Las flores de lavanda convierten cualquier jardín en un oasis de belleza y fragancia, destacando por su inconfundible color violeta y su exquisito aroma. Además de su atractivo ornamental, la lavanda aporta múltiples beneficios para la salud y usos domésticos. Saber cuándo cortar flores de lavanda es fundamental para aprovechar al máximo sus propiedades, mantener la planta sana y obtener la mayor cantidad de aceites esenciales, ya sea para fines decorativos, aromáticos o medicinales.
¿Por qué es importante el momento de corte de la lavanda?
Cortar la lavanda en la época adecuada garantiza que sus flores conserven el máximo de fragancia y color, y que la planta se mantenga vigorosa y saludable durante muchos años. Elegir el momento oportuno permite obtener flores más aromáticas, evitar la aparición de enfermedades por exceso de humedad y favorecer la regeneración y el crecimiento de nuevos brotes.
Además, una recolección bien programada prolonga la vida útil de la planta, permitiendo que produzca flores abundantes temporada tras temporada. La lavanda recolectada correctamente resulta idónea para secar, elaborar decoraciones, crear saquitos aromáticos, preparar infusiones o extraer su aceite esencial.
¿Cuál es la mejor época para cortar flores de lavanda?
El momento ideal para cortar flores de lavanda depende del uso que vayas a dar a la planta, del clima local y del ciclo propio de la lavanda en tu región. Generalmente, existen dos periodos recomendados a lo largo del año:
- Primera recolección, antes de la floración completa: El mejor momento para cortar la lavanda destinada a secar o extraer aceites es justo antes de que las flores se abran por completo. Es entonces cuando la concentración de aceites esenciales y fragancia es máxima. Esto suele coincidir con el final de la primavera y el inicio del verano, cuando la mayoría de los capullos están todavía cerrados y las inflorescencias lucen coloridas pero compactas.
- Poda tras la floración, a finales de verano: Si lo que buscas es mantener la forma de la planta, estimular una nueva floración o retirar flores marchitas, conviene realizar una segunda poda al concluir el verano, una vez que la floración principal haya terminado. Así, preparas la lavanda para la siguiente temporada.
El clima influye: en zonas cálidas, la lavanda florece antes; en regiones frías, este proceso puede retrasarse. Observa tu planta y corta en el momento que detectes la mayoría de los capullos coloreados, pero aún cerrados.
¿A qué hora del día es mejor cortar flores de lavanda?
La concentración de aceites esenciales varía a lo largo del día. Para obtener una lavanda más aromática, elige la hora del mediodía, cuando la planta está seca y el calor favorece la acumulación de aceites. Nunca cortes lavanda temprano, cuando aún está húmeda por el rocío, porque la humedad puede provocar que las flores se estropeen o desarrollen moho durante el secado.
Selecciona un día soleado y seco para la recolección. Evita periodos de lluvia o de alta humedad ambiental.
Herramientas necesarias para cortar flores de lavanda

- Tijeras de podar limpias y bien afiladas: Permiten hacer cortes limpios, evitando dañar los tallos o desgarrar la planta.
- Guantes de jardinería: Para proteger las manos de las posibles heridas o irritaciones, ya que la lavanda puede ser un poco áspera.
- Cestas de mimbre, bolsas de tela o recipientes amplios: Favorecen que las flores respiren y no se aplasten durante la recolección.
Es importante desinfectar las tijeras antes de usarlas para evitar la transmisión de enfermedades.
Paso a paso: ¿cómo cortar flores de lavanda correctamente?
- Elige las inflorescencias adecuadas: Selecciona tallos con la mayoría de los capullos coloreados pero aún sin abrir. Así garantizas la mejor fragancia y preservas el color.
- Haz un corte neto: Corta cada tallo a unos 5-10 centímetros por encima de la base leñosa (la parte más vieja y dura del tallo), justo por encima de un brote o rama secundaria. Esto estimula un rebrote fuerte y evita heridas profundas en la planta.
- Agrupa los tallos: Una vez cortados, agrupa los tallos en pequeños manojos para facilitar el transporte y posterior secado.
- No cortes en exceso: Evita hacer podas demasiado severas que lleguen a la madera vieja, ya que podría dificultar la regeneración de la lavanda.
¿Cómo secar correctamente las flores de lavanda?

Secar la lavanda de forma natural es el método más efectivo para conservar su aroma y color. Sigue estos pasos:
- Haz pequeños ramos: Ata los tallos recién cortados en pequeños manojos con una goma elástica. Es preferible a una cuerda, ya que los tallos se encogen con el secado.
- Cuelga los ramos boca abajo: Busca un lugar sombrío, ventilado y seco. Cuelga los manojos con las flores hacia abajo para que mantengan su forma y se sequen uniformemente.
- Evita el sol directo y el calor excesivo: El sol directo apaga el color violeta y un exceso de calor hace que la lavanda pierda sus aceites esenciales. Lo ideal es secar a temperaturas inferiores a 40 grados.
- Comprueba que están secas: Las flores están listas cuando se desprenden con facilidad del tallo y están completamente crujientes al tacto, proceso que suele durar alrededor de una semana, dependiendo de la humedad ambiental.
- Almacenamiento: Una vez secas, guarda las flores en frascos de cristal herméticos o en saquitos de tela, lejos de la luz y la humedad. Evita recipientes de plástico o metal, que pueden alterar el olor o favorecer la aparición de moho.
Cuidados posteriores al corte: cómo mantener tu planta de lavanda saludable
Después de la recolección, la lavanda necesita algunos cuidados clave para asegurar su óptima recuperación:
- Retira flores y ramas secas: Elimina todo el material seco, marchito o dañado para evitar la proliferación de enfermedades.
- Poda ligeramente los tallos exteriores: Da forma a la planta y evita que se vuelva leñosa y pierda vigor. No llegues a la parte leñosa principal, pues la lavanda no rebrotará con facilidad desde esta zona.
- Mantén el sustrato bien drenado: Evita el encharcamiento para proteger las raíces.
- Fertiliza con moderación: Tras la floración puedes añadir un poco de abono orgánico ligero para favorecer el desarrollo.
Tipos de lavanda y sus particularidades en la recolección
Existen distintas especies y variedades de lavanda, cada una con sus propias características y necesidades. Las más comunes son:
- Lavandula angustifolia (lavanda inglesa): Muy aromática, ideal para secar y usar en saquitos o infusiones. Florece una vez por temporada.
- Lavandula latifolia (lavanda de hoja ancha): Aroma intenso, flores grandes.
- Lavandín: Cruce entre lavanda inglesa y lavanda de hoja ancha. Produce más flores, pero menos aceites esenciales finos que la lavanda española.
La recolección se realiza con idénticos criterios en todas ellas: corta cuando la mayoría de los capullos estén coloreados pero sin abrir, y ajusta el calendario a la floración de la variedad que cultivas en tu jardín.
Usos de las flores de lavanda recién cortadas y secas
La lavanda ofrece una increíble versatilidad para el hogar:
- Decoración y arreglos florales: Usa ramos frescos o secos para embellecer ambientes, crear coronas o centros de mesa.
- Saquitos aromáticos naturales: Llena pequeñas bolsas de tela (lino, algodón o organza) con flores secas para perfumar armarios, cajones, habitaciones, e incluso el coche. La lavanda repele polillas y da un aroma relajante.
- Cosmética y bienestar: Añade flores a jabones, sales de baño o aceites corporales. El aceite esencial de lavanda calma y relaja.
- Infusiones y uso culinario: Utiliza flores secas (preferentemente de Lavandula angustifolia) para preparar infusiones anti-estrés o como ingrediente en postres, helados o mermeladas. La lavanda no sólo relaja, también aporta un matiz único a la cocina.
Beneficios medicinales de la lavanda
El uso de la lavanda no se reduce a lo ornamental. Sus propiedades medicinales la convierten en una de las plantas más apreciadas en herbolarios y hogares. Entre sus principales virtudes destacan:
- Efecto calmante: El aroma de la lavanda reduce el estrés, la ansiedad y ayuda a conciliar el sueño.
- Propiedades antisépticas y cicatrizantes: Muy usada en cosmética y para preparar infusiones o compresas calmantes.
- Alivio de problemas respiratorios: Las infusiones de lavanda ayudan a aliviar síntomas de gripe, resfriados y congestión por sus efectos antimicrobianos.
- Mejora digestiva: Favorece la digestión y alivia la hinchazón y los gases.
- Repelente natural de insectos: Tanto fresca como seca, la lavanda ayuda a ahuyentar mosquitos y otros insectos no deseados del hogar.
Cómo preparar una infusión de lavanda
- Elige flores secas y limpias: Utiliza sólo flores de lavanda secas y sin restos de pesticidas.
- Utiliza una cucharadita por taza: Añade una cucharadita colmada de flores secas en una taza.
- Vierte agua hirviendo: Deja reposar tapada durante 5-10 minutos.
- Añade miel o limón si lo deseas: Potencia el sabor y las propiedades relajantes de la bebida.
- Toma caliente o fría: Puedes disfrutar la infusión fría también, igual de aromática y saludable.
¿Cómo conservar y almacenar flores de lavanda secas?
- Frascos de vidrio herméticos: Los más recomendados para preservar la fragancia y evitar la humedad o el acceso de plagas.
- Bolsas de tela natural: Algodón, lino u organza permiten que el aroma se libere gradualmente y son perfectas para armarios y cajones.
- Lugar seco y oscuro: Protege del sol y la humedad para conservar color y propiedades durante varios meses.
Errores frecuentes al cortar lavanda y cómo evitarlos
- Corte tardío: Si las flores están demasiado abiertas o marchitas, pierden aroma y color.
- Corte excesivamente bajo: No cortes la base leñosa, porque la planta no rebrotará con fuerza.
- Recolección en días húmedos: Las flores pueden desarrollar moho en el proceso de secado.
- Almacenamiento inadecuado: Un mal almacenamiento hace que las flores pierdan aroma o incluso se echen a perder.
Preguntas frecuentes sobre el corte y uso de flores de lavanda
- ¿Se puede cortar lavanda varias veces al año? – Sí, si la variedad lo permite y el clima es favorable, puedes realizar una primera recolección aromática y una poda de limpieza tras la floración. Para ampliar la información sobre cuándo florece la lavanda, visita cuándo florece la lavanda.
- ¿Es seguro consumir infusiones de lavanda? – La lavanda inglesa (Lavandula angustifolia) es la más segura para uso culinario. No abuses de las dosis y consulta antes en caso de embarazo o enfermedades.
- ¿Cuánto dura la fragancia de la lavanda seca? – Bien conservada, la lavanda seca puede mantener su aroma durante casi un año, aunque es más intenso los primeros meses.
- ¿Por qué mi planta de lavanda no florece bien después de la poda? – Es posible que la poda haya llegado a la parte leñosa. Recuerda dejar siempre suficiente follaje verde para un rebrote vigoroso.
Las flores de lavanda, cortadas y secadas en el momento óptimo, brindan un placer sensorial y una utilidad en el hogar incomparables. Respetando el ciclo natural de la planta, empleando herramientas adecuadas y siguiendo los consejos de recolección y secado, disfrutarás de la máxima calidad tanto en aroma como en color. Ya sea para decorar, perfumar ambientes, preparar infusiones relajantes o cuidar de la salud, la lavanda es un aliado versátil y fácil de aprovechar para cualquier amante de la jardinería y el bienestar natural.
