El aroma de la verbena es rico y suave, por eso muy utilizado en la industria cosmética. La verbena es una planta herbácea muy común que puedes cultivar en tu huerto urbano pues no es exigente.
¿Te animas a hacerlo?
Más sobre la verbena
Esta planta aromática es leñosa y sus hojas permanecen en pie durante todo el año aunque hay variedades anuales pues debemos tener en cuenta que hay cerca de 250 especies distintas.
Al cultivarla, debes saber que se trata de una planta rastrera por lo que tienes que contar con una superficie algo generosa y tener cuidado de cultivar la planta con algo de espacio entre ejemplar y ejemplar dado que se extiende sobre el suelo.
La verbena además, prefiere los terrenos arenosos, livianos y con buen drenaje. No es una planta exigente pues es resistente a las condiciones secas por lo que bastará con un riego semanal para mantenerla en buenas condiciones. Por el contrario, lo mejor es no regarla por demás.
En cuanto a la luminosidad, la verbena crece mejor si está expuesta al sol aunque, como decíamos, es una planta bastante adaptable por lo que puede tolerar condiciones de semi sombra. Es una planta de clima cálido a templado por lo que no soporta las heladas.
Al momento de sembrar, lo mejor es abonar el terreno primero para volverlo más rico en nutrientes. Puedes dividir brotes jóvenes o bien plantar esquejes, siempre en posición horizontal. La mejor época para sembrar las semillas es el otoño y la primavera y se recomienda hacerlo en semillero.
Plagas y recolección
La planta de verbena es muy resistente a las plagas y enfermedades así es que no presentará mayores problemas. Los principales enemigos que la afectan son los pulgones, una plaga muy frecuente en todo tipo de plantas, y la araña roja.
La cosecha de la verbena puede realizarse hacia mitad del verano, un mes luego de la floración. Luego habrá que dejar secar si es que quieres aprovechar su aroma.
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