¿Cuándo se atan las lechugas?

Consejos y trucos para cuando se atan las lechugas

Las lechugas es una de las hortalizas más sencillas de lograr en un huerto. Rara vez encontramos a personas con huertos que no tengan algunas sembradas como mínimo. Es una planta resistente, que difícilmente se estropea por enfermedades o plagas, y que a excepción de los caracoles o babosas, pocos problemas suelen presentar. Una de las dudas que mayormente se plantea es saber cuándo se atan las lechugas.

En este artículo aprenderás cuándo es importante atarlas, y por qué motivos se hace. También, lo sencillo que resulta llevar la producción de las diferentes lechugas. Además su producción suele obtenerse entre 40 a 150 días posteriormente a su siembra, dependiendo la variedad y época del año. Lo que la hace una indispensable de los huertos.

¿Por qué se atan las lechugas?

atar lechugas

Antes de nada, y quizás pueda sorprenderte, las lechugas no es necesario atarlas. Se hace por una cuestión de gustos. Sí, has leído bien. Si eres de los que ha llegado hasta aquí porque nunca las has atado y creías que lo hacías mal, para nada. Las lechugas se atan particularmente para blanquear su interior, su cogollo, darles algo de forma, y volverlas más bonitas al servirlas a la mesa. Siendo este motivo puramente personal y de gustos.

El motivo principal por el que muchos profesionales lo terminan haciendo es porque el mercado lo prefiere. También por este motivo el mercado les paga mejor. Entonces tiene sentido que para obtener un mejor rendimiento económico de la producción, muchos agricultores se inclinen para esta opción. No es tanto saber cuándo se atan las lechugas, sino por qué motivo se atan.

¿Cuál es el mejor momento de atar las lechugas?

Cuando le queden pocos días para ser recolectadas. Por un general, basta con hacerlo unos 4 o 6 días antes de ser recolectadas. Esto hará que el interior se vaya blanqueando lo suficiente para luego ser más atractiva.

Puede que durante ese periodo, coincida con un periodo de lluvia. Es algo que hay que vigilar. Si se anticipa lluvia, es mejor no hacerlo, o hacerla antes y recolectarlas antes si lo hemos podido anticipar con muchos días por delante. La razón es que el exceso de agua en su interior puede terminar por pudrir y malmeter la lechuga. Al estar atada, el drenaje de agua es prácticamente inexistente y es fácil que se echen a perder.

razon para atar lechugas

La lechuga más común en atarse es la lechuga larga, también conocida como romana. Otra de las que es interesante blanquear es la escarola, aunque presenta algunas mayores dificultades por el tipo de planta. Y finalmente tenemos algunas como la Hoja de Roble que por el color que se persigue, no suele buscarse que sean atadas. Existen muchos tipos de variedades de lechugas.

¿Cómo atar las lechugas?

Se puede hacer con alguna cuerda, pero para mayor practicidad, suele emplearse una «goma de pollo». Basta con recoger las hojas y abrazarlas con la mano, para luego introducir en forma de aro la goma. Únicamente ir con cuidado para no estropear las hojas, con la práctica, verás que es un momento atarlas.

En el caso de la escarola, por sus hojas más duras, largas y estrechas, y por su amplitud, es la más complicada. La diferencia con las otras lechugas es que tendrás que tener más paciencia y delicadeza, pero se puede atar igual aunque en principio parezca que no se puede.

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Ventajas y desventajas de atarlas

Es una cuestión de gustos más que de paladar. El atarlas nos permite tener un colorido más blanquecino y amarillo del interior de la lechuga. Servidas como una ensalada, les da un aspecto más fresco.

Por otro lado, el no atarlas permite un mejor desarrollo de la lechuga y colorido, lo que también aporta algo más de nutrientes.

Particularmente, si tuviera que dedicarme profesionalmente, me decantaría a atarlas siempre y cuando el mercado compensara económicamente ese trabajo. Al ser más valorado, buscaría un mayor rendimiento. Pero en mi huerto, al contrario de lo que el mercado busca, no soy de atarlas. Me gusta despreocuparme, dejar las lechugas crecer con su normal desarrollo, y que me den unas hojas bien verdes. Al final, sobretodo en huerto, verás que es más importante los gustos que el saber cuándo se atan las lechugas.

¿Atar las lechugas para que no espiguen? No

Como saber cuándo se atan las lechugas

Es algo que a veces he escuchado, atar las lechugas para que no espiguen o espiguen más tarde. No tiene nada que ver, forma parte de su ciclo natural. Cuando la planta está lista para su floración, es decir, reproducción, se va a espigar igual esté atada o no.

En verano, suele espigarse pronto, gracias a las temperaturas, y a que la planta se ha desarrollado más rápido. Basta con tener este detalle en cuenta, que cuánto más calor haga, antes se espigara, para poder cosecharla antes. De lo contrario, con el espigado el sabor de la lechuga se vuelve más amargo.

Consejos de consumo de lechuga para huertos

Un rasgo diferenciador como consumidores es que comemos por los ojos. Esto también ocurre al ir a comprar las hortalizas para sembrarlas o al hacerlas germinar. En el caso de la lechuga, al igual que con las coliflores u otras, una vez lista para coger no puede aguantar muchos días más la planta porque se empieza a espigar. Para tener siempre lechugas listas y no desperdiciar nada, basta con saber cuánta cantidad vamos a consumir. Si tenemos animales y los tenemos que alimentar está bien siempre hacer de más, para consumo familiar únicamente con unas pocas vale.

Para en el caso del verano, basta con saber cuántas lechugas podemos consumir a la semana, dos o tres, no suelen ser más. Como el crecimiento en esta época del año es rápido, podemos sembrar 2 o 3 a la semana, de modo que siempre tendremos lechugas frescas y listas con un mínimo desperdicio. Para el invierno, el crecimiento mengua mucho, incluso parece estancarse. A medidas que nos acerquemos a él, aumentaremos la cantidad sembrada. A medida que el invierno termine, iremos reduciendo las cantidades, para luego no vengan todas las lechugas de golpe.

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