Guía Completa: Cuándo y Cómo Aplicar el Sulfato de Hierro en Plantas para una Nutrición Óptima

  • El sulfato de hierro corrige la clorosis, acidifica el suelo y facilita la absorción de micronutrientes esenciales.
  • La aplicación y dosificación varían según el tipo de suelo, planta y método (riego, suelo, foliar).
  • Es importante medir el pH antes, durante y después de la aplicación para evitar daños y potenciar resultados.

Aplicación de sulfato de hierro

En el mundo de la jardinería y la agricultura, mantener un suelo en condiciones óptimas es fundamental para garantizar el buen desarrollo de las plantas. Sin embargo, no todas las especies toleran los mismos tipos de tierra, lo que puede llevar a la aparición de carencias nutricionales. Un problema muy común es la clorosis férrica, una deficiencia de hierro que provoca el amarilleamiento de las hojas y, en casos graves, detiene el crecimiento e incluso puede acabar con la planta si no se corrige a tiempo.

La clorosis suele ser un síntoma visible de una falta de minerales esenciales (principalmente hierro, aunque también magnesio), que se evidencia cuando las hojas empiezan a amarillear progresivamente, manteniendo los nervios verdes y resaltados. Esta alteración se debe, principalmente, a la imposibilidad de la planta para absorber el hierro del suelo por un pH inadecuado, aunque haya suficiente cantidad disponible.

Si no se soluciona esta carencia, la planta acabará perdiendo vigor, sus hojas se marchitarán y caerán y, finalmente, se afectará el desarrollo general de la planta. Una solución efectiva y ampliamente adoptada es la aplicación de sulfato de hierro, un compuesto que acidifica el sustrato y facilita la asimilación de microelementos fundamentales para el metabolismo vegetal. A continuación, te explicamos qué es el sulfato de hierro, para qué sirve, cómo y cuándo aplicarlo y todos los detalles fundamentales para aprovechar al máximo sus beneficios en tu jardín o cultivo.

¿Qué es el sulfato de hierro? Propiedades y Tipos

Sulfato de hierro

El sulfato de hierro es un compuesto químico inorgánico cuya fórmula habitual es FeSO4. Se trata de una sal que puede encontrarse en la naturaleza o sintetizarse industrialmente combinando hierro metálico y ácido sulfúrico. El sulfato de hierro se presenta en varias formas dependiendo del grado de oxidación del hierro:

  • Sulfato de Hierro (II) o sulfato ferroso: Resulta de la reacción entre el hierro en estado metálico y el ácido sulfúrico. Es el más común en jardinería y se identifica fácilmente por su color azul verdoso. Es ferromagnético, endotérmico y soluble en agua. Su principal uso es acidificar el suelo y facilitar la absorción de hierro por las plantas, especialmente las acidófilas.
  • Sulfato de Hierro (III) o sulfato férrico: Resulta de la reacción de hierro, azufre y oxígeno. Tiene un aspecto sólido y se usa fundamentalmente como colorante y en medicina, pero no es habitual en aplicaciones de jardinería ni agricultura.

Por tanto, el sulfato de hierro utilizado en plantas siempre es el de tipo ferroso (FeSO4), disponible en polvo, cristales o gránulos y conocido también por otros nombres como melanterita, vitriolo verde o sulfato verde.

¿Para qué sirve el sulfato de hierro en jardinería y agricultura?

El sulfato de hierro es un producto multifuncional en la gestión y cuidado de plantas y cultivos debido a sus principales aportes:

  • Corrige la clorosis férrica: Aporta hierro directamente al sustrato o al cultivo, resolviendo la deficiencia que provoca el amarilleamiento de las hojas y la reducción del crecimiento vegetal.
  • Acidifica el suelo: Reduce el pH de suelos calcáreos o alcalinos, favoreciendo la absorción de micronutrientes esenciales no solo de hierro, sino también manganeso, zinc y cobre, que suelen quedar insolubles en suelos con pH elevado.
  • Mejora la estructura y fertilidad del suelo: Favorece la disponibilidad de nutrientes, mejora la retención de agua y la interacción con la materia orgánica, potenciando el crecimiento y vigor de las plantas.
  • Previene y trata el musgo en césped y jardines: El sulfato de hierro actúa también como herbicida selectivo para el control de musgo, ya que lo destruye sin afectar al césped.
  • Desinfecta suelos y controla ciertas plagas: Aunque es menos común, en determinadas concentraciones puede utilizarse para desinfectar el sustrato de hongos y parásitos.

Su uso principal es, sin duda, asegurar el desarrollo saludable de plantas acidófilas (hortensias, azaleas, camelias, gardenias, arces, magnolias y rododendros, entre otras) que requieren un sustrato ácido para desarrollarse correctamente.

¿Dónde comprar sulfato de hierro? Formatos y Presentaciones

Encontrar sulfato de hierro es sencillo. Se comercializa en viveros, centros de jardinería y en tiendas especializadas de productos agrícolas. Suele estar disponible en diferentes formatos:

  • Polvo o microgránulos de color verde azulado, especialmente indicados para disolver en agua y obtener una aplicación rápida y homogénea.
  • Granulado, de color marrón, blanco o pálido, que se distribuye directamente sobre el suelo y se activa lentamente a medida que se riega.
  • Presentaciones comerciales de 1 kg, 5 kg, 10 kg y 25 kg, pensadas tanto para uso doméstico como profesional.

También es posible adquirirlo online, a menudo con envío a domicilio y diferentes opciones para elegir según el tamaño de tu jardín o las necesidades de tu huerto. Además, suele estar acompañado de información sobre su composición y hoja de seguridad.

¿Cuándo y cómo aplicar sulfato de hierro?

Clorosis férrica en plantas

La correcta aplicación del sulfato de hierro depende del tipo de planta, el tamaño del cultivo y las características del suelo. Lo más importante es conocer el pH del suelo antes de iniciar cualquier tratamiento y repetir la comprobación periódicamente. Si el suelo es alcalino o muy calcáreo, la aplicación de sulfato de hierro está especialmente recomendada.

1. Aplicación en agua de riego

La forma más sencilla y efectiva para corregir clorosis en cultivos y jardines pequeños es disolver el sulfato de hierro en agua y regar con esta solución. Se recomienda:

  • 3 gramos de sulfato de hierro por cada litro de agua. Remueve bien hasta su total disolución.
  • Riega las plantas una vez al mes, especialmente si las plantas son acidófilas o si el agua de riego es dura o rica en cal.

El sulfato de hierro aportará tanto hierro como acidez, facilitando la absorción de nutrientes. Si tienes dudas sobre la calidad del agua, acidifícala ligeramente (por ejemplo, añadiendo el zumo de medio limón por litro) para favorecer la disponibilidad del mineral.

2. Aplicación directa al suelo o jardín

Para tratar suelos calizos en zonas de jardín, es efectivo realizar una aplicación directa sobre el terreno:

  • Espolvorea entre 35 y 50 gramos de sulfato de hierro por metro cuadrado de terreno.
  • Después de la distribución, riega abundantemente para favorecer la disolución y penetración del producto.
  • Utiliza agua con pH neutro o ácido para asegurar que el pH del suelo baje realmente. Si usas agua muy alcalina, el efecto del sulfato de hierro se ve reducido.

Este método es ideal para césped, setos, parterres florales y áreas con plantas enraizadas directamente en el suelo.

3. Uso en macetas y jardineras

Aplicación de sulfato de hierro en macetas

Para plantas cultivadas en macetas o jardineras, no es recomendable usar directamente sulfato de hierro, ya que la acumulación puede dañar las raíces. Es preferible:

  • Utilizar sustratos específicos para plantas acidófilas.
  • Regar con agua acidificada, por ejemplo, añadiendo el zumo de medio limón en un litro de agua, especialmente si tu agua corriente es muy calcárea.
  • Medir el pH del sustrato periódicamente con un medidor digital para evitar descensos excesivos (pH menor de 4 puede ser perjudicial).

4. Aplicación foliar

Aplicación foliar de sulfato de hierro

El tratamiento foliar consiste en pulverizar una solución de hierro directamente sobre las hojas, lo que permite una absorción rápida, ideal cuando la clorosis es visible y se requiere una acción inmediata. Para ello:

  • Utiliza preferentemente complejos de hierro para aplicaciones foliares. Los quelatos de hierro son más eficientes para el riego o aplicación radicular.
  • La dosis general suele ser de 200 a 300 cc por cada 100 litros de agua, pero siempre consulta la etiqueta del producto ya que las concentraciones pueden variar según el fabricante.
  • Aplica a primeras horas de la mañana o a última de la tarde para evitar quemaduras solares y maximizar la absorción.

La aplicación foliar es especialmente útil en cultivos agrícolas intensivos, como vides, cítricos o frutales, o en plantas ornamentales sensibles.

5. Compatibilidades y consideraciones importantes

  • No mezclar sulfato de hierro con productos alcalinos, ya que puede precipitar y perder eficacia.
  • Evita el contacto con mármol, terrazos o superficies delicadas, pues el producto puede dejar manchas muy difíciles de retirar.
  • Utiliza guantes y protección ocular durante la manipulación, ya que en alta concentración es irritante para piel y mucosas.
  • El sulfato de hierro es corrosivo y tiñente, por lo que es importante no derramarlo sobre ropa o utensilios no destinados al jardín.

¿Qué función tiene el hierro para las plantas?

Hortensia acidófila

El hierro es un micronutriente fundamental para la fisiología vegetal. Incluso a pesar de necesitarse en pequeñas cantidades en comparación con macronutrientes como nitrógeno, fósforo o potasio, su papel es esencial para:

  • Participar en la formación de la clorofila, responsable del color verde y de la fotosíntesis.
  • Reducir nitratos y sulfatos dentro de la planta, procesos indispensables para la conversión de nutrientes en energía.
  • Formar parte de enzimas y pigmentos vitales para el metabolismo y el crecimiento vegetal.
  • Facilitar la transferencia de electrones en las cadenas energéticas de la célula.

Sin suficiente hierro, la planta desarrolla primero hojas pequeñas y amarillas, reduce su capacidad de crecimiento y se muestra débil y susceptible a plagas y enfermedades.

Cómo saber si tus plantas necesitan sulfato de hierro

Clorosis por deficiencia de hierro

  • Hojas amarillas con nervios verdes: La clorosis férrica es la señal más clara y característica.
  • Desarrollo lento o detenido: Las plantas no crecen, florecen poco o pierden hojas continuamente.
  • Suelos alcalinos o calcáreos: Si tu suelo tiene un pH superior a 7, es probable que la absorción de hierro esté limitada.
  • Cultivo de especies acidófilas: Hortensias, azaleas, camelias, gardenias, arces japoneses… son muy propensas a sufrir clorosis por hierro.

En todos estos casos, el sulfato de hierro es la solución más económica y sencilla para restaurar el equilibrio y devolver el verdor a las plantas afectadas.

Qué tener en cuenta antes y después de la aplicación

  • Mide siempre el pH antes y después del tratamiento para ajustar las dosis y evitar acidificaciones excesivas.
  • No abuses en la frecuencia de aplicación: Un exceso puede inducir toxicidad por hierro y bloquear otros nutrientes (como el calcio o el magnesio).
  • Combina el tratamiento con materia orgánica (compost, humus) para mejorar la retención del hierro y otros micronutrientes en el suelo.
  • En suelos muy alcalinos puede ser necesario complementar con quelatos de hierro en aplicaciones alternas para garantizar resultados óptimos.
  • Revisa en la ficha de cada producto la pureza y la cantidad de hierro activo, ya que la eficacia puede variar.

Contar con una estrategia adecuada de aplicación y monitorización te permitirá mantener tus plantas fuertes y sanas a lo largo del tiempo.

oxido de hierro
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     daniel dijo

    sin saber le puse una cucharra sopera a una maceta grande de sulfato de hierro le puede hacer mal a la planta.Y Podrian decirme como se combate la barba de viejo unos hilos amarillentos que se agarran a las plantas y van como extrangulando en una parte .muchas gracias

        Mónica Sánchez dijo

      Hola Daniel.
      En principio no tiene por qué dañarla.
      Con respecto a la plaga, puedes tratar con sulfato de cobre diluido en agua, pero el remedio más eficaz y seguro es quitándola a mano.
      Un saludo.

        Ivan dijo

      Muchas gracias!!! Me gusto mucho su nota y me dejo bien claro… un saludo mil gracias

          Mónica Sánchez dijo

        Genial. Nos alegra saber que es de utilidad 🙂

     José Luis dijo

    Yo estoy usando medio limón diluido en un litro de agua para regar una gardenias que tengo en macetas, pero cuando mido el ph de la tierra no baja, a qué se debe???

        Mónica Sánchez dijo

      Hola José Luis.

      El pH de la tierra tarda más que el del agua en bajar/subir. De todas maneras, ¿mides el pH del agua antes de usarla? Te lo pregunto porque dependiendo de su dureza, es posible que medio limón no termine de ser suficiente.

      Las gardenias agradecen un agua ácida, entre 4 y 6, así que por esta parte no te has de preocupar si baja demasiado (siempre que no baje de 4).

      Saludos!

     miguel dijo

    Hola
    Vivo en zona caliza del sureste de Madrid.Yo le añado a cada arbol unos 150-200 gr. alrededor de un alcorque amplio en marzo y en septiembre (antes de las lluvias). A las plantas mas pequeñas y arbustos un puñadito. Luego hay que remover bien la tierra para que quede oculto junto con unas bolitas de fertilizante (bolitas azules).Yo obtengo buenos resultados.
    Lo compro a granel en Sucesores de Manuel Riesgo a 4,5€ kg. y tambien venden on line. Es de muy buena calidad