Cuidados del ciprés

El ciprés es una conífera perenne

Las coníferas son unas plantas estupendas para jardín; concretamente, quedan estupendas como setos, ya que sus hojas son perennes, y tienen la altura necesaria para que podamos disfrutar de nuestro paraíso particular sin tener que preocuparnos de las miradas no deseadas, ni tampoco de los fuertes vientos.

Pero, ¿cuáles son los cuidados del ciprés? Aparentemente, parecen que son de muy fácil cultivo, pero… ¿son realmente exigentes?

Mantenimiento de los cipreses

Los cipreses son plantas fáciles de cuidar

Imagen – Flickr/Garden tourist

Hay mucha gente, y cada vez más que no quiere tener cipreses en su jardín. Y motivos no les faltan. Este tipo de plantas son muy sensibles al exceso de humedad, pudriéndose las raíces en cuestión de días y provocando, así, el amarronamiento de las hojas y la posterior muerte de la planta. Los causantes de este problemas son los hongos, en este caso, de los géneros Phytophthora o Seiridium, los cuales vieron una oportunidad de atacar cuando se empezó a regar demasiado.

Pero se puede prevenir. ¿Cómo? Regando siempre que sea necesario. Es cierto, con estas palabras no te estoy diciendo mucho; pero es que de hecho, el riego es lo que más cuesta controlar. Por eso empezaremos hablándote de esto.

¿Cuánto hay que regar los cipreses?

Dependiendo del clima, te diré que por lo general se deben de regar una o dos veces por semana, máximo tres. Piensa que cuanto más cálido y seco sea un clima, más habrá que regar porque la tierra permanecerá menos tiempo húmeda.

Además, debes tener en cuenta que hay ciertas especies, como el Cupressus arizonica conocido como ciprés azul, que resisten muy bien la sequía pero no tanto los encharcamientos. Por ello, estos árboles pueden dejar de regarse a partir del segundo o tercer año siempre y cuando estén plantados en el suelo y caigan al menos 350-400 milímetros de precipitación al año.

¿Cómo plantarlos?

El trasplante de los cipreses es delicado. Sus raíces no son muy resistentes a la manipulación, y por ello se debe de evitar cambiarlos mucho de maceta, o de molestarlos en exceso cuando se plantan en el jardín.

Una de las cosas que se deben tener presentes es que lo ideal es que se planten a finales de invierno, antes de que reanuden su crecimiento. De este modo, les será más fácil recuperarse. El paso a paso a seguir es el siguiente:

En maceta

  1. Primero, has de elegir una maceta que tenga agujeros en su base. Es indiferente el material con el que esté hecha, pero ha de medir como mínimo 5-6 centímetros de diámetro y altura más que la anterior.
  2. Luego, echa una capa de unos 3 centímetros de bolas de arcilla, y después un poco de sustrato universal mezclado con un 30% de perlita.
  3. A continuación, extrae el ciprés de su antigua maceta con cuidado, e introdúcelo en la nueva. Si ves que queda muy alto o muy bajo, quita o echa más sustrato.
  4. Por último, termina de rellenar la maceta, y riega a consciencia.

En el jardín

  1. El primer paso es elegir una ubicación adecuada para tu ciprés. Esta ha de ser soleada, con suelo fértil y bien drenado. También es importante que se coloque a una distancia mínima de 7 metros de tuberías, muros, etc., y de unos 50 centímetros entre un ciprés y otro si quieres tener un bonito seto.
  2. Después, cava un agujero de 1 metro por 1 metro, y rellénalo con una capa de unos 20 centímetros de arcilla expandida.
  3. Luego, rellénalo un poco con sustrato universal.
  4. A continuación, extrae el ciprés de la maceta con precaución, y colócalo en el agujero. Si queda muy alto o muy bajo, quita o echa tierra.
  5. Después, termina de rellenar.
  6. Por último, riega.

¿Cuál es el mejor abono para cipreses?

Los cipreses necesitan, además de agua, ‘comida’ para que puedan crecer con salud. Es por esto por lo que se deben de abonar desde comienzos de primavera hasta finales del verano, ya sea con un fertilizante específico para coníferas que puedes comprar aquí, o si lo prefieres con abonos como el guano (en venta aquí), mantillo, compost,…

No existe algo como ‘el mejor abono para cipreses’, pues todos son buenos siempre que se utilicen correctamente 🙂 .

Plagas y enfermedades

Las hojas del ciprés suelen ser perennes

En general son bastante resistentes, pero en ambientes cálidos y secos pueden ser verse atacados por cochinillas y barrenillos; y por el contrario en ambientes muy húmedos o cuando se riegan en exceso son vulnerables a la seca del ciprés, causada por los hongos Seiridium.

Las plagas se controlan bien con tierra de diatomeas y manteniendo a los árboles correctamente regados y abonados. Para combatir la enfermedad, hay que tratarlos con fungicidas específicos como este que venden aquí.

Asimismo, no está de más hacer tratamientos preventivos con fungicidas de amplio espectro en primavera y finales del verano, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.

¿Cómo recuperar un ciprés seco?

Cuando el ciprés empieza a tener las hojas marrones, incluso con un tacto diferente al que normalmente tienen, es momento de preocuparse. Llegados a ese punto, podemos dar por hecho que ha habido algún problema con el riego, bien por exceso (suele ser lo más frecuente) o por defecto.

¿Qué hacer? Bueno, lo primero es tratarlo con algún fungicida. Por si acaso. Es relativamente fácil recuperar una planta que ha pasado sed, pero no así cuando esa planta se está ahogando. Los hongos actúan con mucha rapidez, de ahí que mi primer consejo sea tratar el ciprés con fungicida.

Luego, comprueba la humedad de la tierra, ya sea con un medidor digital de humedad, o introduciendo un palo delgado de madera -con sumo cuidado-. Si al sacarlo sale con mucha tierra adherida, es porque tiene demasiada agua. De ser este el caso, se han de suspender los riegos hasta que haya perdido toda humedad.

Pero si por el contrario la tierra se ve y se nota seca, e incluso si tienes el ciprés en maceta y te has dado cuenta de que el sustrato se ha vuelto tan compacto que parece haberse convertido en una especie de ‘bloque’ de tierra, dale un riego generoso. Empapa bien toda la tierra.

¿Se salvará? No se sabe. Si ha pasado sed, probablemente sí, pero si por el contrario ha sufrido exceso de agua… será más complicado que sobreviva. Pero la esperanza es lo último que se pierde 🙂 .

¿Cuándo podar el ciprés?

Hay ciertos árboles que no se deberían de podar, bien porque tardan en cicatrizar, bien porque luego es imposible que tengan un desarrollo acorde a su especie,… Las coníferas son unas de ellas. No se deben de podar salvo que tengan ramas secas, y sellando luego la herida con pasta cicatrizante, por si acaso.

El ciprés es una conífera

Imagen – Flickr/David Eickhoff

Con estos consejos, tus plantas seguro que crecen sanas 🙂 .


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