Si te gusta la jardinería y tienes espacio en casa, los árboles frutales son una buena opción. No solo disfrutas de un árbol y de la sombra que te proporciona o de la floración, sino también de tener frutas prácticamente del árbol a tu boca. Uno de los más habituales es el manzano. Pero necesita una serie de cuidados como por ejemplo saber cuándo y cómo fumigar un manzano.
¿Tienes idea de cómo hay que hacerlo? ¿Y los motivos por los que deberías hacerlo? A continuación te vamos a ayudar a que entiendas para qué fumigar un manzano, cómo fumigar de forma correcta y otros aspectos importantes en este tema.
Para qué fumigar un manzano
El motivo por el que se sulfatan algunas plantas y árboles frutales es debido a las plagas. Quizá no lo sepas, pero en el caso de los manzanos, se ven muy afectados por diversas plagas como pueden ser los pulgones o la oruga de la manzana. Estas debilitan al árbol y hacen que sufra o incluso se muera.
Por eso, fumigar es una forma de protegerlo y al mismo tiempo de tratar las plagas que puedan afectarle. Además, se le da un extra para luchar contra las plagas, haciendo que tenga una mayor resistencia. Y antes de que lo preguntes, no, la fumigación, si se hace con los productos adecuados, no tiene por qué afectar de manera negativa a los frutos, es decir, a las manzanas, y seguirán siendo sanas y saludables. Lo único, eso sí, tendrás que lavarlas antes de consumirlas (como cualquier otra fruta que tengas en el jardín).
Cuándo se debe fumigar un manzano
Una de las preguntas que te puedes hacer a la hora de fumigar un manzano es saber exactamente la época en que debes hacerlo. Y lo cierto es que, con este árbol frutal, se tienen varios periodos.
Primera fumigación
La primera fumigación del manzano tiene lugar siempre a finales de invierno. Es importante estar atento a ese momento porque deberás hacerlo antes de que brote. Si ya lo ha hecho, no te recomendamos que lo sulfates porque puede hacer que el árbol sufra o esté más predispuesto a la aparición de las plagas.
Por eso, tendrás que revisar casi a diario cuando veas que el tiempo cambia. De hecho, es posible que empiece a brotar en esos días o semanas en que la temperatura empieza a ser más agradable (aunque después vuelva el frío).
Esta se considera una fumigación preventiva. De ahí que, si no se hace, tampoco sería malo, solo que habría que controlar más a fondo los síntomas que pudieran coincidir con la aparición de plagas.
Al mismo tiempo, una de las razones por las que se fumiga antes de que brote es para tratar el árbol con respecto a plagas que puedan haber hibernado junto al árbol. Cuando brota, las plagas se activan y es posible que se vea afectado. Pero si se aplica el tratamiento tienen muchas menos probabilidad de salir adelante.
Segunda fumigación
La segunda fumigación tiene lugar en primavera. De hecho, tras esta segunda también habrá una tercera y cuarta a lo largo de los meses de primavera y verano.
Estas corresponden al control de las plagas. Dicho de otra manera, es una forma de evitar y controlar que las plagas puedan afectar al árbol.
¿Y cada cuánto se hacen? Depende. Según el producto que utilices para sulfatar el manzano podrás tener un periodo u otro. Es decir, algunos protegen durante un par de semanas, otros un mes o incluso dos meses. Entonces, en base a esto tendrás que aplicar un calendario de fumigación para saber cuándo realizarlo.
¿En qué momento es mejor fumigar?
Ahora que ya sabes cuándo fumigar un manzano, ¿te has preguntado alguna vez cuál es la mejor hora del día para hacerlo? ¿Es mejor a primera hora de la mañana, aun cuando el sol incida sobre el producto? ¿O mejor por la noche?
Pues bien, la respuesta no es tan sencilla. Los propios expertos recomiendan que sea, bien a primera hora de la mañana (y hablamos entre las 6 y 8 de la mañana), bien a final de la tarde, cuando el sol ya se ha ido.
Ahora bien, conviene que sea un día que no haya viento y que la temperatura no suba demasiado. Esto, en primavera, es fácil de aplicar, pero no así en verano. Así que, si se tiene que escoger, te recomendaríamos aplicar el producto al final de la tarde o incluso por la noche.
De esta manera, pasará más horas con temperaturas frescas y evitará que el sol pueda afectar negativamente al tratamiento.
Otro punto a tener en cuenta es que no debes fumigar nunca cuando haya lluvia. La propia lluvia se llevará el producto y al final no servirá de nada (habrás perdido tiempo y dinero).
Plagas que puedes combatir al fumigar
Fumigar el manzano es una práctica para prevenir y tratar las plagas que puedan afectar a este árbol frutal. Pero, ¿cuáles son esas plagas? Lo cierto es que hay muchas, pero las más habituales son:
- Antracnosis.
- Araña roja.
- Oruga de la piel (capua).
- Chancro.
- Chinches.
- Enfermedad del hollín.
- Oruga del manzano.
- Enfermedad del punteado.
Fumigadores ecológicos
Si eres de los que no quiere utilizar productos químicos para tratar y prevenir enfermedades y plagas en las plantas, que sepas que tienes otras opciones, incluso más económicas y que están disponibles en tu cocina.
Uno de los fumigadores ecológicos más potentes es el vinagre. El ácido acético es muy efectivo contra las plagas que tienen los manzanos, al mismo tiempo que actúa como repelente. Es decir, que igual que te sirve para tratar la plaga que afecte al manzano, también evitará que le ataquen.
Otro fumigador ecológico es el propio cobre. Hay fungicidas ricos en cobre, pero también puedes utilizar cobre colocándolo cerca del árbol para que actúe sobre él.
Finalmente, también podrías optar por el jabón potásico. Se convierte en un gran insecticida natural, pero también es plaguicida y acaricida. Su aplicación es bastante fácil porque puedes encontrarlo en muchas presentaciones. Puedes usarlo como spray, aplicarlo en el agua de riego, etc.
¿Te queda claro ahora cuándo y cómo fumigar un manzano?