La violeta africana es una planta herbácea de la que es fácil enamorarse. Tiene unas hojas peludas a las que apetece acariciar, y unas flores muy elegantes dignas de ser fotografiadas. Pero, ¿se puede tener dentro de casa?
Al ser una planta tropical el cultivo en interior de la violeta africana no siempre es fácil. Pero confío en que lo sea para ti ahora un poco con los consejos te voy a ofrecer.
Ubicación
A la violeta africana se debe de ubicar en una habitación en la que entre mucha luz de forma natural pero que además esté protegida de las corrientes de aire, tanto frías como cálidas. Por este motivo, un salón luminoso o patio interior puede ser un buen lugar donde ponerla.
Riego
Hay que regar sólo cuando la tierra esté seca, pues no tolera el exceso de agua. Por ello, hay que regarla dos-tres veces por semana en verano y cada 7-10 días el resto del año. En el caso de tenerle puesto un plato debajo, le retiraremos el agua que sobre a los diez minutos de haber regado.
Poda y limpieza
Para evitar la aparición de plagas y enfermedades, una de las cosas que hay que hacer es quitarle las flores marchitas y las hojas secas. Así conseguiremos que se vea siempre perfecta.
En lo que respecta al polvo, tenemos que quitarlo con un pincel, nunca con agua u otros líquidos.
Abonado
Para conseguir que produzca flores y crezca sana es importante abonarla desde comienzos de primavera hasta finales del verano con abono universal líquido siguiendo las indicaciones especificadas en el envase del producto.
Trasplante
Cada dos años, en primavera, hay que trasplantarla a una maceta 2-3cm más amplia que la anterior. Si no sabes cómo hacerlo, en este artículo se explica con detalle 🙂 .
Con estos consejos, seguro que podrás disfrutar de tu violeta africana como nunca.