La gerbera es una planta que produce unas flores en forma de margarita preciosas. Las hay de color rojo, rosa, amarillo y por supuesto naranja. Aunque todas y cada una de ellas se pueden tener por ejemplo en el balcón o para decorar las mesas del patio, la que tiene los pétalos teñidos de tonos anaranjados es sin duda una de las que más llaman la atención.
Pero, ¿sabes cómo se cuidan las gerberas naranjas? Si acabas de hacerte con una y quieres que te dure muchos años, no te pierdas este artículo 🙂 .
¿Cómo se cuidan?
Las gerberas naranjas son plantas herbáceas vivaces -pueden durar varios años- originaria de Sudáfrica, concretamente de Transvaal. Alcanza una altura de unos 30cm incluyendo el tallo floral, por lo que es perfecta para tener en cualquier rincón. Pero para que te dure diversas temporadas es importante que le proporciones los siguientes cuidados:
- Ubicación:
- Exterior: tiene que estar en semisombra o a pleno sol, pero si vives en el mediterráneo te recomiendo protegerla del astro rey durante las horas centrales del día.
- Interior: si la quieres tener dentro del hogar, colócala en una habitación en la que entre mucha luz natural donde esté lejos de las corrientes de aire.
- Tierra:
- Jardín: tiene que ser fértil, con buen drenaje.
- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
- Riego: 3-4 veces por semana en verano y cada 2-3 días el resto del año.
- Abonado: desde primavera hasta finales del verano con un abono líquido para flores.
- Multiplicación: por semillas en primavera.
- Rusticidad: no soporta el frío, solo heladas muy puntuales de hasta los -1ºC. Lo ideal es que no baje de los 15ºC.
¿Qué significado tienen?
Las gerberas naranjas son unas plantas estupendas. No solo son fáciles de cuidar sino que además el significado de su color te transmite sensaciones muy agradables. De hecho, estas flores simbolizan la energía, el entusiasmo y la calidez, además de confianza, satisfacción y pasión por la vida. ¡No podían ser mejores! 🙂
¡Que disfrutes de tus flores!
