Cuándo podar la hierba luisa: qué necesitas y cómo hacerlo

Cuándo podar la hierba luisa

Uno de los cuidados más importantes de muchas plantas es el de la poda. Esta ayuda a mantener la salud de las plantas, y evita que haya plagas o enfermedades (no al 100% pero al menos es un sistema de prevención). Por eso, hoy nos centramos en cuándo podar la hierba luisa y cómo hacerlo.

Si tienes esta planta en tu jardín, o en una maceta, y quieres saber cuándo es el mejor momento y cómo deberías hacerlo, sigue leyendo todos los consejos que te vamos a dar.

Cuándo podar la hierba luisa

hierba aromática

Vamos a empezar diciéndote cuándo es mejor podar la hierba luisa. Esta planta ya sabes que tiene un ciclo común, es decir, en otoño empieza a perder sus hojas (sobre todo si el tiempo es frío), en invierno estará pelona y en primavera comenzará a brotar.

Es lo normal en muchas plantas. Pero, en todo ese periodo, ¿es mejor podarla en otoño, en invierno o en primavera? La respuesta no es tan fácil como parece. Verás:

Puedes hacerle una poda drástica en otoño y en invierno siempre y cuando el clima donde la tengas no sea muy frío ni haya heladas. Al podarla antes de que llegue el frío harás que no gaste demasiada energía en mantener las pocas hojas que le van quedando (y en mantenerse activa), sino que entra en un letargo y en primavera tendrá más energías para brotar. Pero una helada importante puede acabar con ella, o enfermarse.

Puedes esperarte hasta el final del invierno (si el clima es cálido) o primeros de primavera para hacerle una poda. Sin embargo, te arriesgas a que, cuando la hagas, ya haya brotado y cortarla a veces puede frenar el desarrollo de la planta.

Por eso, nuestra recomendación es que lo hagas al final del invierno, cuando ya no haya heladas (aunque el tiempo siga frío) porque así evitarás lo malo de una época y de otra.

Cómo podar la hierba luisa

Hierbas aromáticas saludables

Ahora que sabes cuándo podar la hierba luisa, ¿quieres que te echemos una mano para saber cómo podarla? Pues dicho y hecho, aquí tienes los pasos que, para nosotros, son más importantes.

Preparar las herramientas

El primero, antes de hacer nada, no es otro que el de preparar todas las herramientas que vas a necesitar para podar tu planta. Por supuesto, estas dependerá del tipo de planta que tengas. Es decir, si es grande o pequeña.

En general, lo que vas a necesitar será:

  • Unas tijeras limpias y afiladas. Asegúrate de desinfectarlas antes de usarlas y también una vez termines. Así no contagiarás enfermedades entre las plantas.
  • Unos guantes y gafas protectoras. Para evitar dañarte las manos o que te salte algo a los ojos que puede irritártelos.

Y nada más. Como hierba aromática que es no crece tanto como para necesitar alguna herramienta más grande aunque, si es muy frondosa, solo con unas tijeras puedes tirarte mucho tiempo recortando.

Hora de cortar

Uno de los cuidados que debes llevar a cabo a menudo tiene que ver con la floración. Es importante que, conforme las flores vayan marchitándose, las cortes, para evitar que estas puedan atraer plagas o enfermedades. Sin embargo, como hablamos de la poda previa a la floración, esta debe empezar por eliminar las hojas y las ramas que estén secas y viejas, esas que ya sabes que no nos sirven para que la planta vuelva a crecer por ahí.

También te recomendamos que elimines las ramas que se entrecrucen o que impidan que el sol y el aire penetre bien por la planta (para que esté bien aireada y nutrida).

Además, las hojas y ramas grandes no son bonitas estéticamente, y le quitarán belleza a la planta. Así que prueba a recortarlas (unas y otras) para que la planta no tenga una forma más uniforme. De hecho, una vez limpies de hojas y ramas que no son necesarias lo siguiente que deberías hacer es una poda para que mantenga la forma que quieras que tenga, lo que implica recortar aquellas ramas que se salgan de esa formación.

Un consejo que te damos es que no hagas una poda muy drástica si es posible. Es mejor podarla en dos veces, o en tres, que en una porque así le das tiempo a esta a recuperarse, y se va activando por tiempos, desgastándose mucho menos que si tuviera que encargarse de toda ella al mismo tiempo.

Finalmente, y dependiendo de si la has trasplantado o no, puedes echarle algún abono o producto especializado para su crecimiento, a fin de darle energía para que salga adelante después de haberla podado. Pero si le has cambiado de tierra mejor no lo hagas porque ya tiene los nutrientes necesarios para hacerlo.

Revisa en busca de plagas y enfermedades

Hojas para podar

El momento de la plaga puede ser el idóneo para revisar a fondo tu planta. De ahí que te hayamos dicho que te pongas guantes. Y es que, aunque no es una planta a la que le afecten mucho las plagas y las enfermedades, hay dos que hay que controlar: los ácaros y la pudrición de la raíz.

Para los ácaros, lo mejor es revisar a fondo las ramas en busca de algo que no deba estar, así como las hojas (si tiene alguna) para fijarte en que no haya ningún bichito indeseable. Si es posible, ten a mano una lupa ante cualquier sospecha.

En el caso de la pudrición de la raíz, la única forma de saberlo a ciencia cierta es que la saques de la maceta y mires si tiene la tierra demasiado empapada. Pero si esta está plantada en el jardín es más difícil. Así que lo que puedes hacer es meter un palo para ver si este sale muy húmedo o no y fijarte en la planta en sí (en la base) por si notas algo de pudrición en el tallo, si esta se mueve mucho, etc.

Como ves, podar la hierba luisa no tiene ningún misterio. Solo necesitas hacerlo con tiempo para saber qué ramas recortar, hasta cuándo y cómo hacerlo. ¿Tienes más dudas? No te preocupes, déjanoslas en comentarios e intentaremos resolverlas.


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