Los insecticidas son productos ecológicos o químicos que pueden sernos de mucha utilidad para cuidar de nuestras plantas. Sin embargo, si no los usamos correctamente los que podemos acabar salir perdiendo somos nosotros y nuestra salud, sobretodo si utilizamos los segundos. ¿Cómo evitarlo?
La respuesta es muy sencilla: descubriendo cómo usar insecticidas. Y, ¿cómo se hace eso? Aquí te lo cuento 🙂 .
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Protégete
Esto es lo primero que hay que hacer, especialmente si vas a usar productos químicos ya que éstos son muy peligrosos para salud; de hecho, si el líquido entra en contacto con algún microcorte o herida causará irritación, inflamación, además de dolor. Es muy importante evitar que esto ocurra poniéndonos guantes de goma -como los de cocina- pues al ser este un material impermeable, no deja que el producto tenga contacto con la piel.
Además, y de nuevo sobretodo si usamos químicos, tendremos que ponernos ropa que nos cubra todo el cuerpo y, si vamos a tratar plantas grandes como lo puede ser un árbol o una palmera, tampoco está de más ponerse una mascarilla.
Lee las indicaciones del envase
Muchas veces se compra un producto y se utiliza sin ni siquiera leer las indicaciones, lo cual es un error muy grande. Si lo hacemos así no solo conseguiremos que las plantas enfermen sino que también podríamos perjudicar al medio ambiente. Por eso, siempre, y cuando digo siempre es siempre, hay que leer las indicaciones y seguirlas, sean productos químicos o naturales.
Hay que pensar que los extremos son muy perjudiciales: no por echar más cantidad de producto la salud de la planta va a mejorar; es más, lo que ocurrirá es que se debilitará todavía más.
No los utilices si hace viento
Los días ventosos, así como aquellos en los que no se sabe cierto si lloverá o no, no hay que usar insecticidas. ¿Por qué? Bueno, si hace viento corremos el riesgo a que el líquido insecticida entre en los ojos, lo cual podría ser muy doloroso; y si lo hacemos un día en el que el cielo está nublado puede que acabe lloviendo y, si lo hace, el agua se llevará consigo todo el insecticida.
Por eso, hay que tratar las plantas los días en los que haga buen tiempo, es decir, que el cielo esté despejado (o más o menos despejado), y sin viento o muy suave.
Pregunta tus dudas
Al ser productos que pueden ser muy positivos o muy peligrosos dependiendo de cómo se usen, en caso de tener dudas hay que consultarlas, con alguien experto. Por eso, lo ideal es preguntar a los profesionales del vivero o a alguien que conozcamos que tenga el carné de manipulador de productos fitosanitarios para que pueda resolvérnoslas.
¿Te ha sido de utilidad? 🙂