Estamos acostumbrados a disfrutar de los maravillosos colores de las flores, sin embargo, el Coleo, es una hermosa planta que destaca sin duda, por el color de sus hojas. Estas son muy vistosas, con colores que varían desde rojo pasión al rosa chillón pasando por el púrpura y el marrón. Además, tienen forma dentada de color verde y en el centro los vistosos colores anteriormente comentados.
El Coleo comprende numerosas variedades de plantas obtenidas a través de la hibridación sin embargo, su multiplicación suele realizarse a través de semillas obtenidas de las flores. Las flores se desarrollan como una espiga de color violeta en la parte superior de la planta. Suele florecer con el calor, en verano.
También se puede reproducir a través de esquejes a partir de otra planta.
Lo más importante para tener un Coleo sano es que esté situado en un lugar muy luminoso, la luz ayudará a que las hojas de esta planta luzcan radiantes. Aunque la luz directa del sol puede quemar la planta. Es una planta ideal para el interior del hogar, pero en verano, con el calor, se puede sacar al exterior, eso sí, a la sombra. No soporta las heladas, así que con el primer indicio de frío, conviene volver a introducir la planta en casa.
El agua es un factor poco preocupante con esta planta, ya que no hace falta regarla muy a menudo, una vez a la semana o dos es suficiente. Notaremos la necesidad de agua cuando veamos las hojas decaídas.
El abonado es importante en esta planta, ya que es un cultivo muy rápido y además la planta puede no crecer demasiado si no tiene el fertilizante correcto.
Es una planta que puede durar más de un año, por lo que en otoño se debe realizar una poda, dejando los tallos más importantes.
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