Como jardineros aficionados, debemos tener muy presentes las necesidades de nuestras plantas, a fin de darles los cuidados que requieren. Por eso, es imprescindible saber cómo podar correctamente las plantas.
Una poda a destiempo o mal realizada puede poner en riesgo la salud de tu planta, e incluso podría conducirla a la muerte. Para que esto no te ocurra, toma buena nota de los consejos que hemos recopilado para ti.
¿Qué le ocurre a una planta si no la podamos de la forma debida?
La poda sirve para:
- Fomentar el crecimiento de la planta.
- Mejorar su capacidad para florecer y dar frutos.
- Controlar el tamaño y la forma.
- Prevenir enfermedades.
Cuando no la realizamos de la manera correcta, estamos generando una situación que puede causarle daños a nuestra planta a corto y largo plazo:
- Debilitamiento. Una falta de poda provoca un debilitamiento general de la planta, porque las ramas que están enfermas o dañadas consumen energía e impiden que esta llegue a las ramas nuevas.
- Mayor susceptibilidad frente a enfermedades y plagas. Cuando las ramas crecen de forma densa y enmarañada, se dificulta la circulación de aire y la entrada de luz a toda la estructura de la planta. Como consecuencia, se crea el ambiente propicio para el desarrollo de hongos, bacterias y plagas.
- Pérdida de forma y estética. Una mala poda, o la ausencia de poda, hace que la planta crezca de forma desordenada y pierda su bonita forma.
- Reducción de la floración y la fructificación. Muchas especies necesitan de la poda para estimular la producción de flores y frutos. Si no la aplicamos, al final se reduce la cantidad de flores y de frutos.
- Riesgo de caída de ramas. En plantas grandes, la falta de poda o una poda mal hecha provocan que las ramas se puedan romper con facilidad y caer, lo que puede dar lugar a accidentes.
Errores comunes en la poda
Podar correctamente las plantas parece algo sencillo, pero no es tan fácil como se suele creer. Aquí tienes algunos de los errores más habituales:
- Poda excesiva. Si eliminamos de una sola vez una gran parte de la planta, la estamos dejando muy expuesta frente a plagas y enfermedades, porque va a quedar muy debilitada. Además, esto le genera un estrés que también afecta a su sistema inmunitario, haciendo que sea todavía más propensa a enfermar.
- Poda en el momento equivocado. Cada planta tiene una época óptima para la poda. Si realizamos el corte en otro momento, podemos dañar su capacidad para crecer o para dar flores.
- Heridas mal realizadas. Utilizar herramientas inadecuadas o hacer mal los cortes da lugar a heridas que se pueden convertir en un foco de infecciones.
- Falta de conocimiento. Podar sin saber bien cómo y cuándo hay que hacerlo, puede causar más daños que beneficios a la planta.
Cómo podar correctamente las plantas
Ahora que sabemos lo importante que es podar bien, es momento de profundizar en cómo tenemos que hacerlo para que nuestras plantas crezcan fuertes y sanas.
Escoger el momento adecuado
No es lo mismo podar un jazmín que una higuera o un geranio, eso está claro. Cada planta tiene sus propias necesidades en cuanto a la poda y, lo primero que debemos ter claro es cuándo es el mejor momento para llevarla a cabo.
- Antes de que comience a rebrotar. En especies de hoja caduca, la mejor época para podar es entre el otoño y el invierno, antes de que las hojas nuevas empiecen a rebrotar.
- Después de la floración. En algunas plantas, podar tras la floración estimula la aparición de nuevas flores. Esto ocurre, por ejemplo, con algunos tipos de rosales.
- Cuando sea necesario. Hay plantas que podemos podar en cualquier época del año si es para eliminar ramas que puedan estar enfermas o dañadas.
Al margen de estas prescripciones generales, antes de podar una planta te recomendamos que te informes bien sobre cuándo es el mejor momento para recortar esa especie en concreto.
Utilizar las herramientas correctas
Para trabajar con tus plantas utiliza únicamente herramientas de jardinería, y recuerda utilizar guantes para proteger tus manos y prevenir las infecciones.
El kit básico está compuesto por:
- Tijeras de podar para trabajar con las ramas pequeñas y finas.
- Serrucho para las ramas de mayor grosor.
Antes y después de cada uso, limpia las herramientas para eliminar cualquier resto de suciedad y desinfecta con alcohol para evitar la propagación de enfermedades.
Cuando vayas a guardar las herramientas asegúrate de secarlas bien, aplica un poco de lubricante en las hojas para que no se oxiden y déjalas en un lugar donde no estén expuestas a la humedad.
Hacer cortes limpios
Antes de empezar a podar infórmate bien sobre las necesidades de la planta con la que vas a trabajar, porque no en todos los casos hay que realizar los cortes de la misma manera.
En líneas generales, los cortes se practican en oblicuo, justo por encima de una yema y lo más cerca posible del tronco de la planta. Lo que buscamos es que sean cortes limpios, porque así curarán antes.
Protege las heridas
En caso de que tengas que hacer cortes grandes, aplica una pasta cicatrizante para tapar la herida. Con una acción tan sencilla como esta, estás protegiendo a tu planta o árbol frente a muchas enfermedades.
No podar más del 30% del follaje
La poda no tiene que ser demasiado excesiva, salvo en aquellos casos en los que estemos trabajando con una planta que está enferma o sufre una gran infestación de insectos.
Por norma general, no deberías eliminar más del 30% del follaje en una sola poda. Si te excedes, la planta va a quedar demasiado débil y va a sufrir un gran estrés, lo que podría poner en grave riesgo su salud e incluso causar su muerte.
Cuidados tras la poda
Finalizado el trabajo de recorte, aplica unos consejos básicos de cuidado:
- Retira los restos de poda para evitar la proliferación de plagas y enfermedades.
- Riega la planta según sus necesidades. En la mayoría de los casos no hace falta darle más agua a la planta por el mero hecho de haberla podado. Es más, un exceso de agua en este momento puede favorecer el desarrollo de hongos.
- Aplica un fertilizante ligero y rico en nitrógeno para estimular la aparición de nuevas hojas.
Podar correctamente las plantas no es complicado. Si sigues estos consejos, te garantizamos que vas a obtener unos buenos resultados y que tus plantas crecerán más sanas y bonitas que nunca.