Los bordes de las hojas de los olivos son enteros.
Las hojas son una parte vital de los seres vegetales. Gracias a ellas pueden respirar, y hacer la fotosíntesis, un proceso que les permite alimentarse y crecer. Además, suele ser en ellas donde primero se manifiestan los problemas, por lo que es muy recomendable observarlas a diario para detectarlos a la mayor brevedad posible y solucionarlos.
A continuación te explicaremos cómo son los bordes de las hojas.
Imagen – Valdeplástica
Las hojas se clasifican según su forma, que puede ser simple cuando sólo tienen una ‘hojuela’, o compuesta cuando tienen dos o más. La mayoría de las plantas tienen hojas simples, pero lo cierto es que hay otras, como el árbol Ausculus hippocastanum (Castaño de Indias) que ha optado por tenerlas compuestas. Según la climatología del lugar, así como del tipo de suelo y de la altitud, las plantas han ido desarrollando unas hojas u otras para adaptarse al entorno en el que se encuentran.
De hecho, aquellas que viven en climas cálidos con precipitaciones abundantes suelen tener hojas más grandes que aquellas que viven en regiones igualmente calurosas, pero secas. Un ejemplo serían las Alocasia. En las selvas tropicales y húmedas de Borneo encontramos a la A. robusta, una planta cuyas hojas miden 3m de diámetro; por otra parte, la A. macrorrhiza (más conocida por su otro nombre: Orejas de Elefante) las tiene algo más pequeñas, de 50cm de longitud, ya que vive en regiones donde las lluvias no son tan frecuentes como en Borneo.
Los bordes de las hojas de las hortensias son aserrulados.
Para ver cómo varía en tamaño las hojas de las plantas, te invito a que hagas el siguiente experimento: adquiere dos plantas de la misma especie. A una, dale los cuidados adecuados, pero a la otra déjala que pase un poco de sed. Al cabo de un tiempo, verás que la que no ha tenido suficiente agua empieza a reducir el tamaño de sus hojas. Cuando decidas darle más agua, volverá a tener unas láminas foliares del tamaño que le corresponden.
Es curioso, ¿verdad?