La Alocasia zebrina es una especie que llama especialmente la atención por sus tallos, y no tanto por sus hojas. Y es que son de color blanquecino con una serie de anchas negras de un poco más de un centímetro de largo que le dan un aspecto muy peculiar. Tanto es así que puede recordarnos mucho al patrón de rayas que tienen las cebras, que es por lo que tiene ese apellido: zebrina. Además, es una de las alocasias más grandes; de hecho, si bien lo normal es que supere el metro y medio de altura, debes saber que su altura máxima es de unos 2,5 metros.
Pero, como con ese tamaño puede cultivarse en maceta durante toda su vida, así como en jardines pequeños. Pero para ello te recomiendo proporcionarle los cuidados que te voy a decir a continuación. Son unos cuidados especiales que contribuirán a que tu Alocasia zebrina esté preciosa.
Escoge una maceta que tenga agujeros en su base
Esto es clave. Si bien la Alocasia zebrina (al igual que sus hermanas) crece en suelos húmedos, no es una planta acuática, sino de ribera, por lo que no debemos de plantarla en macetas sin agujeros. Las raíces necesitan cierto nivel de humedad, pero si están encharcadas continuamente morirán.
Pero además de esto, es importante que sea del tamaño adecuado; es decir, supongamos que acabas de comprar una que está en una maceta de unos diez centímetros de diámetro. Bien, pues la siguiente maceta en la que debe de estar medirá unos 15 o como mucho 17 centímetros de diámetro. ¿Por qué? Porque realmente no ocupa mucho sitio, y si la pusieras en un recipiente más grande (de 30cm por ejemplo de ancho) lo pasaría mal al tener demasiada tierra húmeda a su alrededor.
El sustrato para Alocasia zebrina debe de ser ligero
Esto también es muy, muy importante saberlo. En tiendas de jardinería, viveros, e incluso a veces en los supermercados, venden sustratos de una calidad que puede ser más o menos buena. En base a mi experiencia, cuanto más ligero sea un sustrato, y más concretamente el sustrato universal, mejor es. Si bien, y como es lógico, el peso va a depender mucho de qué material se trate, y que este puede (o no) ser interesante para nuestra planta, por lo general cuanto menos pese un saco de tierra universal, más bonita estará la Alocasia zebrina.
De todas maneras, debes saber que hay otros sustratos, como por ejemplo la fibra de coco mezclada con un 40% de perlita, que también permitirán a las raíces crecer sin problema. Otra mezcla interesante es la siguiente: turba negra con perlita al 50%.
Los riegos en verano han de ser frecuentes
Más que durante el otoño-invierno. Y si tienes tu Alocasia zebrina en el exterior, tendrás que estar atento/a al sustrato, puesto que durante el verano es cuando más rápido se seca. De hecho, en este caso concreto, es muy recomendable que le pongas un plato debajo y lo vayas llenando con un poco de agua, especialmente si en tu zona el clima es muy cálido y seco. Por cierto, no te olvides de vaciarlo cada 2 días como máximo si en esa zona hay mosquitos, pues de lo contrario podría convertirse en un criadero de estos insectos tan molestos.
Pero si la vas a tener en casa, y dado que en esas condiciones la tierra tarda mucho más en secarse, es preferible que el plato se mantenga vacío, sin agua o como máximo con una fina película. Durante el otoño e invierno, hay que regar bastante menos, unas dos veces a la semana o eso, para que la tierra esté siempre con un poco de humedad pero no encharcada.
Échale un poco de abono para que esté perfecta
Cuando adquirimos plantas solemos descuidar bastante el abonado, pero al igual que el riego, es muy, muy importante hacerlo. La Alocasia zebrina no solo necesita agua, sino también nutrientes que adquiere del sustrato -si es que los tiene- y del abono que le echemos. Pero, ¿cuál usar?
Dado que nuestra protagonista es una planta que, si bien florecerá algún día, este no es su principal atractivo (o al menos, no uno que podamos ver todos los días), aconsejo abonarla con un fertilizante líquido para plantas verdes en primavera y verano, siguiendo las indicaciones. De este modo, conseguiremos que saque más hojas y que crezca un poquito más rápido. Si prefieres usar abonos orgánicos, también son recomendables los siguientes: guano, estiércol o similares.
¿Plagas? Límpiala bien con agua y un poco de jabón neutro
Ya que la Alocasia zebrina es una planta muy fácil de limpiar, en caso de que veamos que tiene alguna plaga, te aconsejo hacer eso: coger un pincel pequeño, humedecerlo bien en agua con un poco de jabón, y después limpiarle las hojas con él. Los tallos es mejor limpiarlos con algodón.
Si las plagas regresan al cabo de un tiempo, te recomiendo probar de limpiarla con un poquito de cerveza. Así, tu alocasia estará sana en menos tiempo de lo que crees.
Mucho cuidado con el aire acondicionado, ventiladores y similares
Las corrientes de aire generadas por estos aparatos nos vienen de perlas para sobrellevar mejor el calor del verano, pero son muy perjudiciales para las plantas que tenemos en casa. Es por eso por lo que es muy aconsejable poner la planta cebra lo más lejos posible de dichos aparatos, con el fin de evitar que sus hojas se sequen sin remedio. De este modo, la planta podrá estar bien.
Asimismo, hay que evitar colocarla en pasillos y zonas estrechas, puesto que nosotros mismos podríamos rozarnos con ella al pasar, algo que podría provocar también que las hojas se secasen y/o rompiesen.
Corta las hojas secas
Aunque esto tiene relación con el punto anterior, quería decirte también que debes de quitarle las hojas que vayan muriendo (por el motivo que sea). Especialmente importante es si tienes la planta en maceta, ya que si se dejaran podrían acabar siendo foco de hongos y plagas. Aparte de eso, si la alocasia solo tiene hojas sanas, se verá mucho mejor que si tiene alguna seca.
De esta manera, de buen seguro que podrás disfrutar muchos años de tu planta. Pero… he aquí un consejo extra: protégela de las heladas. No soporta el frío, así que si la tienes en el exterior, métela en casa cuando la temperatura empiece a bajar de los 18ºC.
Que disfrutes mucho de tu Alocasia zebrina.