La Vitis vinifera, conocida mundialmente como vid o parra, es una planta muy presente en las fincas y huertos familiares, tanto por su uva (materia prima para la elaboración del vino) como por su valor tradicional y estético. Cuidar una parra adecuadamente no es fácil, y uno de los aspectos que hay que tener en cuenta con una parra es la poda. Esta trepadora puede crecer bastante en la naturaleza, pero los agricultores y jardineros casi siempre la podan para mantener los arbustos más pequeños listos para la cosecha. Esta poda no se puede hacer de ninguna manera. Muchas personas se preguntan cuándo se podan las parras.
Por ello, vamos a dedicar este artículo a contarte cuándo se poda en las parras, cuáles son sus características y aspectos a tener en cuenta.
Cuándo se podan las parras
A la hora de decidir cuándo podar las parras, se aplican las mismas reglas que con la gran mayoría de las plantas: las parras deben podarse mientras se encuentran en estado de latencia vegetativa. De lo contrario, la planta no almacena adecuadamente los nutrientes y se debilita y pierde mucha energía después de la poda. Por ello, la época habitual de poda es siempre al final de la fructificación y principios de la primavera, antes de que vuelva a la actividad.
En este sentido, algunos recomiendan la poda entre finales de invierno y principios de primavera, ya que la planta produce frutos más tardíos pero más abundantes y de mayor calidad.
Cómo podar una vid
Hay dos tipos de poda de vides: poda de formación y poda de fructificación.
La poda de formación se realiza durante los primeros años de vida de la vid y su función es dar a la planta la forma y estructura adecuada. Esta forma variará dependiendo de la función que se le quiera dar a la vid, no es lo mismo encontrar el máximo rendimiento de uva que, por ejemplo, dar sombra a las vides en el jardín.
La poda se realiza en plantas viejas que ya tienen suficiente forma de base, la finalidad es que las plantas crezcan sanas y den buenos frutos.
Cómo podar parras jóvenes y viejas
La poda de formación se realiza dentro de los primeros 3 o 4 años de la vid. La poda debe realizarse el primer invierno después de la siembra, pero puede esperar hasta el año siguiente si sus vides aún son demasiado pequeñas y frágiles.
Para la primera poda, elige la rama más gruesa y recta de la vid, que se convertirá en su rama principal. Debes podar todas las demás ramas débiles hasta la base, y también la rama principal si es una vid negra, dejando 2 yemas, o 3 yemas si es una vid blanca. En la próxima poda, selecciona nuevamente el brote más fuerte y corte los demás, dejando un brote principal de unos 30 cm de largo. Además, aquí sería útil atar la rama a una guía o soporte, pellizcarla a la rama cuando haya crecido a la misma altura, y pellizcar la misma rama al año siguiente a una longitud de aproximadamente 25 cm.
Hay otros tipos de poda, pero este es el método de poda más común que se usa para permitir que las vides produzcan mucha fruta sin crecer demasiado.
Cuando se trata de parras viejas, la poda de fructificación se realiza en viñas que ya tienen la estructura básica necesaria, se necesita un mantenimiento adecuado para eliminar las partes que están en mal estado y sus ramas no arrojan el sol entre ellas.
Para seguir estimulando el crecimiento de la vid, debes podar las ramas leñosas viejas que ya no están produciendo nuevos brotes. También poda las ramas o partes que parezcan estar enfermas o en malas condiciones, y elimina los nuevos brotes que atraviesen la rama principal o dificulten su crecimiento al bloquear la luz.
Pasos para podar parras y dar sombra
Si el propósito principal de sus vides es brindar sombra antes de la fructificación, la poda debe realizarse de una manera completamente diferente. Deja sólo el tallo más grueso de la vid, atado a un soporte para que pueda trepar sobre él, y retira las ramas laterales que surjan hasta que la vid alcance la altura deseada, desde donde se la puede estimular para que crezca y frondosa. Los colocas de manera que proporcione suficiente sombra cuando termine de cubrirlos.
La recolección de la uva depende de la época de poda de las vides y de las condiciones climáticas de la región y temporada. Por lo general, sin embargo, comienza en verano, a mediados o finales de julio, y dura hasta septiembre.
Aspectos a tener en cuenta sobre cuándo se podan las parras
Por lo general, la poda de las vides se realiza durante el período de latencia de la planta, el resto de la planta. De esta forma, la vid se podará antes de retomar la actividad ya que se debilita y pierde energía por la falta de nutrientes almacenados. Por ello, situamos la época de poda entre finales de invierno y principios de primavera, cuando finaliza la época de fructificación.
¿Qué es la poda tardía? La poda se realiza justo después de que las plantas comiencen a brotar. Esta época no suele ser la de podar las vides, ya que al cortar se eliminan grandes reservas.
¿Qué sucede si poda las vides antes de que las plantas entren en estado latente? En este caso nos encontramos con plantas sin reservas de hidratos de carbono, y si no se dejan reposar, la germinación se retrasa y la planta pierde vigor.
Otros aspectos a tener en cuenta son:
- Climatología: la madera de la vid y de sus sarmientos puede enfermarse, y al ser podada crea heridas en la madera que favorecen su entrada. Es importante evitar los días de lluvia, niebla y mucha humedad ya que favorecen la propagación del hongo.
- Edad de la planta: tienes que darte cuenta de que no es lo mismo podar viñas jóvenes que podar viñas maduras. Las plantas más jóvenes son más sensibles a las heladas y, como era de esperar, no tienen una gran capacidad para recuperarse de los efectos de las heladas. Por eso, la poda de las vides jóvenes debe posponerse después de que haya pasado el frío invierno.
Espero que con esta información puedan conocer más sobre cuándo se poda las parras y cuáles son sus características.