La poda del almendro es una de las labores más importantes para garantizar una cosecha de calidad, aumentar la longevidad del árbol y mejorar la producción tanto en cantidad como en calidad. Un correcto manejo de la poda no solo optimiza el rendimiento del cultivo, sino que también previene enfermedades y facilita la recolección. A continuación, te ofrecemos la guía más completa y actualizada sobre cuándo y cómo podar los almendros, integrando los conocimientos más fiables y actualizados de la experiencia agrícola, la investigación y los mejores especialistas del sector.
¿Por qué es importante podar los almendros?
La poda de los almendros es imprescindible para el equilibrio del árbol y la calidad del fruto. A través de la poda se logra:
- Corrige la estructura del árbol y elimina ramas que pueden causar malformaciones o sobrepeso en determinadas zonas.
- Se eliminan ramas muertas, enfermas o débiles que, de mantenerse, podrían mermar el vigor general y favorecer la aparición de plagas y enfermedades.
- Favorece la entrada de luz y aire a la copa, lo que es fundamental para la maduración homogénea de los frutos y la prevención de infecciones fúngicas.
- Permite rejuvenecer árboles viejos o recuperar aquellos que han sido abandonados o mal gestionados.
- Facilita la recolección de las almendras, optimizando el trabajo y reduciendo daños en el árbol.

¿Cuál es la mejor época para podar los almendros?
El momento óptimo para podar los almendros responde principalmente al estadio fisiológico del árbol, a las condiciones climáticas de la zona y al objetivo de la poda. La recomendación de expertos y técnicos agrarios coincide en que la mejor época es durante la parada vegetativa, es decir, cuando el árbol está en reposo y ha caído la hoja.
Este periodo abarca normalmente desde el inicio del otoño, tras la cosecha y caída de la hoja, hasta el final del invierno, justo antes de la brotación primaveral. Se busca que:
- No haya riesgo de heladas intensas que puedan afectar a los cortes y retrasar la cicatrización.
- El árbol tenga el tiempo suficiente para recuperarse antes de la floración y el inicio de la actividad vegetativa.
- Evitar podas durante la floración o el crecimiento activo, que pueden afectar la producción y debilitar al árbol.
La poda debe hacerse preferentemente entre el final del otoño y el final del invierno, procurando evitar días de lluvia intensa o riesgo de heladas en la zona.

Diversos tipos de poda en el almendro
Según el objetivo y la edad del árbol, existen cuatro grandes tipos de poda en el almendro. Cada una de ellas incide de forma diferente en el desarrollo y productividad del cultivo:
- Poda de formación: Se realiza en los primeros años del árbol para conformar su estructura y facilitar el manejo y la recolección. Aprende cómo podar un almendro.
- Poda de fructificación o producción: Orientada a mantener y mejorar la producción, eliminando ramas poco productivas y equilibrando la copa. Consulta la guía de poda del almendro.
- Poda de restauración o rejuvenecimiento: Aplicada a ejemplares envejecidos, dañados o desatendidos para reiniciar su ciclo productivo. ¿Cuándo se podan los almendros viejos?.
- Poda en verde: Consiste en eliminar brotes y rebrotes jóvenes durante la época vegetativa para evitar ramificación excesiva. Consejos sobre poda en verde.
Poda de formación
La poda de formación es crucial durante los primeros tres o cuatro años de vida del almendro. El objetivo es crear una estructura sólida de ramas principales que soporte el peso de la producción futura y facilite la entrada de luz. Aprende la técnica correcta de poda de formación.
- En el primer año, se recortan todas las ramas para estimular el desarrollo de brotes bajos y vigorosos.
- Durante el segundo y tercer año, se seleccionan y podan las ramas principales a dos tercios de su longitud, eliminando aquellas que crecen hacia el interior o desde la mitad inferior del tronco.
- En el cuarto año se realiza un mantenimiento, eliminando brotes o ramas excesivas y formaciones no deseadas.
Una formación adecuada permite recolectar fácilmente la almendra y que el árbol crezca equilibrado, previniendo daños estructurales futuros.
Poda de fructificación o producción
En árboles adultos, la poda cambia de objetivo y se centra en mantener y mejorar la productividad:
- Retirar chupones y prolongaciones que consumen energía sin aportar fruto.
- Eliminar ramas débiles, muertas o dañadas al final del invierno para favorecer el vigor y la renovación de madera productiva.
- Recortar ramas secundarias, buscando mantener el equilibrio entre vigor y producción.
Es importante no excederse en la poda para mantener un correcto equilibrio entre crecimiento vegetativo y fructificación. Cuanto más equilibradas estén las ramas secundarias, más larga será la vida útil y productiva del almendro.
Poda de restauración o rejuvenecimiento
Con el paso del tiempo, las ramas del almendro envejecen, disminuyendo la fuerza y producción del árbol. La poda de restauración es una labor intensa con el objetivo de reiniciar el ciclo productivo:
- Se aplican cortes drásticos, dejando solo las ramas principales con una longitud máxima de medio metro, favoreciendo la aparición de nuevos brotes más fuertes.
- Suele practicarse en árboles viejos, enfermos o mal gestionados.
- Este tipo de poda debe realizarse con precaución, ya que un mal manejo puede provocar la muerte del ejemplar.
Siempre conviene y evitar cortas muy agresivas que puedan dañar irreversiblemente el árbol.
Poda en verde
La denominada poda en verde se realiza tras la floración y la recolección del fruto, en los meses cálidos. Consiste en:
- Eliminar brotes y ramitas jóvenes que han crecido ese año para evitar una ramificación excesiva y pérdida de vigor.
- Controlar el desarrollo vegetativo, asegurando que la energía del árbol se destine a la maduración y engorde del fruto.
El momento más adecuado suele ser cuando los brotes alcanzan entre 30 y 45 cm, dejando 4 a 6 brotes bien distribuidos el primer año. Si quieres ampliar estos conocimientos, también puedes consultar .

Factores que influyen en la época y tipo de poda
La decisión del momento y tipo de poda depende de varios factores clave:
- Edad del árbol: Los almendros jóvenes requieren formación, mientras que los adultos suelen necesitar podas de producción o mantenimiento. También puedes consultar si el cuánto vive un olivo.
- Variedad del almendro: Hay variedades de porte cerrado (que se abren para mejorar la luz) y de porte abierto (que se cierran para evitar roturas por peso).
- Condiciones del cultivo: El manejo varía según si la plantación está en secano, riego deficitario o regadío intensivo.
- Clima de la zona: En climas con riesgo de heladas, la poda se retrasa para evitar daños por el frío en los cortes.
- Objetivos productivos: Si se busca fruta de mayor tamaño o cantidad, la poda deberá adecuarse al equilibrio entre vigor y carga productiva.
Cómo podar un almendro paso a paso
- Inspeccionar cuidadosamente el árbol antes de podar. Localiza las ramas principales, secundarias, chupones, brotes débiles y madera dañada o enferma.
- Establecer el objetivo de la poda. Si el árbol es joven, comienza por su formación; si es adulto, busca equilibrar la producción; si es viejo o está dañado, realiza una restauración.
- Utilizar herramientas limpias y afiladas. Emplea tijeras de poda, sierras limpias y desinfectadas para evitar la transmisión de enfermedades. Para evitar problemas de plagas, también puedes consultar plagas que afectan al almendro.
- Realizar cortes limpios y precisos, evitando desgarros o aplastamientos de la corteza.
- Eliminar siempre primero las ramas secas, enfermas o cruzadas. Después, ajusta la forma y equilibra el vigor.
- Evitar retirar más del 30% de la masa foliar en una misma temporada, para que el árbol pueda recuperarse sin estrés excesivo.
- No aplicar selladores ni pastas cicatrizantes salvo en casos de riesgo de enfermedades o grandes cortes, ya que pueden retardar la correcta cicatrización.
Consejos prácticos para una poda eficaz y segura
- Adapta la poda a la variedad y edad del almendro. No todas las variedades responden igual, y los árboles jóvenes y adultos tienen necesidades distintas.
- Revisa periódicamente el desarrollo del árbol. Dedica tiempo a comprobar el estado de las ramas y la formación de la copa.
- Pide asesoramiento profesional si tienes dudas, sobre todo los primeros años o en ejemplares viejos o enfermos.
- Evita podar en días húmedos o lluviosos, para no favorecer la entrada de patógenos a través de los cortes.
- Utiliza siempre herramientas adecuadas, limpias y afiladas. Un corte limpio reduce el estrés y la posibilidad de infecciones.
- No descuides el mantenimiento del cultivo. La poda debe ir acompañada de una buena gestión del riego, nutrición y control de plagas.
Poda y sanidad vegetal: prevención de plagas y enfermedades
Una de las grandes ventajas de la poda es que permite mejorar la aireación y reducir la humedad interna de la copa, dificultando el desarrollo de hongos, bacterias y la proliferación de plagas como:
- Barrenillo: Un insecto perforador que aprovecha las heridas de poda mal cicatrizadas. Para conocer más, visita .
- Antracnosis: Una enfermedad fúngica que se desarrolla cuando hay humedad y mala circulación de aire.
- Gomosis: Exudados gomosos producidos como respuesta a cortes mal realizados o enfermedades fúngicas.
La observación meticulosa tras la poda permite actuar rápidamente ante cualquier señal de enfermedad y tomar medidas preventivas, como el uso de productos fitosanitarios o el saneamiento de las zonas afectadas.

Errores comunes en la poda del almendro (y cómo evitarlos)
- Poda en momentos inadecuados: Hacerlo durante la floración, crecimiento activo o con riesgo de heladas puede causar graves daños y reducir la producción.
- Poda excesiva: Eliminar demasiada madera debilita el árbol, reduce el número de yemas productivas y lo expone a infecciones.
- Herramientas sucias o desafiladas: Favorecen infecciones y retrasan la cicatrización.
- Falta de periodicidad: No podar durante varios años y hacerlo de forma agresiva en un solo año puede llevar al agotamiento del árbol.
- Desconocer la variedad o sistema de plantación: Cada variedad y sistema (intensivo, seto, tradicional) requiere técnicas y tiempos de poda específicos.
Adaptando la poda a diferentes sistemas de cultivo
El almendro puede cultivarse en diversos sistemas: intensivo, semiintensivo, seto o tradicional. Cada uno requiere ajustes en la técnica y momento de la poda:
- En plantaciones intensivas, el ciclo de poda se acorta para mantener el tamaño y facilitar la recolección mecanizada.
- Los setos requieren podas más regulares pero menos intensas, priorizando la renovación de ramas productivas.
- En sistemas tradicionales con árboles aislados, la poda puede ser más estructural, centrada en la renovación y el equilibrio de la copa.
Preguntas frecuentes sobre la poda del almendro
- ¿Cuánto tiempo tarda el almendro en recuperarse de la poda?
Si se realiza correctamente y en el momento adecuado, el almendro cicatriza con rapidez y recupera el vigor para la siguiente temporada. Cortes muy grandes o fuera de época retrasan la recuperación. - ¿Qué pasa si no se poda el almendro?
El árbol crecerá de forma desordenada, perderá productividad, será más propenso a enfermar y dificultará la recolección. - ¿Se deben podar los almendros enfermos?
Sí, pero conviene asesorarse para eliminar solo las ramas afectadas y mejorar la ventilación, evitando cortes grandes que debiliten aún más el árbol. . - ¿Por qué la poda contribuye a mejorar la calidad de la almendra?
Al equilibrar la copa y favorecer la entrada de luz, los frutos maduran de forma homogénea y alcanzan mayor tamaño y sabor.


