasta que no veas que la tierra está seca.

¿Hay que pulverizar/rociar con agua las hojas?

Es costumbre que a las plantas de interior, y por consiguiente, también los bonsáis que se cultivan dentro de las casas, se les pulverice con agua. Pero…, aunque cada maestrillo tiene su librillo 🙂 , desde mi punto de vista es algo que no se debería de hacer por los motivos que expongo a continuación:

No hay buena ventilación

No la suficiente para prevenir enfermedades. Si la planta se encuentra un poco débil, cualquier espora podría germinar y causar serios daños a las hojas… y por consiguiente podríamos llegar a perderla.

El riego de asfixia es alto

Aunque las hojas absorben agua a través de los poros que tienen en su superficie, si estas permanecen húmedas constantemente al final se quedarán sin aire y morirán.

Por lo tanto, si vives en una casa donde la humedad ambiental es baja, es mucho mejor que compres un humidificador o bien que le pongas vasos con agua alrededor, para que note que la humedad es alta cerca de él pero sin que ello le cause problemas.

Los bonsáis de exterior necesitan riegos más seguidos que los de interior

Imagen – Flickr/jacinta lluch valero

Esperamos que te haya sido de utilidad.


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