El calabacín, conocido botánicamente como Cucurbita pepo, es una hortaliza perteneciente a la familia de las cucurbitáceas que se ha vuelto muy popular en los últimos años. Los pioneros en cultivar este vegetal nutritivo, delicioso y bajo en calorías fueron los árabes. Los principales países productores de calabacín en el mundo son actualmente América del Norte, Italia, Holanda y España. Es muy versátil en la cocina, se usa en tortillas, tempura, a la parrilla, rellenos y más. Muchas personas que empiezan con el muerto urbano tienen la duda sobre cuándo se plantan los calabacines.
Por ello, vamos a dedicar este artículo a contarte cuándo se plantan los calabacines, cómo debes hacerlo y los mejores trucos para ello.
Cuándo se plantan los calabacines
Los calabacines en las regiones templadas se deben plantar en la primavera o al comienzo de la estación seca en climas que solo tienen estaciones frías y húmedas y estaciones cálidas y secas.
En climas invernales severos, las heladas aún pueden ocurrir a principios de la primavera, en cuyo caso es mejor esperar a que terminen. Hay que recordar que si se van a cultivar al aire libre, plantarlas demasiado pronto y luego tener que esperar más tiempo que el tiempo de trasplante no producirá ninguna cosecha.
Incluso si hay un lugar cálido para mantener el semillero, no es recomendable sembrar las semillas aproximadamente 1 mes antes del trasplante. Necesitan altas temperaturas y buena luz para crecer. Por ello, se recomienda sembrar en primavera, preferiblemente en abril y mayo. Antes de sembrarla en el semillero.
Es un cultivo de clima alto con una tolerancia extremadamente pobre a las bajas temperaturas. Necesitan de 10 a 12 horas de luz. La temperatura óptima del suelo para la germinación es de 20 a 25 ºC. Por debajo de los 10ºC se frena su desarrollo, y por encima de los 40ºC comienza un desequilibrio de plantas y temperatura.
Cómo se siembran los calabacines
Cultivar calabacines es fácil porque solo necesita un clima cálido para brotar. Puedes sembrar calabacín directamente en el suelo de tu jardín con dos o tres semillas de calabacín por hoyo, de 2 cm de profundidad.
Las semillas se siembran juntas de marzo a septiembre para que cuando broten rompan fácilmente la corteza del suelo. Al colocarlas, cubrirlas con 4 cm de tierra. Después de la germinación, cultiva una plántula por pocillo, selecciona la más fuerte y deseche las demás.
El calabacín se adapta a cualquier tipo de suelo, aunque prefiere los profundos y bien drenados. Por otro lado, los fertilizantes simples son los más utilizados, solubles y líquidos.
En cuanto al riego, si vas a cultivar calabacines en tu jardín, debes saber que la planta necesita humedad, por lo que deberás regarla con frecuencia cuando empiecen a aparecer los primeros frutos. Sin embargo, no es recomendable regar en exceso al inicio de la siembra, ya que el encharcamiento no favorece el correcto desarrollo de la planta.
Al trasplantar, riega profundamente, dejándola enraizar bien, hasta que las hojas se vean como decaídas, ahí habrá que hacer otro riego profundo. Repite estos pasos hasta que las flores comiencen a crecer. A partir de ese momento, desea mantener el suelo húmedo, pero no inundado.
En calabacín, debes eliminar los brotes secundarios lo antes posible. Si el huerto de la casa tiene buena acogida para el calabacín, se puede cosechar a los 40 días de la siembra y continuar otros 40 días dependiendo del crecimiento de las plantas. Cosecha los calabacines todos los días o cada dos días.
Preparación de la tierra
El calabacín es menos exigente con la tierra y se adapta fácilmente a todo tipo de sustratos, aunque prefiere aquellos que son ricos, profundos y bien drenados. Además, el suelo debe contener suficiente materia orgánica ya que tiene altos requerimientos de nutrientes.
El rango óptimo de pH está entre 5.6 y 7.0 Es moderadamente tolerante a la sal en el suelo y el agua de riego, pero a las plantas les puede resultar difícil absorber agua si la concentración de sal es muy alta.
Combinan bien con maíz, frijoles, repollo, lechuga, rábanos, acelgas, tomates y rúcula. No se llevan bien con las patatas y, en general, tampoco con las verduras de la familia (verduras de fruto) como pepinos, sandías, melones, calabazas o tomates, ya que compiten por la luz solar, el agua y los nutrientes.
Cómo cultivar calabacín paso a paso
Debes eliminar las malas hierbas y los residuos de cultivos anteriores, así como diversos desechos para garantizar que su calabacín obtenga la cantidad adecuada de nutrientes. Todas las plantas deben ser arrancadas de sus raíces para evitar que vuelvan a crecer.
Retira la tierra con un rastrillo y deje que esté bien ventilada. Humedece la tierra antes de plantar calabacines así beneficiarás el sistema radicular de los calabacines. Además, al humedecer el suelo, reduce el riesgo de que las semillas se desprendan hidráulicamente.
Fertiliza el suelo mezclando el fertilizante a una profundidad de 5 cm. Para hacer esto, crea pequeños montículos y planta 2-3 semillas de 3-5 cm de profundidad. Cuando hayas terminado, cúbrelos ligeramente.
Como planta que requiere mucho espacio, se recomienda una distancia mínima de 50 cm de cada montículo. Elige las plántulas más sanas y fuertes. Las semillas brotarán en unos pocos días. Si más de una semilla germinó en cada hoyo, quédate con la más fuerte. Para hacer esto, no tires de los débiles ya que dañará las hojas. Una simple poda en el suelo será suficiente.
Una de las características de la planta de calabacín es que un mismo individuo tiene flores masculinas y femeninas en su mayoría, por lo que se requieren al menos dos plantas para que la polinización forme frutos.
La poda es necesaria para limitar el crecimiento excesivo del arbusto y favorecer la producción de frutos. Asimismo, deberás retirar las hojas que se encuentren en mal estado durante todo su ciclo de vida.
En ocasiones conviene limpiar las flores porque una vez cumplida su función se cae y se pudren con mucha facilidad, lo cual es fuente de enfermedades. Nuevamente, se recomienda el lavado regular de la fruta. Esto incluye inhibir la fruta que ha sido dañada por enfermedad, deformidad o crecimiento excesivo.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre cuándo se plantan los calabacines y cómo hacerlo.