Consejos para cuidar suculentas en maceta

Las suculentas pueden estar en maceta

No hay duda de que las suculentas son plantas que atraen a millones de personas en todo el mundo. Muchas de ellas son pequeñas, por lo que se pueden cultivar en macetas. Pero aunque durante años se nos ha dicho que son tremendamente fáciles de cuidar, esto es así solo si conocemos sus necesidades.

Porque sí, puede que en tu zona no necesiten demasiadas atenciones, pero en otras en cambio sí pueden tener un mantenimiento complicado. Es por eso por lo que voy a darte una serie de consejos para cuidar bien de tus suculentas en maceta.

Escoge macetas con orificios en su base

Olvídate de aquellas que no tienen ningún agujero. Las suculentas (es decir, cactus y crasas) no son plantas acuáticas porque sus raíces no soportan el encharcamiento. Si las plantas en una maceta sin orificios de drenaje, más tarde o más temprano se morirán ya que el agua quedará estancada, sin poder salir, junto al sistema radicular.

Y sí, lo mismo pasará si les pones un plato debajo que no escurres nunca. Es decir: no basta con elegir una maceta con agujeros, sino que también es vital para la planta que el agua que no sea absorbida pueda salir y alejarse de las raíces para que la tierra pueda secarse.

Trasplanta tus suculentas cuando sea necesario

Cambia tus suculentas de maceta de vez en cuando

Es habitual que se compren suculentas -insisto, tanto cactus como crasas- un día y que se mantengan en esa misma maceta durante mucho tiempo (años). Aunque es cierto que hay muchas que no necesitan trasplante, y otras que solo lo necesitan una vez o dos en su vida, hay otras que tendrán que ser plantadas en macetas más grandes con una mayor frecuencia, como los Aeonium, los Echinocactus, los Adenium, todos los cactus columnares como los Trichocereus y muchos, muchos más.

Pero, ¿cómo saber si la planta requiere un cambio? Bueno, la manera más rápida es observando los agujeros de drenaje de la maceta. Y es que si se les salen las raíces, sin duda es que se está quedando sin espacio. Pero esto no siempre es tan fácil, sobretodo cuando el sustrato tiende a compactarse cuando está totalmente seco.

Entonces, para salir de dudas, yo recomiendo hacer lo siguiente:

  1. Con una mano, sujeta la maceta por abajo, y con la otra la planta por la base.
  2. Ahora, con cuidado, extrae un poco la planta del recipiente. Repito: un poco, no del todo.
  3. Mientras lo haces, mira si el pan de tierra se desmorona o no: si NO lo hace, es decir, si se mantiene intacto, entonces es que la suculenta necesita una maceta más grande; en cambio, si empieza a deshacerse, no tendrás que trasplantarla aún.

El trasplante se tiene que realizar en cuanto el buen tiempo se haya instalado y las heladas hayan quedado atrás. Esto puede ser a principios, a mediados o a finales de primavera. Todo dependerá de la zona en la que nos encontremos.

Y en cuanto a la maceta, además de tener agujeros en la base, debe medir unos cinco centímetros (más o menos) más de diámetro y de alto que la que están usando en estos momentos.

Ponles un sustrato adecuado para ellas

No vale cualquier sustrato. Las suculentas no resisten el encharcamiento, y tienen problemas para crecer en aquellas tierras que son muy pesadas y compactas. Es por esto por lo recomiendo ponerles tierra para cactus y crasas, ya que esta es la única que les permitirá estar bien de verdad.

En el caso de que no se pueda conseguir, una buena alternativa sería mezclar a partes iguales la turba negra y la perlita. De este modo, tus plantas van a sentirse a gusto en esa maceta.

Asegúrate de que el sustrato está seco antes de volver a regar

El riego de las suculentas debe ser escaso

El riego se tiene que hacer únicamente cuando sea necesario, es decir, solo cuando la tierra o sustrato esté seco. Me gusta hacer hincapié en que las suculentas, la gran mayoría de ellas, soportan mejor la sequía que el exceso de humedad; de hecho, puede bastar regarlas más de la cuenta en una ocasión para que empiecen a pudrirse.

Por este motivo, es muy importante ver si realmente necesitan un riego. Y eso se hace introduciendo un palito en la maceta y ver si al sacarlo sale limpio (en cuyo caso sí se regaría), o no. Pero además, cada vez que se riegue hay que echar agua hasta que toda la tierra quede empapada. Lo que quiero decir con esto es que, si la planta es grande, no bastará con echar medio vasito. Siempre hay que echar la cantidad de agua que necesite cada suculenta, en función de su tamaño y del de la maceta.

Que no les falte luz

El último consejo y no menos importante (de hecho, yo diría que es uno de los que más importan) es el siguiente: pon tus suculentas en una zona en la que haya mucha luz. Y ojo: te hablo de luz natural, del Sol. La gran mayoría necesitan estar expuestas al Sol directo para crecer bien, como los Lithops, los Aeonium, los Echinocactus, y muchos más. Otras toleran algo de sombra, como las Haworthia o las Gasteria, pero incluso ellas tendrán problemas para crecer bien si están en lugares con poca claridad.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que si nunca antes habían estado expuestas a la sol de forma directa, si se ponen sin antes haberlas acostumbrado se van a quemar. Es por eso por lo que hay que ser pacientes y exponerlas poco a poco.

Con estos consejos, podrás mantener tus suculentas en maceta durante mucho tiempo.


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