El agapanto es una planta de singular belleza que se convierte en todo un espectáculo cuando brotan sus preciosas flores blancas o azuladas durante el verano. Conocerla no te llevará mucho tiempo, y cuidarla es tan sencillo que hasta los niños disfrutarán viéndola crecer.
Se podría pensar que, a diferencia de otras plantas, no guarda muchos secretos, pero… ¿sabías que hay varias curiosidades del agapanto que lo convierten en una planta única?
Tiene un ritmo de crecimiento rápido
El agapanto es una planta originaria del continente africano que alcanza una altura de unos 40 centímetros sin contar el tallo floral, el cual mide unos 50-60cm. Desde que se planta el rizoma hasta que se hace un ejemplar tan bonito como cualquiera de los que puedes ver en la imagen superior tan sólo pasan una media de dos años, siempre teniendo en cuenta que se planta o bien en el jardín o en una maceta grande.
No necesita mucha agua
El riego del agapanto tiene que ser más bien escaso. Debido a su origen, está adaptado a vivir en condiciones donde llueve más bien poco, por lo que deberemos de regarlo no más de 3 veces por semana en verano y no más de 1-2 veces cada siete el días el resto del año. Podremos usar agua un poco calcárea, aunque recomendamos llenar un cubo con agua y dejarla reposar una noche antes de utilizarla para que los metales pesados se hundan.
Es muy resistente a las plagas y a las enfermedades
Es bonita, es fácil de cuidar, es una todoterreno del mundo vegetal y, por si fuera poco, resiste las plagas y las enfermedades. De hecho, sólo si viviéramos en una zona húmeda tendríamos que tener especial cuidado con los riegos para que los hongos no le afectasen y con los moluscos, en concreto con los caracoles.
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