Cuándo podar el romero

Cuándo podar el romero

Una de las plantas habituales en los huertos es el romero. Al poder usarse a nivel culinario, y además desprender un aroma muy agradable, está en casi todos los jardines. Pero esta planta llega a crecer hasta 2 metros. Por eso, saber cuándo podar el romero es tan importante, primero, para que no se desboque y, segundo, porque si lo haces mal puede acabar muriendo.

¿Te has planteado alguna vez cuándo podar el romero? ¿Tienes uno y no sabes si lo estás haciendo bien? ¿O has tenido y te has dado cuenta de que, tras podarlo, la planta se ha ido? Tranquilo, hoy te hablamos de la mejor manera de hacerlo.

Cuidados del romero

Cuidados del romero

Antes de hablarte directamente de la poda, nos gustaría tratar los cuidados básicos del romero. Estos son los que deberías proporcionarle para asegurarte de que la planta es lo bastante fuerte y sana como para aguantar una poda.

En concreto, hablamos de:

Ubicación y temperatura

Al romero le encanta el sol. Por eso siempre se recomienda colocar en pleno sol. Pero cuando estar al sol significa sufrir una gran temperatura (por ejemplo de más de 35 grados), entonces es mejor ponerlo en semisombra, normalmente en un lugar donde pueda recibir el salvo en las horas de más incidencia.

Tierra

El sustrato de la planta debe llevar un buen drenaje. Normalmente el romero necesita una tierra árida y seca, pero lo cierto es que suele adaptarse a cualquiera (menos a los arcillosos). Asegúrate de que la tierra está suelta para plantar el romero y que tenga más oportunidades de asentarse en ese lugar (ya sea en una maceta o en el jardín).

Abonado

En los meses veraniegos agradece que le eches algún abono orgánico como compost o humus de lombriz.

No la abones si acabas de trasplantarla o le has echado tierra nueva ya que esta contendrá los nutrientes que necesita y abusar de ello puede hacer que la planta se desgaste.

Riego

El romero no es de mucho riego. De hecho, solo tienes que hacerlo cuando notes que tiene el suelo seco, y nunca regando por encima, sino por abajo.

Dependiendo del clima que tengas, podría ser una o dos veces a la semana, o cada 10 días. En invierno se espacia mucho más porque puede ser que la humedad ambiental sea suficiente para mantenerla hidratada.

Cuándo podar el romero

Ahora que sabes cuáles son los cuidados básicos del romero, vamos a detenernos más a fondo en la poda. ¿Sabes cuándo podar el podar el romero?

La respuesta es sencilla, pero al mismo tiempo complicada. Te explicamos.

El romero es una planta perenne, es decir, que se va a mantener activa durante todo el año, con hojas. Pero no se recomienda que se pone cuando las temperaturas están cercanas a los cero grados, o si hay heladas. Es mejor siempre esperar a la primavera o al verano, ya que son dos periodos de crecimiento más activo y evitas problemas que en otras estaciones podrían derivar en que no aguantar la salud de la planta.

En lugar de guiarte por las estaciones, nosotros te recomendamos que lo hagas por el tiempo. Espera a que notes que la temperatura es agradable, tanto por la mañana como por la noche. De esta forma te aseguras de que las bajadas de temperatura no afecten al romero.

Cómo podar el romero

Cómo podar el romero

Lo siguiente que debes saber sobre la poda del romero es cómo llevarla a cabo. Y en este sentido hay dos tipos de poda. Los expertos dicen que no hace falta podarlo, pero cuando crece demasiado, o bien cuando hay ramas que se secan (aunque vuelvan a brotar en la punta) es mejor cortar para que la planta tenga más fuerza.

Así, puedes llevar a cabo dos podas:

Poda de formación

Esta poda se lleva a cabo unas semanas después de que se plante el romero, cuando se vea que empieza a crecer (signo evidente de que se ha asentado en su nueva ubicación) y al ser mínima, se puede hacer durante todo el año (aunque se recomienda que con el frío no se toque, aunque se salga de la formación (o diseño) que hayamos querido darle).

En este caso solo hay que tener en mente la forma que queremos que tenga y cortar todo lo que sobresalga de ese contorno.

Es mejor hacerle una poda pequeña que una grande, porque así tolerará mucho mejor esta y no se resentirá tanto. Ten en cuenta que durante los primeros años la planta debe adaptarse a su nueva ubicación, no solo a la tierra sino también a un ciclo de temperaturas completas.

Poda de limpieza

La poda de limpieza se caracteriza por ayudar a la planta a sanearla. En otras palabras, se busca eliminar ramas muertas, que se entrecrucen o que impidan que respire por todos los ángulos, ayudando así a que se active más aún su desarrollo. En general, es cortar las ramas secas, viejas y aquellas que entorpezcan a otras.

Esta poda siempre se hace en verano, y siempre 1-2 meses antes de que lleguen las heladas o el otoño. Es decir, podría ser en los meses de agosto y septiembre (todo dependerá de la temperatura que haga).

Es una poda algo más drástica, que incluso puede revitalizar los romeros viejos (en esos casos se corta prácticamente entera la planta para que vuelva a resurgir completamente nueva).

Qué hacer después

romero cortado

Una vez que has podado el romero, hay dos acciones que se pueden llevar a cabo y que ayudan un poco a que la planta se recupere.

Una de ellas es regarlo. Has de evitar regarlo por arriba, para que el agua no penetre por los cortes de las ramas y pueda pudrirla por dentro.

La otra opción, que se puede hacer con la anterior, es darle un poco de fertilizante que ayude a activar más aún el crecimiento, dándole los nutrientes necesarios para activarse y que vuelva a brotar. Eso sí, no te lo recomendamos si acabas de trasplantarla, porque la nueva tierra ya tendrá nutrientes y un abuso de ellos puede acabar quemándola.

Ahora que ya sabes cuándo podar el romero y cómo hacerlo, ¿qué tal si te animas con el que tú tienes?


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