5 bulbos para plantar en invierno

bulbos de invierno que puedes plantar en casa

En invierno nuestro jardín y hasta las plantas que tenemos en el balcón están en fase de latencia. Reducen mucho su crecimiento y apenas vemos cambios en ellas, pero eso no quiere decir que no tengamos que seguir cuidándolas. Además, con la llegada del frío también es un buen momento para empezar a preparar el jardín con plantas cuya belleza disfrutaremos en primavera. Por eso, hoy vamos a hablar de los bulbos de invierno.

Las plantas bulbosas crecen a partir de un bulbo, de ahí su nombre, que necesita pasar unas semanas bajo tierra para poder crecer y empezar a desarrollar los brotes. Por tanto, si plantamos ahora los bulbos, para cuando llegue la primavera tendremos unas bonitas plantas en nuestro jardín.

Bulbos de invierno que puedes plantar ya

Vamos a repasar cinco variedades con las que puedes empezar a trabajar en las próximas semanas, y que en unos meses llenarán tus macetas de vida.

Tulipanes

Tulipan entre los bulbos de invierno

El tulipán es una de las plantas bulbosas por excelencia, y lo mejor es que podemos elegir entre una amplia variedad de colores y formas. Eso sí, procura escoger bulbos que tengan buen aspecto, que no se vean dañados o tengan un aspecto deshidratado.

La época ideal para plantar bulbos de tulipán es el otoño, pero si no vives en una zona extremadamente fría puedes hacer la plantación en invierno.

Prepara el suelo para mejorar su estructura y fertilidad. Asegúrate de que el sustrato drena bien y añádele un poco de materia orgánica para que haya más nutrientes disponibles para las plantas.

Coloca los bulbos a unos 10-15 centímetros de la superficie, con el extremo puntiagudo hacia arriba. Dejando a la vez otros 10 o 15 centímetros entre un bulbo y otro para que los tulipanes puedan crecer y circule bien el aire entre ellos.

Cubre los bulbos con tierra y presiona suavemente para eliminar las bolsas de aire. Como hablamos de bulbos de invierno, puedes añadir una capa de mantillo para ayudar a conservar la humedad y proteger frente a las heladas.

Narcisos

El narciso para invierno

Los narcisos también nacen de bulbos, y para hacer la plantación puedes seguir los mismos consejos que hemos visto para los bulbos de tulipanes. Eso sí, en este caso, procura escoger una ubicación a pleno sol, porque a estas plantas les encanta recibir luz natural durante muchas horas al día.

Por lo que respecta al suelo, intenta que sea ligeramente alcalino. Si no es posible, utiliza sustrato comercial para proporcionar a la planta un entorno lo más neutro posible.

Tras la plantación puedes aplicar un poco de fertilizante balanceado. Eso sí, una vez que aparezcan las flores, no utilices más fertilizantes, ya que podrías dañar los bulbos.

Una vez plantados, los narcisos seguirán resurgiendo primavera tras primavera. Cada cuatro o cinco años puedes excavar y dividir los bulbos que se habrán reproducido, así tendrás más plantas. Pero asegúrate de que llevas a cabo esta acción después de que las hojas se hayan marchitado.

Jacintos

El jacinto azul

Los jacintos le aportan interés visual y fragancia a tu jardín. Se plantan a través de bulbos que puedes colocar en macetas o en tierra tanto en otoño como en las primeras semanas del invierno. Pero es importante que escojas bulbos que presenten un buen aspecto, porque esto afectará directamente a la salud y vitalidad de las plantas que van a nacer de ellos.

Puedes plantarlos en una ubicación a pleno sol o en una que reciba algo de sombra, pero siempre procurando que el sustrato utilizado tenga una buena cantidad de drenaje para que no se produzca un encharcamiento de las raíces.

En el caso de bulbos de invierno de jacintos, te recomendamos que al sustrato le añadas algo de compost para hacerlo más rico en materia orgánica y que las plantas puedan obtener los nutrientes que necesitan para crecer fuertes y sanas.

Si no añades materia orgánica, puedes aportar un fertilizante equilibrado al suelo a principios de la primavera, antes de que aparezcan las flores.

Tras la plantación, aplana bien la tierra para que no haya cámaras de aire y aplica sobre el sustrato una capa de mulch o de mantillo. Esto protegerá a los bulbos de las temperaturas frías y contribuirá a retener la humedad.

Cuando la planta muera, puedes desenterrar los bulbos, almacenarlos en un lugar fresco y seco y volver a replantarlos en otoño o invierno.

Crocus

Así luce el crocus

Los crocus también son bulbos de invierno, y dentro de esta familia hay más de 100 variedades diferentes que se encargan de llenar los jardines de flores y color durante los meses de primavera.

Aunque es mejor plantar estos bulbos en otoño, antes de que lleguen las heladas, puedes plantarlos también en otoño si no van a estar expuestos a muy bajas temperaturas. Además, puedes añadir una capa de mantillo sobre el sustrato para protegerlos y proporcionarles calor.

Se trata de bulbos pequeños pero muy resistentes, y basta con plantarlos a unos siete o 10 centímetros de la superficie. De ser posible, en un lugar en el que los crocus que nazcan reciban después muchas horas de sol.

Para conseguir un resultado final mucho más atractivo, puedes plantar juntos bulbos de diferentes variedades de crocus, pero no olvides dejar unos 10 centímetros entre unos y otros para que al aire circule bien entre las plantas y estas estén más saludables.

Los crocus son bulbos que florecen rápido, así que no te sorprendas si son los primeros que empiezan a mostrar su belleza en cuanto pasen los rigores del invierno.

Iris reticulata

El bulbos de invierno iris reticulata

El iris reticulata es un tipo de lirio que apenas llega a los 10 centímetros de altura, pero que resulta muy llamativo por lo bonitas y coloridas que son sus flores. Por lo que es una buena incorporación para tu jardín.

Los bulbos se pueden plantar desde septiembre, pero no pasa nada si lo hacemos cuando ya ha empezado el invierno, siempre y cuando no los ubiquemos en una zona demasiado fría. Algo que, en todo caso, no deberíamos hacer, porque a estas plantas les encanta recibir muchas horas de sol cada día.

A diferencia de otros, los bulbos de iris reticulata no hay que plantarlos a mucha profundidad. De cinco a ocho centímetros son más que suficientes, porque no son muy grandes.

Una vez hecha la plantación, vamos a regar de forma moderada, procurando que el sustrato mantenga la humedad, pero sin llegar a encharcar.

Con estas cinco variedades de bulbos de invierno tu jardín estará espectacular cuando llegue la primavera. Así que aprovecha estas semanas de frío para diseñar y dar forma a un jardín lleno de vida y color.


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