Grandes cualidades nutritivas tiene el garbanzo y por eso es que pensamos en cultivarlo en el huerto. Muchos platos puedes diseñar con este producto saludable, desde guisos y ensaladas hasta el famoso humus, la pasta de garbanzos originaria de Oriente Medio.
Para cultivar garbanzos tienes que tener un poco de espacio en el huerto y conocer algunas generalidades del cultivo pues entonces podrás ofrecerle todo lo que esta planta necesita.
Necesidades del garbanzo
El nombre científico del garbanzo es Cicer arietinu, pertenece a la familia Fabaceae y es originaria del suroeste de Turquía aunque luego se expandió a otras latitudes. Se conocen unas 40 especies de garbanzo aunque, en rasgos generales, hablamos de una planta que puede alcanzar una altura de 60 cm y cuyas partes principales son las raíces, el tallo, las hojas, las flores y los frutos.
Para cultivar garbanzos, lo mejore un suelo silíceo-arcillosos o limo-arcilloso además de aireados y profundos pero no muy salinos. La profundidad se debe a que las raíces se desarrollan mucho.
El garbanzo es resistente a las sequías y por eso es que puede sobrevivir sólo con el agua de lluvia aunque lo mejor es un riesgo suave para dar lugar a un mayor número de vainas. En cuanto al clima, la planta puede germinar a partir de 10ºC aunque la temperatura ideal para el nacimiento de los primeros brotes oscila entre 25-35ºC.
Para ayudar a la planta, se recomienda quitar las malas hierbas y evita cultivar en un mismo terreno varias veces hasta que transcurran al menos cuatro años.
Plagas y enfermedades
Las principales plagas que afectan al garbanzo son la mosca del garbanzo, el gorgojo, la moscas mineras y la plusia orichalcea mientras que entre las enfermedades más comunes se destacan la rabia del garbanzo y el Fusarium, afecciones que son producidas por diversos hongos que atacan a la planta y provocan manchas redondas en el primer caso y manchas pardas en el cuello de la planta, en el segundo caso.