A medida que nuestras plantas van creciendo van necesitando recipientes un poco más grandes. Si no las trasplantásemos, a corto o a medio plazo el crecimiento se estancaría y llegaría un momento en el que las raíces no sólo se quedarán sin nutrientes, sino que además las plantas terminarían muriendo.
Es por este motivo por el cual es muy necesario ir adquiriendo macetas grandes, especialmente si tenemos árboles, palmeras u otro tipo de plantas que alcancen tamaños importantes. Pero, ¿cómo saber que ha llegado el momento de usarlas?
Identifica las señales de la necesidad de un trasplante
Antes de saber que una planta necesita una maceta más grande, hay que identificar esas señales que nos indicarán que tiene esa necesidad. Son las siguientes:
- Las raíces empiezan a asomar por los agujeros de drenaje.
- La planta lleva unos meses o incluso años que, pese a verse bien, no ha crecido nada.
- Al cogerla por el tronco o tallo principal y al querer extraerla de la maceta, ésta sale sin problemas, con el cepellón de raíces entero.
Si presenta cualquiera de estas señales o si nunca se ha trasplantado desde que se compró, es conveniente cambiarle la maceta.
Cuándo usar una maceta grande
La maceta grande está diseñada para contener una planta de gran tamaño, o bien un grupo de plantas pequeñas. Cada vez que se trasplanta se ha de optar por tiestos que sean entre 3 y 5cm más amplios que el anterior, a no ser que sean de crecimiento rápido, en cuyo caso serán más aconsejables aquellos que midan entre 6 y 10cm más.
La profundidad también es un tema que debemos tener en cuenta. No se deben poner las plantas en un tiesto de 50cm de profundidad que en uno de 20cm. Como norma general, las plantas leñosas (árboles, arbustos, coníferas) y las palmeras, se deben plantar en macetas que sean más o menos igual de anchas que de profundas; en cambio, las herbáceas y las bulbosas, así como por supuesto los bonsáis, se han de plantar en una que sea más ancha que profunda.
Así, tus plantas podrán seguir creciendo sin problemas.