Originario de México, el Cipote, cuyo nombre científico es Casimiroa edulis, es un árbol frutal ideal para cultivar en climas cálidos, donde no se produzcan heladas y pueda crecer en una zona amplia para que pueda desarrollar correctamente su copa.
Es una especie muy interesante: es fácil de cultivar, da muy buena sombra y sus frutos son ricos en vitaminas A y C, esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo y para poder gozar de una excelente salud.
Características del Cipote
Imagen – Davesgarden.com
El Cipote, conocido también como Zapote blanco o Pera mexicana, es un árbol perennifolio (es decir, que se mantiene siempreverde) que crece hasta alcanzar una altura de entre 6 y 10 metros. Sus hojas son compuestas, digitadas, con tres a cinco lóbulos ovales. Las flores se agrupan en inflorescencias paniculadas, son de color verde amarillento o blancas, y fragantes.
El fruto es una drupa redondeada amarillenta o verdosa de 6cm de diámetro que contiene de 2 a 5 grandes semillas. Es comestible, y de hecho tiene un sabor muy bueno, parecido al del melocotón, aunque no hay que comer en exceso ya que en dosis altas puede ser mortal.
¿Cómo se cuida?
Si quieres cultivar Cipote en tu jardín, toma nota de estos consejos:
- Ubicación: pleno sol o semisombra.
- Riego: cada 2-3 días en verano, cada 4-5 días el resto del año.
- Suelo: ligero, con buen drenaje, y no salino.
- Abonado: durante toda la temporada de crecimiento (primavera y verano) se debe abonar con abonos orgánicos como estiércol o humus de lombriz, por ejemplo, echando una capa de 2-3cm alrededor del árbol.
- Poda: es importante para obtener fruta. Se ha de realizar a finales de invierno.
- Trasplante/plantación: en primavera.
- Multiplicación: por semillas en primavera y por injerto en primavera-verano.
- Rusticidad: soporta heladas de hasta los -1ºC.
¿Habías oído hablar del Cipote?
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