Los tomates y los pimientos son dos de las primeras hortalizas que se pueden cultivar al año. Estas plantas necesitan un período de crecimiento muy largo, y si nosotros queremos tener algún fruto, entre febrero y marzo procederemos a sembrar las semillas. Tanto las de tomate como las de pimiento necesitan una temperatura entre 15º y 30º; si vives en un clima frío, necesitarás un invernadero para conseguir tenerlas. Estas dos plantas pertenecen a la misma familia (Solanaceae), así que su cultivo y mantenimiento es muy similar. Hay que ir con mucho cuidado de no mezclar las semillas, ya que son prácticamente idénticas.
¿A qué estás esperando para poder disfrutar viendo crecer tus propios tomates y pimientos desde semilla? A continuación tienes una guía orientativa para que tus semillas crezcan sin problemas.
Paso 1: preparar el material
- Semillas de tomate y pimiento
- Semillero (ya sea macetas, bandejas de cultivo, mini-invernadero…)
- Sustrato (turba negra o especial semilleros)
- Agua
Paso 2: sembrar las semillas
Para aumentar la tasa de germinación, se pueden introducir las semillas en un vaso con agua durante unas horas. Aunque no es imprescindible tratándose de plantas hortícolas, sí que es algo que nos puede ayudar mucho a la hora de saber cuántas germinarán.
Hecho esto, procederemos de la siguiente manera:
- Rellenar el semillero con sustrato.
- Colocar la semilla (máximo tres en cada maceta o hueco de la bandeja de cultivo) en la superficie.
- Echar un poquito más de sustrato, el suficiente para tapar un poco las semillas y que no se las pueda llevar el viento.
- Regar abundantemente.
Finalmente las pondremos en una ubicación soleada, y mantendremos siempre el sustrato un poco húmedo. Además, si deseas obtener más información sobre el proceso de siembra, te recomendamos consultar nuestra guía sobre cómo tener tomates y pimientos desde semilla.
Paso 3: Repicado y trasplante
Una vez pasadas dos semanas, tus plantitas ya tendrán la altura suficiente para que puedan ser trasplantadas con éxito. Pero… ¿cómo se hace? ¡Es muy fácil! Lo único que tienes que hacer es sacar las plantitas del semillero, e ir separándolas con cuidado. Si el sustrato está un poco seco, la tarea será más sencilla.
Una vez separadas, puedes plantarlas en macetas individuales o en el huerto. Para asegurar un buen crecimiento, es recomendable entutorar tus tomates cherry en maceta, proporcionando el soporte necesario para su desarrollo.
Además, es importante estar alertas a posibles plagas que pueden afectar a tus cultivos. Conoce más sobre cómo prevenirlas en nuestra sección sobre las plagas más comunes en el cultivo de tomates.